Emisor
“El aumento de tasas de interés ha sido doloroso, pero necesario”, dice el gerente del Banco de la República y habla de los sapos que le ha tocado tragarse
El alto funcionario explicó por qué ha sido difícil bajar la inflación en el país, las razones que llevaron a una reducción de las reservas internacionales el año pasado y su posterior recuperación este año. Para 2023 prevé utilidades récord del Emisor de 11 billones de pesos.
Como un rebote de la pandemia, el país logró crecer en 2021 y 2022 a un ritmo muy por encima del promedio global, situación que traía más riesgos que beneficios, dado que se estaba creciendo al debe e importando demasiados bienes, pues la demanda iba más rápido que la oferta. Esto disparó la inflación y llevó al Banco de la República a sacar toda su artillería para controlar el nivel de precios.
Como resultado, entre septiembre de 2021 y abril de 2023, la junta directiva del Emisor subió sus tasas de interés de 1,75 % a 13,25 %, el aumento más acelerado desde que se creó el esquema de inflación objetivo. “Ha sido una política fuerte y dolorosa, pero necesaria. El crecimiento de 2021 y 2022 no era sostenible”, admitió Leonardo Villar, gerente del Banco de la República al presentar el informe de su entidad ante la Comisión Tercera de Cámara.
Asimismo, aseguró que la junta del Banco no sube la tasa de interés porque le guste, “ojalá pudiera ser más bajita, que volvamos a una situación de inflación menor, pero hemos hecho un aumento de 11,5 puntos porcentuales, que no se siente de inmediato, sino con un rezago importante y mientras se siente, a uno le dicen que para qué lo hace. Es una crítica comprensible y nos toca tragarnos el sapo durante un tiempo”, explicó Villar
Agregó que el movimiento de tasas es parte de lo que hace que los bancos centrales sean independientes, pues no deben responder a las presiones políticas de corto plazo. Si lo hacen podrían cometer errores. “Tomamos decisiones para el largo plazo, que han sido dolorosas, pero obviamente pensado que la inflación a la postre va a bajar, como confiamos que va a pasar, y eso permitiría a futuro una mayor tasa de crecimiento de la economía”, insistió Villar
Inflación y reservas
Si bien la inflación empezó a ceder en abril, aún se mantiene cercana al 13 %. El gerente del Banco de la República explicó que esto se debe a que los alimentos se han encarecido de forma acelerada. El año pasado, mientras todos los sectores económicos crecieron, el agro se contrajo, afectando la oferta y los precios de los alimentos. A eso se suman unos marcados procesos de indexación de varios precios que se ajustan con la inflación como el salario mínimo (que de hecho subió por encima de ese indicador), los arriendos y los servicios públicos. “Eso implica que se requiere política monetaria más fuerte que en otros países”, puntualizó y agregó que otro factor que afecta la inflación en el país ha sido el precio del dólar, que justamente al bajar en los últimos meses, ha servido para reducir las presiones sobre los precios de la canasta familiar.
Igualmente, la subida del valor de la gasolina, que busca cerrar el déficit del Fondo de Estabilización del Precio de los Combustibles (Fepc), genera presiones al alza en el costo de vida. A pesar de eso Villar cree que la inflación ya tocó su techo en marzo, gracias a que se desaceleraron los precios de alimentos, que crecían al 28 % y ahora lo hacen al 18 %. No obstante, siguen siendo superiores a los de un año atrás, que ya de por sí eran altos. “Esperamos hacia futuro que sigan ajustándose a la baja, para llegar a final del presente año con datos de inflación inferiores al 10 % y que continúen bajando en 2024″, insistió.
De otro lado, Villar informó que las reservas internacionales del país se redujeron en 1.310 millones de dólares el año pasado y quedaron en 57.269 millones, un nivel que dijo es razonable y suficiente según los parámetros del Fondo Monetario Internacional (FMI). Explicó que la rentabilidad negativa de las reservas internacionales de 2022 se debió al hecho de que 20 % de ellas están en monedas distintas al dólar, las cuales se depreciaron frente a la divisa estadounidense, y porque hay un alto porcentaje invertidos en bonos de renta fija, cuyos precios se vieron afectados por las subidas de las tasas de interés de los principales bancos centrales.
“La buena noticia es que eso empezó a cambiar en los últimos meses del año pasado y permitieron que al final el Banco obtuviera utilidades de 2,5 billones de pesos y le pudiera trasladar al Gobierno 1,6 billones”, dijo Villar y añadió que, con la recuperación de los mercados financieros, la expectativa es que este año el Banco de la República pueda alcanzar utilidades récord de 11 billones de pesos.