Medioambiente

¿Conoce los créditos de carbono y para qué sirven? Esta es la apuesta verde de América Latina para un futuro sostenible

La región tiene un alto potencial en este frente por sus recursos naturales, pero enfrenta desafíos normativos. Requiere regulación, transparencia y cooperación regional para atraer inversión climática y evitar el ‘greenwashing’.

4 de julio de 2025, 10:49 a. m.
El mercado de carbono ha sido una de las respuestas recientes a la deforestación en el mundo.
El mercado de créditos de carbono ha sido una de las innovaciones de este siglo. | Foto: Getty Images

América Latina y el Caribe (ALC) se enfrentan a una oportunidad histórica: convertirse en una potencia verde mediante el mercado de créditos de carbono.

Con abundantes recursos naturales y una alta capacidad de absorción de carbono, los países latinoamericanos podrían atraer miles de millones de dólares en inversiones climáticas, al mismo tiempo que contribuyen a la lucha contra el cambio climático. Y aunque parece que todo va perfecto, el camino no está libre de obstáculos.

Según un Diagnóstico del Mercado que hizo el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF, 2022), el potencial de crecimiento del mercado voluntario es exponencial. Se estima que la demanda global de estos créditos podría multiplicarse por 15 para 2030 y por 100 para 2050.

Sin embargo, para aprovechar esa oportunidad, ALC debe sortear retos estructurales y normativos. Los créditos de carbono son instrumentos que permiten compensar emisiones de gases de efecto invernadero mediante proyectos que reducen o capturan CO2. La región, con sus selvas tropicales, bosques secos y ecosistemas de alto valor ecológico, es líder natural en lo que se denomina soluciones basadas en la naturaleza.

Estos proyectos, como la reforestación o la conservación de áreas amenazadas por la deforestación, generan créditos que pueden ser vendidos a empresas o gobiernos que buscan cumplir sus metas climáticas. Más del 80 % de los créditos latinoamericanos negociados en 2020 y 2021 provienen del uso del suelo y la silvicultura, con Brasil y Perú a la cabeza.

Los combustibles fósiles comprenden el 80 por ciento de la demanda actual de energía primaria en el mundo y el sistema energético es la fuente de aproximadamente dos tercios de las emisiones globales de CO2.
La contaminación industrial impulsa la urgencia por mercados de crédito de carbono más transparentes y eficaces. | Foto: getty images

En 2021, el mercado de créditos de carbono superó por primera vez los mil millones de dólares, con un aumento del 100 % respecto al año anterior. Además, el interés del sector privado está en auge en este año 2025. Grandes fondos de inversión como Goldman Sachs y Morgan Stanley ya operan en mercados como el europeo, y plataformas como Aircarbon Exchange están ganando tracción en América Latina.

No obstante, la falta de estandarización y transparencia es uno de los principales problemas del mercado voluntario. En palabras del Centro de Investigación en Derecho Ambiental de la Universidad Externado de Colombia, “el sistema no siempre garantiza que las reducciones de emisiones sean reales, verificables y permanentes”. Esto ha llevado a casos de greenwashing, donde empresas compran créditos de baja integridad para simular compromisos climáticos ambiciosos.

Frente a este escenario, Colombia, Chile, México y Uruguay ya cuentan con impuestos sobre el carbono y sistemas en marcha o en desarrollo para regular las emisiones. México incluso ha lanzado un sistema piloto de comercio de emisiones. Además, iniciativas como la Alianza del Pacífico y otros acuerdos buscan regionalizar los esfuerzos. Es imprescindible fortalecer las capacidades técnicas, garantizar la calidad de los créditos y alinear las transacciones con los compromisos nacionales, para evitar la doble contabilidad.

Empresas energéticas, financieras y de consumo masivo están liderando la compra de créditos para cumplir compromisos de carbono neutralidad. En este contexto, actores como XM S.A. E.S.P., operador del sistema eléctrico colombiano, están incorporando principios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) en su estrategia organizacional, lo que indica un progreso entre el negocio y la sostenibilidad.

La compañía está a punto de recibir su tercer paquete de créditos de carbono y ya firmó una preventa con el mayor comercializador de créditos de carbono en el mundo por un precio piso de 15 dólares.
La mayoría de los créditos de carbono latinoamericanos negociados en 2020 y 2021 provinieron del uso del suelo y la silvicultura. | Foto: Gutiérrez Group

“Los proyectos con mayor potencial son aquellos que cumplen un doble propósito: por ejemplo, la siembra de árboles frutales en grandes extensiones no solo permite capturar CO2, sino que también genera beneficios productivos para las comunidades y familias encargadas de su cuidado. Para medir el impacto real de estas iniciativas, es fundamental contar con estándares y programas acreditados. En ese sentido, plataformas de registro como Karbonos, de XM, resultan esenciales al aportar transparencia, trazabilidad y seguridad a la información reportada”, explicó Miguel Andrés Buitrago, líder de Karbonos en la Gerencia de Innovación de XM.

América Latina y el Caribe tienen las condiciones naturales para ser protagonistas del mercado global en cuanto a créditos de carbono. Pero sin reglas claras, certificaciones rigurosas y cooperación regional, el mercado podría volverse una ilusión más que una solución.