ECONOMÍA
¿Cuál es el tiempo mínimo de un contrato de arrendamiento en Colombia?
Miles de personas viven en arriendo en el país.
En Colombia, el contrato de arrendamiento es un acuerdo legal mediante el cual una parte concede a otra el uso temporal de un inmueble, generalmente a cambio de un canon mensual.
Este tipo de contrato es muy común tanto en el ámbito residencial como en el comercial. Uno de los aspectos más importantes de este acuerdo es su duración, y muchas personas se preguntan cuál es el tiempo mínimo permitido por la ley colombiana.
Según la Ley 820 de 2003, que regula los contratos de arrendamiento de vivienda urbana en Colombia, la duración mínima de un contrato de arrendamiento para vivienda es de un año. Este plazo busca brindar estabilidad tanto al arrendatario como al arrendador.
No obstante, al vencimiento del contrato, este se prorroga automáticamente por un periodo igual, salvo que alguna de las partes manifieste lo contrario con un preaviso mínimo de tres meses antes del vencimiento.
Lo más leído
Este plazo mínimo de un año aplica exclusivamente a los contratos de arrendamiento de vivienda urbana. Sin embargo, para los contratos de arrendamiento de inmuebles con fines comerciales, industriales o educativos, la ley es menos rígida.
En estos casos, el Código Civil Colombiano y el Código de Comercio permiten una mayor libertad contractual, por lo que las partes pueden acordar una duración menor a un año si así lo desean.
Es decir, en el caso de un arrendamiento comercial, se puede pactar una duración de seis meses, tres meses o incluso un mes, siempre que ambas partes estén de acuerdo y quede debidamente estipulado por escrito en el contrato. Sin embargo, se recomienda que este tipo de acuerdos también cuenten con cláusulas claras sobre la renovación, terminación anticipada y ajustes de canon, para evitar conflictos futuros.
Un punto adicional a tener en cuenta es que, independientemente de la duración acordada, los contratos deben ser redactados por escrito para que tengan validez legal, incluyendo aspectos como el valor del canon, el uso permitido del inmueble, las obligaciones de cada parte y las causales de terminación.
Renovación de un contrato
La Ley 820 de 2003 también regula lo relativo a las prórrogas y renovaciones del contrato. Si llegado el vencimiento del contrato ninguna de las partes manifiesta su intención de terminarlo con al menos tres meses de antelación, el contrato se prorrogará automáticamente por otro año.
Esto ocurre independientemente de que el contrato original fuera por un año o por un plazo mayor. La ley protege de esta manera la estabilidad habitacional del arrendatario, dándole continuidad al contrato si ninguna de las partes expresa su deseo de terminarlo.
