Entrevista

Emergencia económica, salario mínimo y tasas de interés, ¿cuál debería ser el camino? Esto dice José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda, en entrevista con SEMANA

José Antonio Ocampo, exministro de Hacienda, se refirió al déficit. Habló sobre su visión del empleo, la inflación y las tasas de interés, y hasta del estado de su relación con Petro. Queda tarea para el próximo Gobierno.

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20 de diciembre de 2025, 3:00 a. m.
Foto: JUAN CARLOS SIERRA-SEMANA

La sombra de la economía

SEMANA: Los colombianos vivimos entre mensajes contradictorios sobre la economía. Unos dicen que está grave y el Gobierno asegura lo contrario, ¿usted cómo la ve?

José Antonio Ocampo: El déficit fiscal es la peor sombra que tenemos. Su corrección es una tarea que debió ser iniciada por este Gobierno, pero ciertamente al próximo le tocará arrancar con un ajuste muy fuerte. El déficit fiscal es muy alto; incluso los datos que se conocieron en estos días muestran que el primario (sin incluir deuda) está por encima de lo que se tenía previsto: 3,6 por ciento. Dicho déficit hace que una circunstancia que venía siendo positiva, la reducción de la carga de intereses de la deuda pública, no se materialice en la disminución del déficit total, que es superior al 6 por ciento.

SEMANA: Y el pronóstico para 2026 no es alentador en materia de déficit...

J.A.O.: Es más o menos similar, quizás un poco más moderado, pero bajo este Gobierno no hay ninguna claridad sobre qué ajuste de gasto público se va a realizar, y la posibilidad de un aumento de ingresos quedó muerta por la decisión del Congreso de la República de tumbar la ley de financiamiento.

Emergencia económica, ¿es viable?

SEMANA: Para conseguir recursos, no se descarta una emergencia económica. ¿Qué opina, teniendo en cuenta que sería una reforma tributaria indirecta?

J.A.O.: Una emergencia económica por este motivo no cumple el requisito fundamental, que es la existencia de un hecho sobreviniente. Las causas de la crisis fiscal son muy conocidas. Por lo tanto, no hay nada sobreviniente.

SEMANA: Pero el presidente podría declararla y aplicar las medidas mientras la Corte se pronuncia.

J.A.O.: Creo que todo lo que se decrete en este caso se podría caer en la Corte. Y lo digo como una persona a la que le declararon inconstitucional una emergencia económica. Fue a inicios de 1997, cuando fui ministro de Hacienda en el Gobierno de Ernesto Samper. La situación de ese entonces estaba relacionada con el exceso de entrada de capitales extranjeros, los cuales generaban una revaluación fuerte del tipo de cambio.

Deuda pública impagable va rumbo a un gota a gota_1
Foto: Juan Carlos Sierra

El manejo de la deuda

SEMANA: ¿Por qué se sigue subiendo el déficit fiscal si hay un manejo de deuda que muchos califican de favorable?

J.A.O.: Evidentemente, en materia de deuda sí ha habido mejoras. Tanto en el servicio (pago de intereses) como en el saldo, se ha aplicado esa política de no endeudarse tanto en dólares y más bien en euros y francos suizos, lo que ha reducido el costo del financiamiento. Lo que no se ha reducido es la tasa de interés de los TES. Ahí hay un problema muy serio que he venido notando desde hace varios meses. Y la razón no es la que ha expuesto el presidente, que sería porque el Banco de la República no ha bajado las tasas de interés. De hecho, estas han bajado 4 puntos si se toma como referencia diciembre de 2023. La tasa DTF (Depósito a Término Fijo) y la tasa de interés del sector privado han disminuido 4 puntos o un poco más. Por el contrario, las de los TES de un año han bajado marginalmente solo unas décimas y las de los TES de cinco y diez años han aumentado. Quiere decir que el endeudamiento en pesos a largo plazo se ha vuelto costoso.

Debo resaltar que las políticas de Crédito Público sí han logrado bajar tanto la deuda como el servicio de la misma, y uno hubiera esperado que esa reducción se reflejara en un menor déficit fiscal total, pero, como ya lo señalé, lo que han hecho es aumentar el déficit primario, con lo cual no se ha logrado ese efecto positivo tampoco.

(GERMANY OUT) Great Britain England London - Headquarters of the rating agency Fitch Ratings (Photo by Classen/ullstein bild via Getty Images)
Photo by Classen/ullstein bild via Getty Images Foto: ullstein bild via Getty Images

Fitch bajó la calificación

SEMANA: Fitch rebajó la calificación de Colombia y advirtió falta de un ancla fiscal creíble. ¿Esto confirmaría que la situación no es tan favorable como sostiene el Gobierno?

J.A.O.: Debo decir que Colombia perdió el grado de inversión con dos de las calificadoras, incluyendo Fitch, en 2021, bajo el Gobierno pasado. Lo mantiene con Moody’s. La verdad es que las posibilidades de recuperarlo son muy bajas. Es una tarea compleja que también tendrá que llevar a cabo el próximo Gobierno.

SEMANA: Se critica que el crecimiento económico del país no es por políticas de Gobierno, sino por mayor consumo. ¿Comparte esa idea?

J.A.O.: Evidentemente, hay reactivación en casi todos los sectores, aunque no es por políticas de Gobierno, sino por el dinamismo del sector privado. Destaco el agropecuario y recientemente el manufacturero. Hay actividades que siguen en dificultades, como construcción de vivienda y minería. Esta última, en particular, la veo muy complicada, en parte por las políticas de Gobierno. A nivel agregado, el problema básico de que el crecimiento se base en el consumo, especialmente público, sin dejar de lado el privado, es que la inversión se mantiene en niveles muy bajos. Si no sube, se complica la senda de crecimiento alto hacia el futuro.

Piedad Urdinola, directora del Dane, durante la presentación de los resultados de mercado laboral en junio.
Piedad Urdinola, directora del Dane, durante la presentación de los resultados de mercado laboral. Foto: Dane

El empleo se está dando

SEMANA: Otro tema que genera controversia es el empleo, pues se dice que es pura informalidad y contratos de prestación de servicio del Gobierno. ¿Qué opina?

J.A.O.: Cuando uno ve los datos, hay que decir que el desempleo también ha mejorado. Si se compara octubre contra octubre del año pasado, con datos desestacionalizados, mi cálculo es que tres cuartas partes del nuevo empleo ha sido formal. Pero la informalidad sigue siendo muy alta. Y está el riesgo –que no es pequeño– de que con la reforma laboral y un aumento muy fuerte del salario mínimo la formalidad se vuelva a deteriorar.

Salario Minimo.jpg
Salario Mínimo Foto: Adobe Stock

Salario mínimo, ¿de cuánto?

SEMANA: Con la inflación por encima del 5 por ciento, ¿es un riesgo para la economía si el salario mínimo sube fuerte y la crisis fiscal se agrava?

J.A.O.: Existe una regla ya establecida, que, además, es de carácter constitucional, y ella indica que el objetivo de la política monetaria es la inflación, pero debe estar en coordinación con la política económica general. La misma Corte interpretó que la política monetaria no puede desligarse del empleo y de la actividad productiva. Pero con reactivación y una inflación que está 2 puntos por encima de la meta del Banco de la República, no es correcto que la junta reduzca la tasa. Por otra parte, no se puede desconocer el riesgo de que un aumento desmedido del salario mínimo pueda afectar la inflación, aunque creo que ese efecto no sería sustancial.

SEMANA: Dentro de las dos propuestas de incremento del salario mínimo: 16 por ciento de sindicatos y 7,21 de empresarios, ¿cuál debería ser el punto medio?

J.A.O.: Hace unos años se estableció que la regla debería ser inflación más productividad para no afectar al empleo formal. De acuerdo con esa fórmula, el aumento debería ser un poco más del 6 por ciento. Creo que la solicitud de las centrales obreras es muy alta, así como el anuncio del 12 por ciento del ministro del Interior, Armando Benedetti. No me inclino de un lado ni del otro. Creo que, por ejemplo, podría llegarse a un punto medio del 8 por ciento.

Tributaria, entre lo político y lo técnico

SEMANA: El hundimiento de la reforma tributaria en el Congreso de la República ha motivado mensajes fuertes del presidente Petro. ¿Cree que las decisiones tomadas han obedecido más a criterios políticos? A otros Gobiernos les han aprobado reformas similares.

J.A.O.: Yo mismo, como ministro de Hacienda, pasé una reforma tributaria bajo este Gobierno. Entonces creo que sí se pueden hacer. El problema fundamental es otro. En particular, no estoy en contra de las reformas tributarias, sino en que la propuesta de ajuste fiscal no incluya el recorte del gasto público. Tiene que haber una mezcla. Si el Gobierno no ha hecho ninguna propuesta importante en reducción de gastos, es muy complicado que vaya a pedir mayores impuestos.

SEMANA: Es decir, cree que el Congreso le está cobrando la terquedad a Petro.

J.A.O.: Bueno, no utilizo yo la palabra terquedad, pero no creo que ese sea el problema.

Gasto público, si se puede

SEMANA: ¿En cuánto habría que recortar el gasto si desde Hacienda se habla de que no pueden porque hay compromisos inflexibles?

J.A.O.: Hay una proporción muy alta del gasto que es inflexible y, por esa razón, en cualquier ajuste que haga el próximo Gobierno, tiene que buscar la manera de flexibilizar un poco. En eso estoy de acuerdo: ahí hay un problema que no es irrelevante. Pero, por eso mismo, se debe tener mucho cuidado con el tema del salario mínimo, porque ahí también hay mucho gasto público asociado a las alzas. Yo comencé la eliminación de indexaciones.

La reforma tributaria de 2022 vino acompañada de dos tipos de recortes: la eliminación de algunas indexaciones y la reducción del subsidio a la gasolina. Ahí bajamos un punto y medio del PIB en gasto, entre 2022 y 2023, ajustando el precio de la gasolina. El déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Fepc) que heredó el Gobierno era enorme. El presidente dice que yo soy responsable de los 70 billones asociados al subsidio a la gasolina, y no es cierto. Fui yo quien lo convencí de que había que ajustar el precio de la gasolina y el ACPM. La gasolina se hizo –en gran medida durante mi periodo como ministro– y gracias a eso el gasto público bajó cerca de un punto y medio del PIB. Y venía el del ACPM, que comenzaría en julio de 2023. Yo ya estaba fuera del Gobierno y no lo hicieron.

Ministro de Hacienda Germán Ávila y Leonardo Villar gerente del Banco de la República
Ministro de Hacienda Germán Ávila y Leonardo Villar gerente del Banco de la República Foto: Banco de la República / Youtube

Tasas de interés, para dónde deben ir

SEMANA: Sobre las tasas de interés del Banco de la República, en ocasiones se le responsabiliza de efectos adversos en la economía. ¿Cuál debería ser el camino: mantenerlas, bajarlas o subirlas?

J.A.O.: El Banco ha sido responsable porque la inflación se ha comportado de manera inercial, con una reducción pequeña en noviembre, pero es prácticamente la misma inflación de hace un año. Además, como ya vimos, la actividad económica y el empleo sí se están reactivando. Entonces no tiene ningún sentido bajar las tasas de interés del Banco. Comparto la idea de mantenerlas y estoy en desacuerdo con aumentarlas.

SEMANA: ¿Qué le recomendaría a quien llegue a la Casa de Nariño para reactivar la inversión, factor clave para disipar temores sobre la economía futura?

J.A.O.: Hay que tener una buena política productiva y también estabilidad macroeconómica. Y es esencial la confianza en el sector privado.

En modo político

SEMANA: Y las preguntas políticas: ¿cómo está su relación con Petro?

J.A.O.: Le respondo de la siguiente manera: no he visto al presidente Petro desde que salí del Gobierno.

SEMANA: Dentro del ramillete de aspirantes a la presidencia, ¿ve alguno que pueda hacer algo por el país?

J.A.O.: Yo soy, como siempre he sido, de centroizquierda.


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