Petróleo
Ecopetrol está en medio de un fuerte torbellino de decisiones del Gobierno que la están afectando. ¿Fuego amigo?
Ecopetrol se mueve en medio de un fuerte torbellino de decisiones gubernamentales que la están afectando: las tensiones tributarias, el interés de terminar la operación en EE. UU. y los retrasos de Sirius.
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Las presiones sobre Ecopetrol cada día son mayores. Después del anuncio del presidente Gustavo Petro para que la empresa salga de uno de sus activos más valiosos: la operación en Estados Unidos, en la cuenca del Permian, que le ha permitido a la estatal petrolera mantener su producción e, incluso, incrementarla, ahora llegó una nueva tensión, esta vez por el lado tributario.
En diciembre de 2024, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) emitió un concepto en el cual estableció que la importación de gasolina y diésel tendría que pagar IVA del 19 por ciento.
Ecopetrol, aunque ha tenido reparos sobre la medida, en cumplimiento de esta determinación, ha cancelado cerca de 550 millones de dólares en impuestos en 2025. Sin embargo, la Dian aplicó esta medida con retroactividad para los años 2022, 2023 y 2024, y la cifra para esas tres vigencias suma 1,5 billones de pesos.
De ese monto, la Dian ya notificó a Ecopetrol sobre la liquidación definitiva de 1,3 billones de pesos, que entró a cobro coactivo, hecho que tiene una alta probabilidad de producir un embargo a las cuentas de Reficar entre los próximos 7 y 18 días, y apagar así la refinería. Es decir, le cae a la petrolera una ráfaga de ‘fuego amigo’.
El escenario es complejo. Además de la posibilidad de dejar a la Costa Atlántica sin diésel ni gasolina jet fuel, surge una preocupación adicional: en su estrategia de deuda en bonos, Ecopetrol tiene pactados unos covenants (compromisos), en los que se establece que, si le llegan a embargar más de 100 millones de dólares, se traduciría en incumplimiento de la deuda y se harían efectivos los cobros, poniendo a la petrolera contra las cuerdas en materia financiera.
Para muchos, la decisión de la Dian es parte de la estrategia del Gobierno de buscar recursos, frente a su difícil situación fiscal. Es decir, como señalan expertos, “una tributaria por la puerta de atrás”.

Mauricio Botero Caicedo en una columna en Semana.com –en su momento– llamó a la situación “la metamorfosis de una iguana en una vaca lechera”. Ante las necesidades de recursos del Gobierno porque las cuentas no cuadran, pero con la meta de aumentar el gasto en medio de un año preelectoral, Ecopetrol quedó en medio de tres dardos: sobretasa por decretos de conmoción interior del Catatumbo, retención en la fuente anticipada e IVA por importación de gasolina, que era del 5 por ciento y lo subieron al 19, y se está cobrando con retroactividad.
Bruce Mac Master, presidente de la Andi, dijo que “desangrar a Reficar y a Ecopetrol para llevarse los recursos hacia el Gobierno nacional, no solo es una torpeza, sino probablemente el mayor daño que se le puede hacer a los principales activos de propiedad de la nación y, por lo tanto, de los ciudadanos. Todo esto, para no mencionar el daño que se le puede hacer a los trabajadores, o el error estratégico que puede significar quitarle capacidad operativa a las dos empresas que suministran la mayoría de los combustibles utilizados en el país”.
Lo cierto es que, después del concepto de la Dian divulgado en diciembre de 2024, la Administración de Aduanas de Cartagena ordenó su aplicación retroactiva a las importaciones de combustibles de los últimos tres años, expidió los Requerimientos Especiales Aduaneros y luego profirió las liquidaciones del IVA por un monto aproximado de 7,76 billones de pesos, lo que hace a esta controversia tributaria la de mayor cuantía en la historia del país, según documento interno de la petrolera conocido por SEMANA.
Antes de este rifirrafe entre Ecopetrol y la Dian, el presidente Petro manifestó el interés de que la estatal petrolera venda su operación en el Permian, que se caracteriza porque su producción se realiza con la técnica del fracking, contra la que el Gobierno ha manifestado una dura oposición. Incluso, hay un proyecto de ley para prohibir esa técnica en el país.
A pesar de la visión del Gobierno, este es uno de los activos más relevantes en materia de producción de Ecopetrol. Exdirectivos de la petrolera, exministros y expertos, en un pronunciamiento público, destacaron la importancia del Permian en la operación, que tiene Ecopetrol en alianza con la Occidental Petroleum Company (OXY) desde 2019, con una participación del 49 por ciento.

Esa operación representa aproximadamente un 15 por ciento de la producción de la petrolera colombiana (115.000 barriles diarios) y en términos financieros es el mejor negocio de la compañía, con un margen ebitda del 76 por ciento frente a un promedio del 35 al 40 por ciento de los proyectos nacionales y, el 14 por ciento del ebitda del segmento de exploración y producción.
“El impacto de una venta no solo afectaría sus ingresos y los del país, sino la estabilidad de las reservas de Ecopetrol. Se estima que perdería cerca de 189 millones de barriles equivalentes de reservas, es decir, 10 por ciento del total”. Expertos del sector señalan, además, que la venta con descuento del negocio de Ecopetrol en el Permian, valorado en 5.500 millones de dólares, podría representar una disminución del 30 por ciento en el precio de la acción.
Esta tensión revivió el episodio de 2024, cuando Ecopetrol desistió del Proyecto Oslo, que le permitiría aumentar ingresos, utilidades, reservas y ebitda, al parecer, por presión directa del presidente Petro.
Al cierre de esta edición, se conoció que Ecopetrol no haría la venta de la operación en el Permian. Sin embargo, como señaló un informe del Grupo Cibest, “no es posible descartar en su totalidad una transacción con estos activos”.
En cuanto a las medidas de la Dian que impactarían a Reficar, la Unión Sindical Obrera (USO), una de las mayores defensoras de la empresa, calificó el caso como un “cobro arbitrario” que pone en riesgo el segundo activo más valioso de Ecopetrol. Pero no fue su única pulla contra el Gobierno.

“La venta del Permian, el cobro arbitrario de IVA por parte de la Dian, más la permanente negación de licencias ambientales desde la Anla, están creando una tormenta perfecta que puede llevar a la quiebra de la principal empresa del país”, advirtió la USO, y anticipó acciones jurídicas, políticas y movilizaciones para defender la empresa.
Por si fuera poco, en materia de gas natural la expectativa está centrada en Sirius, un proyecto off shore que está desarrollando Ecopetrol junto con Petrobras. De acuerdo con un informe de Corficolombiana, el inicio de producción de este campo está previsto para 2031. Sin embargo, hace apenas unos meses se había anunciado que entraría en operación hacia 2028 o 2029. La buena noticia es que Ecopetrol estima que el gas de Sirius se comercializará a un precio 40 por ciento inferior al del gas importado.
Este panorama para la empresa se da en un momento crucial en el que se aproximan decisiones trascendentales. Primero, luego de la renuncia de la presidenta de la junta directiva de Ecopetrol, Mónica de Greiff, que se ha opuesto al cambio de estatutos, a la compra de Monómeros y a la venta en el Permian, se viene la asamblea extraordinaria de accionistas, el 11 de noviembre de 2025. Allí el propósito sería reformar estatutos para analizar la posibilidad de vincular a un representante de los trabajadores a la junta.
También se acerca la entrega de resultados del tercer trimestre de este año. “Se estima una utilidad neta de 2,7 billones de pesos (+49,1 por ciento trimestral, -26 por ciento interanual) y una utilidad anual cercana a 10 billones de pesos en 2025 (-32,8 por ciento anual)”, según calcula Corficolombiana.
Durante 2025, dice la firma, la acción de Ecopetrol ha registrado una caída del 19,8 por ciento entre febrero y octubre, en línea con la baja del petróleo Brent, que ha retrocedido 12,4 por ciento frente al promedio del año anterior. Sin embargo, advierte: “Esto contrasta con el buen desempeño de la Bolsa de Valores de Colombia, que en lo corrido del año se ha valorizado 44 por ciento”.
Así las cosas, Ecopetrol se pone a prueba. El interrogante es si logrará resistir tantas tensiones.

