TURISMO
“Alguien debe responder”, Anato solicita medidas ante suspensión de operaciones en Viva Air
El gremio sostuvo que después de los consumidores, las agencias de viaje son el otro doliente de esta problemática.
Luego de que la aerolínea de bajo costo Viva Air hiciera pública su decisión de suspender operaciones, debido a la iliquidez que presenta y que se ha agudizado mientras espera la respuesta de la Aeronáutica Civil frente a la aprobación de la integración con Avianca, las agencias de viaje no dudaron en expresar su preocupación frente a la situación.
Para Paula Cortés Calle, presidenta de la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), la decisión tomada por la aerolínea de bajo costo tiene repercusiones que no solo atañen a la atención de sus pasajeros, sino que también está poniendo en jaque a las agencias de viaje que ofrecieron sus servicios a miles de usuarios para reservar sus vuelos.
“Gran parte de la compra de los tiquetes aéreos se hace a través de las agencias de viajes, y esos dineros ya se encuentran en la compañía aérea”, expresó.
Indicó además la dirigente gremial que “alguien debe responder” ante las afectaciones que se están generando por esta suspensión sorpresiva en las operaciones de Viva Air, al tiempo que sostuvo que “no podemos permitir que casos como el de Interjet se sigan presentando, pues sobre nuestras empresas está recayendo la responsabilidad, además de sanciones injustas”.
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Es por esta razón que hace un llamado al Gobierno nacional, a la Superintendencia de Industria y Comercio, Superintendencia de Transporte, Ministerio de Transporte y la Aeronáutica Civil para que se tomen medidas frente a esta situación.
“Hemos insistido en la importancia de conocer el músculo financiero de las aerolíneas que operan en Colombia, para que esto sea un respaldo de cara al consumidor, en caso de no prestar los servicios. Así como también en la necesidad de tener un fondo de garantías tipo Fogafín, para proteger a los usuarios a través de un seguro de depósito”, puntualizó.
Así las cosas, esta contingencia que se registra en el sector del transporte aéreo podría tener impactos negativos frente a las metas proyectadas en materia de viajeros nacionales e internacionales, donde Anato ha proyectado un crecimiento cercano al 6 % para este 2023 en la llegada de visitantes no residentes, por lo que la cifra podría ubicarse entre 4,9 y 5,1 millones de personas, aproximadamente.
Esto también tendrá sus implicaciones en el movimiento total de pasajeros, más si se tiene en cuenta que para el año pasado circularon por diferentes terminales del país un total de 48 millones de pasajeros, lo que significó un incremento del 57,2 % frente a 2021, según datos reportados por la Aerocivil.
Este crecimiento en el flujo de pasajeros estuvo representado, en gran medida, en el comportamiento que se registró en el Aeropuerto Internacional El Dorado y el Aeropuerto José María Córdova de Rionegro (Antioquia), donde se presentaron crecimiento del 45,6 y 50,9 % para 2022, respectivamente. Y si bien la problemática de Viva Air golpea a todas las terminales aéreas del país, es en estas dos en particular donde se registran las mayores afectaciones, ya que poseen las mayores conexiones directas nacionales e internacionales.
De prolongarse esta coyuntura, los impactos económicos no solo se reflejarían en la situación de la aerolínea de bajo costo y en sus más de 5.000 trabajadores, cuyo presente y futuro es incierto, sino también en las demás actividades que directa o indirectamente se benefician de los servicios de las aerolíneas, caso particular: las agencias de viaje, las cuales ya se están viendo perjudicadas porque al ser estas intermediarias entre el cliente y el proveedor de servicios, están “pagando los platos rotos” por el incumplimiento de una de las partes; de aquí que desde Anato se esté solicitando una intervención urgente de las autoridades competentes para que no se agudice esta problemática.