“Es una apuesta que no podemos dejar perder”: Duque sobre posible venta de ISA a Ecopetrol

Los anuncios de Ecopetrol, hechos la semana pasada, sobre su interés por adquirir la participación de la Nación en Interconexión Eléctrica S.A. (ISA) cayeron muy bien en el Gobierno.

El más reciente anuncio de respaldo lo hizo el presidente Iván Duque, al indicar este jueves haberse emocionado cuando escuchó que la petrolera presentó una oferta no vinculante por el 51,4 % de las acciones de ISA que tiene el Estado colombiano.

“Quise entender muy bien la visión (de la movida) y es que Ecopetrol no piensa en ser una empresa del siglo XX o comienzos del XXI, sino del siglo XXII”, aseguró el presidente.

Este espaldarazo a la posible transacción de parte de Duque llega con un mensaje poderoso, en medio de un proceso interno que comenzó el Ministerio de Hacienda para analizar cómo, cuándo y por cuánto enajenar su participación en ISA.

De acuerdo con el jefe de Estado, de darse esa “importantísima transacción”, no solo se preservaría el valor de las compañías, sino que se mejoraría el valor para los accionistas. Y, sobre todo, agregó, “estaríamos creando uno de los conglomerados energéticos más importantes del mundo”.

No es gratuito que Duque concluyera su intervención diciendo que esta es una apuesta de país que no se puede dejar perder y que representa oportunidades para cientos de emprendedores.

Si bien el presidente no ha sido el primero en el Gobierno en respaldar la potencial compra, sí se convierte en el funcionario de mayor nivel en pronunciarse sobre esta posible movida empresarial, que se convertiría en el negocio del año si llega a concretarse.

Eso sí, con la particularidad de que sería más bien un movimiento dentro del Ejecutivo y no una puja de empresas. A pesar de lo anterior, que sea una u otra cosa, dependerá del Ministerio de Hacienda, que ya busca una asesoría legal y de banca de inversión para sacar adelante la enajenación de ISA.

Como reveló SEMANA, la directora general de Participaciones Estatales del MinHacienda, Adriana Mazuera, publicó los procesos contractuales en la página de la entidad, dándole rienda suelta a esta iniciativa.

Según uno de los documentos, se busca un “análisis y diseño de alternativas y estrategias legales que permitan la optimización de valor y de aprovechamiento de la participación accionaria de la Nación en Interconexión Eléctrica ISA”. Y en caso de ser procedente la enajenación de este activo, el ganador del contrato también implementaría la opción elegida.

Es importante mencionar que todo lo anterior se enmarca en un programa adoptado por el Gobierno, denominado “Optimización del modelo de gestión y administración del portafolio de empresas estatales”.

Palabras más, palabras menos, se pretende darle un mejor uso a las inversiones del Estado, argumento que se utilizó también con la venta de Isagén. Ahora, está la coyuntura de la covid-19, la cual generó una dura caída en el recaudo de impuestos y llevó a que el Estado se endeudara en una cifra histórica.

Pros y contras

De acuerdo con el gerente de Investigaciones Económicas y Estrategia en Davivienda Corredores, Germán Cristancho, esta operación tiene varios aspectos positivos, a pesar de las dudas que ha generado entre los inversionistas, el mercado e incluso entre algunas calificadoras.

Por ejemplo, el hecho de que este activo pase a manos de la petrolera le permitirá al país conseguir recursos, sin la necesidad de que la empresa pase a manos de privados.

Así mismo, es una oportunidad para que Ecopetrol diversifique su portafolio y también haga la transición a energía y energías limpias, lo cual puede llegar a ser una oportunidad para la compañía más grande de Colombia.

Sin embargo, el analista señaló que es importante que se definan las condiciones adecuadas de venta, en las que ni se beneficie a ISA ni se beneficie a Ecopetrol, sino que se haga bajo un precio justo, lo cual es mejor si se encarga a un consultor independiente.

No es normal que se den este tipo de transacciones, explicó Cristancho, por lo que el Gobierno tiene que ser “muy cuidadoso”, ya que los inversionistas tienen sus reservas, pues los minoritarios van a ser meros observadores de la operación.