Microfinanzas

El microcrédito se sigue afianzando como motor de las microfinanzas

A pesar de las mejoras en indicadores como la cartera vencida o el crecimiento del microcrédito, el sector sigue enfrentando desafíos estructurales.

21 de julio de 2025, 10:35 p. m.
María Clara Hoyos, nueva vicepresidenta de ALAMI
María Clara Hoyos, nueva vicepresidenta de ALAMI | Foto: Asomicrofinanzas

María Clara Hoyos, actual presidenta ejecutiva de Asomicrofinanzas, fue elegida recientemente como vicepresidenta de la Junta Directiva de ALAMI (Asociación Latinoamericana de Instituciones de Microfinanzas), un cargo desde el cual busca consolidar la voz de Colombia en el desarrollo regional del sector. Hoyos ha liderado esfuerzos para ampliar el acceso a servicios financieros en territorios apartados y entre poblaciones vulnerables. Desde su nueva posición en ALAMI (organización que agrupa a más de 300 entidades de microfinanzas en América Latina) impulsará el intercambio de buenas prácticas y la construcción de métodos que fortalezcan la inclusión financiera como herramienta de desarrollo económico en la región.

SEMANA: ¿Cuál es el balance de las microfinanzas en 2024 y cómo van en 2025?

María Clara Hoyos : La cartera bruta de microcrédito revirtió, en septiembre de 2024, la dinámica decreciente que venía presentando desde junio de 2022 y a diciembre de 2024 registró un saldo de 22,04 billones y un crecimiento real anual de -1,6%. Pese al mejor desempeño de la cartera bruta, el comportamiento del número de clientes de la industria continuó presentando, a diciembre de 2024, una tendencia decreciente, creciendo al -9,4% anual y atendiendo a 2,62 millones de microempresarios. Por su parte, el monto desembolsado de microcrédito evidenció una recuperación mucho más rápida que la del número de desembolsos, lo cual resultó en un aumento del ticket promedio. En cuanto al comportamiento del riesgo de crédito, durante el 2024 la cartera vencida de microcrédito se desaceleró de forma vertiginosa hasta llegar a registrar un nivel de crecimiento real anual del 0%, esto sucedió en el marco de un proceso intenso de saneamiento de cartera. Derivado de lo anterior, el indicador de cartera vencida con y sin castigos comenzó a mostrar una mejoría desde inicios del segundo semestre de 2024, ubicándose a diciembre de ese mismo año en 13,1% y 8,5%, respectivamente.

SEMANA: ¿Cómo van en 2025? (Con cifras a mayo de 2025)

M.C: En lo corrido de 2025 la cartera bruta de microcrédito continuó con su recuperación y, de hecho, a mayo de 2025 registró un crecimiento real anual positivo de 1,1%, registrando un saldo de $22,94 billones. Pese al mejor desempeño de la cartera bruta, el comportamiento del número de clientes de la industria continúa exhibiendo contracciones, aunque la tendencia decreciente se revirtió (crecimiento anual de -8,8%). A mayo, la industria atendió un total de 2,56 millones de microempresarios. Por su parte, el monto desembolsado de microcrédito siguió recuperándose a un ritmo mucho más rápido que el del número de desembolsos, lo cual ha resultado en un persistente aumento del ticket promedio ($9,3 millones a mayo de 2025). En cuanto al comportamiento del riesgo de crédito, durante lo corrido de 2025, la cartera vencida ha registrado decrecimientos reales anuales, lo que se ha traducido en una continua mejoría del indicador de cartera vencida con y sin castigos, los cuales registraron, a mayo de 2025, niveles de 12% y 7,7%, respectivamente.

María Clara Hoyos, vicepresidenta de ALAMI.
María Clara Hoyos, vicepresidenta de ALAMI. | Foto: Asomicrofinanzas

SEMANA: ¿Qué indicadores o métricas consideran clave para medir el éxito y la eficiencia del sector microfinanciero en Colombia?

M.C: Muchas de estas métricas o indicadores se pueden sacar de la repuesta a la pregunta anterior. A continuación, se listan los que se consideran más relevantes, juntos con otros adicionales, que reflejan el éxito de la industria microfinanciera:

➢ La cartera bruta ha venido presentando una mejora persistente en su dinámica y, a mayo de 2025, ya registró niveles de crecimiento real anual positivos (1,1%).

➢ La cartera de microcrédito atiende a más de 2,5 millones de personas que hacen parte de la economía popular colombiana, de las cuales el 52% son mujeres.

➢ Los indicadores de riesgo de crédito vienen mostrando una mejoría considerable. En el último año, el indicador de cartera vencida ha disminuido 2 puntos porcentuales, ubicándose en 7,7%.

➢ La industria del microcrédito llega a los 1,104 municipios del territorio nacional. El 31,2% de la cartera que coloca esta industria está en municipios rurales.

➢ La industria cuenta con más de 2.800 oficinas a nivel nacional y tiene cerca de 9.000 asesores especializados en brindar servicios financieros y no financieros a la población de la base de la pirámide

SEMANA: ¿Cuáles son los principales retos que enfrenta el sector microfinanciero en Colombia actualmente?

M.C: Uno de los principales retos que enfrenta hoy el sector microfinanciero en Colombia está relacionado con las condiciones en las que se desarrolla el emprendimiento, especialmente en las zonas rurales. Allí, factores estructurales como la baja conectividad a internet y la limitada señal telefónica dificultan el acceso de los emprendedores a herramientas digitales, servicios financieros y procesos de bancarización. Esta brecha tecnológica limita el alcance del microcrédito y otros servicios fundamentales para el crecimiento de los negocios. A esto se suma el mal estado de las vías terciarias, que afecta directamente la comercialización de productos, eleva los costos logísticos y reduce la rentabilidad de los emprendimientos. Otro reto crítico es la situación de seguridad: en algunas regiones, la presencia de grupos armados ilegales genera desplazamientos forzados, extorsiones y bloqueos en la cadena de suministro, lo que crea un entorno altamente incierto para los emprendedores. La alta informalidad también representa un obstáculo importante, ya que muchos emprendimientos no están registrados formalmente ni cuentan con acceso a seguros o financiamiento formal, lo que limita su crecimiento y sostenibilidad. Además, los bajos niveles de educación financiera y formación técnica reducen la capacidad de los emprendedores para administrar sus negocios de manera eficiente. Finalmente, aunque el sector microfinanciero ha avanzado en ampliar su cobertura, aún persisten desafíos para llegar efectivamente a territorios apartados y a poblaciones que carecen de historial crediticio. Superar estas barreras es clave no solo para fortalecer la inclusión financiera, sino también para potenciar el desarrollo económico y social en las comunidades más vulnerables del país.

SEMANA: ¿Cómo está contribuyendo Asomicrofinanzas a la inclusión financiera de las poblaciones vulnerables en el país?

M.C: La asociación tiene un compromiso claro con el desarrollo social y económico de los territorios más apartados del país. Por esta razón, trabajamos día a día para que cada vez más colombianos puedan acceder a productos y servicios financieros formales, adaptados a sus realidades. Esto, sin duda, de la mano de nuestras entidades asociadas, quienes hoy atienden a más de 2,5 millones de colombianos, muchos de ellos mujeres, pequeños productores rurales, emprendedores informales, víctimas del conflicto armado y demás, Además, desde Asomicrofinanzas promovemos buenas prácticas en la industria, desarrollamos investigaciones, generamos conocimiento, impulsamos la educación financiera y articulamos esfuerzos con el sector público y privado para fortalecer el ecosistema microfinanciero. En definitiva, creemos firmemente que el acceso al crédito no solo transforma vidas, sino que también impulsa la productividad, la generación de ingresos y la cohesión social. Así mismo, con el objetivo de promover la transición energética y fortalecer la financiación de proyectos de energía solar fotovoltaica en el país, en el marco del 15 Congreso de Asomicrofinanzas firmaremos junto al Fondo Nacional de Garantías (FNG), Bancóldex y la Asociación Colombiana de Energía Solar (Acosol) una alianza para apoyar al sector empresarial y trabajar articuladamente para llevar soluciones energéticas sostenibles a los territorios.

SEMANA: Recientemente fue elegida vicepresidenta de ALAMI; ¿qué oportunidades y responsabilidades implica este cargo para Colombia y la región?

M.C: Asumir la vicepresidencia de ALAMI es, ante todo, un reconocimiento al trabajo que hemos venido haciendo en Colombia en materia de inclusión financiera con enfoque social. Este cargo me permite llevar la voz del país a un escenario regional, para que se construyan agendas comunes, se compartan buenas prácticas y se fortalezcan las capacidades de los diversos actores estratégicos del sector. Para Colombia, mi presencia allí representa una oportunidad invaluable para consolidar su liderazgo en microfinanzas con propósito, impulsar la cooperación entre países y visibilizar los retos, como lo es llegar a más de 2.000.000 microempresarios apoyándolos en la superación de la pobreza a través de servicios financieros y no financieros.

Millón de pesos
Pesos colombianos, imagen de referencia. | Foto: Getty Images

SEMANA: ¿Cómo se integran las microfinancieras a Bre-B?

M.C: La industria microfinanciera está compuesta por una gran variedad de entidades: bancos multisegmento, bancos especializados en microcrédito, compañías de financiamiento, cooperativas financieras, cooperativas de ahorro y crédito, ONG, fundaciones y Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS). La gran mayoría de las entidades asociadas a Asomicrofinanzas ya están vinculadas a Bre-B y han solicitado a sus clientes que empiecen a registrar sus llaves en sus aplicaciones móviles. La importancia de que la industria se conecte con Bre-B es que va a permitir que los microempresarios empiecen a recibir pagos de forma digital de una manera más eficiente y segura, lo cual les permitirá hacer un seguimiento a sus finanzas de manera más rápida y no tener que desplazarse con el dinero de sus ventas en efectivo.

SEMANA: ¿Qué impacto espera que tenga el próximo Congreso Internacional de Asomicrofinanzas en el sector y en la política pública?

M.C: El impacto de este Congreso será profundo y multidimensional. Este no es solo un evento del sector: es una plataforma estratégica para conectar ideas, decisiones y acciones que puedan transformar el rumbo de la inclusión financiera en Colombia y América Latina. Por esta razón, en esta decimoquinta edición, esperamos generar un impacto tangible en tres frentes: primero, en la consolidación de un ecosistema microfinanciero más innovador, con foco en el uso de tecnologías como la inteligencia artificial, el big data y el open finance para mejorar la evaluación de riesgos y ampliar el acceso al crédito en zonas históricamente excluidas. En una segunda perspectiva, este Congreso servirá como catalizador para visibilizar el papel de las microfinanzas en la construcción de una economía más sostenible, especialmente a través del impulso de los créditos verdes y el fortalecimiento de modelos productivos que aporten a la economía circular. Y tercero, buscamos incidir directamente en la conversación pública y en la toma de decisiones, gracias a la participación de entidades del Gobierno Nacional, organismos multilaterales, la academia y más de 15 entidades fondeadoras internacionales. Estos actores son clave para movilizar inversiones, escalar soluciones de impacto y fortalecer la política pública que apoya a los más de 3 millones de microempresarios atendidos por nuestras entidades asociadas. Además, en un momento en que la economía popular cobra relevancia, este Congreso será el punto de encuentro de quienes creemos que la inclusión financiera no es un objetivo aislado, sino una herramienta poderosa para reducir la pobreza, generar empleo y construir un país más equitativo.

SEMANA: ¿Qué estrategias se están diseñando para fortalecer la resiliencia de las entidades microfinancieras ante contextos de incertidumbre económica y social?

M.C: En contextos de alta incertidumbre económica y social, fortalecer la resiliencia de las entidades microfinancieras es una prioridad estratégica. Una de las principales apuestas del sector ha sido mantener un enfoque centrado en el cliente, a través de estrategias de acompañamiento cercano y permanente a los micronegocios. Este acompañamiento no solo permite conocer de primera mano la evolución de las actividades productivas, sino también anticipar posibles dificultades de pago, ofreciendo soluciones oportunas y adaptadas a la realidad de cada cliente. En este sentido, se han diseñado esquemas de flexibilización de pagos y adecuación de productos financieros al flujo de caja de los negocios, lo cual permite conservar un buen comportamiento crediticio, proteger el historial financiero del cliente y, al mismo tiempo, preservar la calidad de la cartera, que es un pilar esencial para la sostenibilidad de las entidades. A través de esta combinación de acompañamiento, flexibilidad y gestión proactiva del riesgo, las entidades microfinancieras están fortaleciendo su capacidad de adaptación y su estabilidad, asegurando así su rol como actores clave en la inclusión financiera y el desarrollo económico local, incluso en entornos desafiantes.

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Microfinanzas, imagen de referencia. | Foto: Getty Images/iStockphoto

SEMANA: ¿Cómo se promueve desde Asomicrofinanzas la colaboración entre gobierno, organismos multilaterales y el sector privado para potenciar el microcrédito?

M.C: Desde Asomicrofinanzas promovemos activamente la articulación entre el Gobierno, los organismos multilaterales y el sector privado como una estrategia clave para potenciar el acceso al microcrédito en Colombia. Esta colaboración se concreta a través de un diálogo constante y constructivo con las autoridades económicas, que ha sido fundamental para crear condiciones propicias para el crecimiento del microcrédito en el país. Un ejemplo destacado de este trabajo conjunto es la alianza con Banca de las Oportunidades, con quienes venimos impulsando iniciativas orientadas a fortalecer la educación financiera de los microempresarios y facilitar su inclusión financiera. Esta labor se complementa con la organización de ferias y encuentros empresariales en distintas regiones del país, donde en alianza con cámaras de comercio y otros actores territoriales, acercamos la oferta de productos financieros —tanto públicos como privados— a los negocios de cuenta propia que más lo necesitan. Estas acciones no solo amplían el alcance del microcrédito, sino que también contribuyen a cerrar brechas de acceso en zonas rurales y urbanas con bajos niveles de bancarización, reafirmando nuestro compromiso con una inclusión financiera más equitativa, sostenible y articulada a las políticas de desarrollo productivo. El 15.º Congreso Internacional de Asomicrofinanzas es también un escenario clave donde buscamos visibilizar y fortalecer esta articulación multisectorial. Frente al crecimiento de la informalidad en el país, el desafío es enorme: debemos evitar que millones de trabajadores de cuenta propia caigan en situaciones económicas más precarias. Para ello, es fundamental que el Estado despliegue su capacidad para ofrecer protección social, mientras que desde el sector microfinanciero trabajamos para facilitar el acceso a servicios financieros que les permitan mantener sus negocios a flote y apoyar su crecimiento. Esta visión compartida, basada en la cooperación y la acción conjunta, es la base para avanzar hacia una inclusión financiera más sólida, equitativa y alineada con los retos sociales y productivos del país.