Política monetaria

Estas son las presiones que tiene la Junta Directiva del Banco de la República para definir qué hará con las tasas. La relevancia del salario mínimo

La Junta Directiva del BanRep definirá en los próximos días qué pasará con las tasas de interés. Hay preocupación por un desbordado aumento del salario mínimo que impacte la inflación en 2026.

27 de septiembre de 2025, 8:34 a. m.
La Junta Directiva del Banco de la República enfrenta presiones por la inflación, el déficit fiscal y el debate sobre el salario mínimo, factores que marcarán sus decisiones sobre tasas de interés. | Foto: BANCO DE LA REPÚBLICA

El próximo martes 30 de septiembre, la Junta Directiva del Banco de la República se reunirá para definir qué hará con las tasas de interés. Aunque se anticipa que será un capítulo más de desacuerdos con el Gobierno, esta reunión, a diferencia de otras, es particularmente relevante por el momento en el que se da y las tensiones que se han generado en la discusión.

Por una parte, hay señales que impulsarían una reducción de las tasas. La más importante de ellas se dio hace apenas dos semanas, cuando la Reserva Federal (Fed) decidió bajar en 25 puntos básicos su tasa de interés y la expectativa es que siga reduciéndola en los próximos meses. “A inicios de 2025, el mercado descontaba un único recorte de 25 puntos básicos en medio del esperado “excepcionalismo estadounidense”. Sin embargo, los múltiples cambios de la política económica modificaron ese panorama, y el deterioro del mercado laboral comienza a pesar más que el rebrote inflacionario, tanto sobre la decisión de la Fed como en la formulación de expectativas”, dice un informe de Corficolombiana.

Aunque no es una regla definitiva, es habitual que los bancos centrales sigan la senda que marca la Fed en materia de tasas. Sin embargo, en Colombia hay otra cara de la moneda que presiona la inflación, variable clave en la que tiene prioridad la política monetaria del Emisor.

En el corto plazo, la inflación sigue bordeando el 5 por ciento. En agosto pasado fue de 5,1 por ciento anual, 20 puntos básicos más que en julio, cuando registró 4,9 por ciento. Según Anif, este resultado confirma las expectativas de presiones inflacionarias durante el segundo semestre del año. El resultado de agosto se explicó por mayores presiones en ocho de las 12 divisiones de gasto frente al mes anterior.

El MinTrabajo dijo que no hay pronunciamiento oficial sobre aumento del salario mínimo, pero el Gobierno del presidente Gustavo Petro ha anticipado que será “elevado”.
El MinTrabajo dijo que no hay pronunciamiento oficial sobre aumento del salario mínimo, pero el Gobierno del presidente Gustavo Petro ha anticipado que será “elevado”. | Foto: PRESIDENCIA

De otro lado, como se registró en las minutas de la reunión de julio, un grupo de codirectores advirtió, con respecto al panorama fiscal, que el creciente déficit del Gobierno central previsto para 2025 y 2026 genera un impulso macroeconómico que se reflejaría en mayores presiones inflacionarias y en un incremento adicional de la “ya alta prima de riesgo país”.

Pero no solo se anticipa un déficit fiscal más elevado para 2025 que el previsto por la nación, sino que, para 2026, existe el riesgo de que el déficit alcance nuevos máximos. Esto suena paradójico en un contexto en el que la prima de riesgo país y la tasa de cambio se han mantenido, pero que se explica por el entorno global de apetito por riesgo. Además, hay que tener en cuenta que el consumo de los hogares y la demanda interna también podrían estar presionando la inflación.

Y de cara al año entrante, la mayor preocupación está relacionada con el incremento del salario mínimo, que indexaría otros precios. Aunque el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, dijo que no hay ningún pronunciamiento oficial sobre un incremento por encima de la inflación, el ministro de Hacienda, Germán Ávila, sí ha señalado que el aumento será elevado, como lo recordó un informe del Banco de Bogotá.

Los estimativos de la entidad financiera establecen que existe una alta probabilidad de “un aumento desbordado” del salario mínimo, apuntando hacia 1.600.000 pesos en 2026, consistente con un ajuste de 12,4 por ciento.

“De toda la canasta de consumo de los colombianos del IPC, cerca del 25 por ciento corresponde a servicios sujetos al salario mínimo. Estamos hablando, entonces, de que 25 por ciento va a estar impactado de manera importante por el salario mínimo”, dice Camilo Pérez, gerente de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, quien considera que las tasas se mantendrán estables con una votación dividida.

El ajuste del salario mínimo para 2026, que podría rondar el 12,4 %, se convierte en una de las principales presiones sobre las decisiones de tasas del Banco de la República. | Foto: Krakenimages.com - stock.adobe.com

También en las minutas de julio se recogió la preocupación de algunos codirectores del Banco de la República en este sentido, quienes recalcaron que un ajuste sustancial del salario mínimo en 2026 constituiría un obstáculo para que la inflación vuelva al rango meta –de entre 2 y 4 por ciento–, limitando el espacio de recortes de tasa.

Con este escenario, ¿qué camino tomará la Junta Directiva del Banco de la República? Aunque el recorte de tasas por parte de la Fed podría abrir algún espacio para reducirlas en Colombia, con el panorama local esto parece poco probable, tanto en la decisión de septiembre como en las dos últimas de este año, anticipa Anif.

En su habitual encuesta, señala que la mayoría de los analistas anticipa que no habrá espacio para nuevos recortes, manteniendo el 9,25 por ciento al cierre de 2025. “Así, la política monetaria se mantendría restrictiva en 2025 y podría quizás flexibilizarse con nuevos recortes en el segundo semestre de 2026”.

Resalta las presiones inflacionarias en los próximos meses, que dificultan la convergencia al rango meta. “Si bien la actividad económica y el empleo han mostrado una dinámica positiva durante 2025, el riesgo de que la inflación continúe acelerándose consolida la cautela de la Junta Directiva del Banco de la República para mantener el nivel actual de la tasa de interés”, dice Anif.

Aunque la reducción de tasas de interés por parte de la Fed y la expectativa de que esos descensos continúen le abre espacio a la Junta Directiva del Banco de la República para mover su tasa, las presiones se mantienen. Incluso no se llegaría al rango meta en 2026.
Aunque la reducción de tasas de interés por parte de la Fed y la expectativa de que esos descensos continúen le abre espacio a la Junta Directiva del Banco de la República para mover su tasa, las presiones se mantienen. Incluso no se llegaría al rango meta en 2026. | Foto: GETTY IMAGES

“El Banco puede no ser culpable, pero sí es responsable. Su principal herramienta, la tasa de política monetaria, debe manejarse con extrema cautela. La economía crece por encima de lo previsto y el desempleo sigue cayendo, debilitando los argumentos para recortar tasas. Además, unas finanzas públicas al filo del precipicio reducen aún más su margen de maniobra. El Banco debe amarrarse al mástil y resistir los cantos de sirena”, advierte César Pabón, director de Estudios Económicos de Corficolombiana.

Aunque la mayoría de analistas estima que se mantendrán las tasas inalteradas, otros esperan una reducción. Oxford Economics considera que el Banco de la República reanudará el ciclo de recortes. “Esperamos que el banco central reduzca su tasa de política monetaria en 25 puntos básicos hasta 9 por ciento, en su reunión de septiembre, el primer recorte desde mayo”.

Prevé que la tasa de política cierre 2025 en 8,5 por ciento y 2026 en 7 por ciento, para alcanzar 6 por ciento en el segundo semestre de 2027.

Para Bancolombia, por su parte, continuará prevaleciendo la cautela en las decisiones de la junta del Emisor, con el fin de promover un proceso gradual de convergencia de la inflación hacia la meta. “Por este motivo, anticipamos que no habrá más recortes de tasa durante 2025 y se reanudarían en el primer trimestre de 2026”. La expectativa crece.