Finanzas
Advierten graves consecuencias si el Gobierno les pone retención en la fuente a pagos digitales. Microempresas, las más golpeadas
Un gremio y una compañía que se dedican a atender empresas de la economía popular dicen que la idea implicaría un retroceso y un fomento de la informalidad.
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La urgente necesidad de recursos por parte del Gobierno ha llevado a los equipos técnicos del Ministerio de Hacienda y de la Dian a explorar nuevas fuentes de ingresos. Según algunos expertos, esa podría ser la razón detrás del proyecto de decreto que propone ampliar la retención en la fuente que hoy se aplica a los pagos con tarjetas, para incluir también las transacciones digitales realizadas a través de billeteras como Nequi, Daviplata y la plataforma Bre-B.
La idea automáticamente generó el rechazo tanto de los gremios financieros, como de académicos y de los usuarios de los pagos digitales, quienes están adoptando rápidamente la plataforma Bre-B, pues conecta a todas las entidades financieras, sin costos y de manera inmediata.
Justamente, dos entidades se unieron a las voces que están preocupadas por el proyecto de decreto, que para algunos le pone los santos óleos a Bre-B sin que este haya cumplido un mes de vida. Una de ellas es Asomicrofinanzas, el gremio que reúne a 40 entidades que se dedican a financiar a los pequeños negocios del país, con préstamos productivos de máximo 170 millones de pesos. Su presidenta, María Clara Hoyos, asegura que el grave problema de la idea del Gobierno es que implica un retroceso de todo el trabajo que han hecho desde su sector para promover la bancarización y la formalización entre sus usuarios.
“Nosotros les prestamos a 2,5 millones de micronegocios del país, de los cuales el 80 % son informales y desde antes que se lanzara Bre-B iniciamos un trabajo con ellos para explicarles la ventaja de la herramienta y cómo recibir pagos a través de Bre-B les iba a servir para ahorrar y para organizar sus finanzas”, aclara la dirigente gremial y dice que ahora se pierde todo el esfuerzo con el anuncio del Gobierno. Aunque esa nueva retención solo aplicaría para los negocios que declaran renta, muchos de los clientes de Asomicrofinanzas no tienen educación financiera y, por ende, no entienden la diferencia.

“Muchos de ellos máximo llegaron a quinto de primaria y no han aprendido a separar la plata de su negocio, de la de la familia y cuando se presentan noticias como la del decreto, es una población que piensa que le van a cobrar impuestos y para evitar líos, deciden cancelar sus llaves de Bre-B", precisa Hoyos y dice que ese voz a voz, así no sea preciso, no solo afecta a la nueva plataforma, sino que le hace un grave daño a la lucha contra la informalidad y “evidencia que el Gobierno no conoce a la población de la economía popular”, insiste.
Poco recaudo
José Vélez, fundador y CEO de Bold, una fintech que ofrece datáfonos con los que busca hacer inclusión financiera entre micros y pequeños empresarios, comparte la preocupación por la idea del Gobierno de poner retención en la fuente a los pagos digitales.

La califica como una medida que va en contravía “del deber de las cosas, pues en lugar de ayudar a digitalizar los pagos en el país, lo que haría es frenar la adopción de esa tecnología”. Añade que en Brasil el solo rumor de una idea similar llevó a que en un día se cayeran en 20 % las transacciones que se realizan con PIX, el sistema que le sirvió de modelo a Bre-B y que es tremendamente exitoso en el vecino país.
“En Brasil no pudieron implementar esa idea y tuvo que salir el presidente Lula a decir que ya no lo iban a hacer. Creo que hasta sacaron una ley prohibiendo cobrar impuestos sobre PIX”, asevera Vélez y lamenta que acá el Gobierno ni siquiera esperó a que Bre-B cogiera fuerza para buscar clavarle impuestos.
Su estimación, que también comparte la presidente de Asomicrofinanzas, es que esa posible retención en la fuente a los pagos digitales, no generaría mucho recaudo y si implicaría un gran desgaste para el Gobierno y una pérdida para el país.
En el caso de Bold, que ya tiene 600.000 clientes usuarios de sus datáfonos, de los cuales la mitad son nuevos en el sistema financiero, Bre-B ya representa 5 % de sus transacciones, con todo y que no lleva ni un mes de operaciones.

“Creo que una buena analogía de esta situación se da, por ejemplo, si Bogotá se propone construir más vías, para lo cual necesita recaudar más. Hasta ahí es entendible, lo que a nadie se le pasa por la cabeza es poner un peaje en la calle 100 con autopista porque por ahí pasan muchos carros. Eso no solo es ridículo, sino que iría en contra de la idea de tener un mejor tráfico con las nuevas vías. Lo mismo va a pasar si se le ponen trabas a la digitalización de los pagos”, subraya y dice que, por eso, los comercios van a seguir prefiriendo recibir solo efectivo. “Es un absurdo”, puntualiza.


