Restaurantes
Estas son las razones por las que fracasan los restaurantes, uno de los negocios a los que más le apuestan los emprendedores
Por más que se siembren en terreno fértil, no faltan los nubarrones. Este análisis de Fenalco es para que no pierda dinero.

“Cuando me pensione voy a abrir un restaurante”, “Si me quedo sin trabajo pongo un puesto de comidas”. Los colombianos le tienen mucha fe al negocio de los restaurantes y los ven como el flotador más cercano, ante cualquier circunstancia en la que vean amenazado su ingreso habitual.
No en vano, este es uno de los negocios que más se inician, pero también uno de los que tienen más alta cifra de cierres.
Así lo evidenció Fenalco en la Bitácora económica de julio, en la que confirman que “muchos locales que en apariencia lo tienen todo para triunfar no logran sostenerse en el tiempo".
Aun con productos gastronómicos de alta demanda y ubicaciones estratégicas, muchos restaurantes terminan naufragando. ¿Por qué? Estas son las razones, según Fenalco:
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No es el plato ni la ubicación
Una de las amenazas sobre el negocio de los restaurantes no suele ser el plato que ofrecen, tampoco la ubicación. Cuando se tienen bajo control esas dos variables, lo que debe primar es la gestión interna, según Artemio Becerril, consultor y capacitador en hoteles y restaurantes, citado en la Bitácora económica.
Algunos colombianos que se embarcan en el montaje de un restaurante ponen el foco en temas que, sin duda, son atractivos para el usuario, por lo tanto, logran jalar gente, pero no mantenerla. A juicio del experto, estos lugares no salen a flote porque “descuidan el servicio, la ambientación, el ambiente laboral, entre otros, lo que hace que el cliente no regrese”.

Un error involuntario
Quien monta un restaurante no lo hace pensando en que va a fracasar. Al contrario, en ocasiones se realizan proyecciones de rentabilidad que, al final del día, no llegan. Esto se debe, según el análisis de Fenalco, a la inexistencia de una estructura organizacional, que sería uno de los errores más comunes.
Esto sucede, en parte, porque las personas abren un local para vender comida, pero lo inician sin la debida planeación, pero el hecho de tener procedimientos estandarizados es clave en todo momento, pero más aún cuando se requiere resolver problemas que salen de la nada.
Un ejemplo de ese error es cuando el administrador o líder en el restaurante tiene que salir apresurado, porque se acabaron los vasos. Entonces, todo le sale más caro y hasta evidencia en los clientes el despelote.

Un barco sin rumbo
De acuerdo con el documento de Fenalco, es clave evitar al máximo la improvisación. Principalmente en la contratación de personal, ya que “el restaurante que prospera lo hace porque su dueño o gerente contrató al mejor chef, al mejor responsable de piso y construyó un concepto claro con operación sólida. El éxito no se mide solo por cuántos platos se venden, sino por cuán bien está diseñada la operación para sostenerse en el tiempo".