Macroeconomía
Estudio revela que Colombia podría llegar a ser uno de los países más envejecidos del mundo en 2070
El país cuenta con una población relativamente joven, teniendo en cuenta que la mayoría de las economías desarrolladas han envejecido. No obstante, los datos de nacimientos recientes le dieron un giro inesperado a esta perspectiva.

En los últimos años, Colombia ha experimentado una clara transformación demográfica, enfrentando un rápido proceso de envejecimiento. Según el informe de Corficolombiana titulado Más canas, menos cunas, en 2024 los nacimientos disminuyeron un 13,7 %, después de haber caído un 7,0 % en 2022.
Bajo esta coyuntura es posible decir que si se reducen las cifras de natalidad, el envejecimiento de la población se hará presente, pues la reducción de la población jóven conllevaría a una mayor participación de los adultos en el total poblacional.
Así mismo, de acuerdo con las proyecciones del Dane, la edad promedio de los colombianos aumentará 12 años en las próximas tres décadas, un salto que, en el pasado, tomó alrededor de 75 años, además, anticipa que para 2070, la edad promedio superará los 85 años. El proceso de envejecimiento de la población colombiana sería más acelerado que el experimentado por Japón, lo que consolidaría a Colombia como uno de los países más envejecidos del mundo en menos de 50 años.
Este es solo un fragmento del amplio panorama al que se enfrenta el país al transicionar de uno de los países más jóvenes a uno de los más envejecidos del mundo en las próximas décadas, qué en muchas áreas, resulta siendo conflictivo, pues a diferencia de los países más desarrollados en los cuales se ha visto este fenómeno, en Colombia se dará este cambio sin altos niveles de ingreso. Cabe resaltar que esta es una situación que plantea diversos retos macroeconómicos, fiscales y sociales.
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Este cambio, generado principalmente por factores estructurales como la creciente incorporación de la mujer al mercado laboral y el acceso generalizado a métodos de planificación familiar, logra redefinir los desafíos sociales, económicos y de bienestar en el territorio nacional.
La caída acelerada de nacimientos figura como detonante y no es un fenómeno reciente, entonces es preciso mencionar algunos factores que marcan una inflexión, como la relación inversa que existe entre la tasa de fertilidad y el nivel de desarrollo económico.
En este contexto, a medida que la economía avanza, se evidencian mejoras en la educación y en la clase media, y a su vez el costo relacionado a la oportunidad de tener hijos y su crianza aumenta. Es así que las mujeres pasaron de tener, en promedio, 6,2 hijos entre 1965 y 1970, a 1,83 hijos en la década de 2010, se menciona en el informe.
Por otro lado, debido a factores coyunturales, la época de la pandemia representó un momento crítico, acelerando significativamente la caída de los nacimientos. Esto debido a que entre 2021 y 2024 la inflación promedio en Colombia fue del 8 %, más del doble que entre 2010 y 2019.
De la misma manera la vivienda subió un 8,6 % anual, superando la inflación. Estos aumentos afectan y se ven reflejados en la dificultad de la crianza y reducen la previsibilidad de ingresos. Además, entre 2021 y 2024 el índice de incertidumbre de la Política Económica de Fedesarrollo en 2025 fue del 86 %, superior al promedio de la década anterior, lo cual genera dudas al formar una familia.
Otro factor importante que contribuyó a la caída de la natalidad fue la migración. Según el Dane, el saldo migratorio internacional, habría alcanzado un máximo de 700.000 personas en 2019, asociado principalmente a la mayor llegada de la población desde Venezuela. Sin embargo, este flujo se habría reducido considerablemente tras la pandemia, pasando a estar por debajo de los 100.000 en 2024.

Retos y oportunidades
Dentro de los desafíos que enfrenta Colombia se encuentran los ingresos laborales, los cuales alcanzan su pico máximo en torno a los 36 años, y a partir de los 52 años las personas comienzan a desahorrar. Es así que la realidad para muchos adultos mayores se torna complicada. Adicional a eso, según Colpensiones, solo la cuarta parte de los adultos mayores se pensiona, con un ingreso promedio de 1,5 millones de pesos, mientras que el 28 % aún siguen activos laboralmente.
El envejecimiento de la población, además de afectar el crecimiento económico, también plantea retos significativos en la equidad. En el sistema pensional, la desigualdad sigue siendo un tema recurrente pues solo aquellos trabajadores formales, con mayores ingresos y mejor educación reciben una pensión.
En cuanto a las oportunidades, la economía plateada se consolida como un elemento sólido. Los adultos tendrán una participación mayor en el consumo del país, representando un mercado de crecimiento para los sectores de vivienda, la tecnología asistida, los servicios financieros, la movilidad, el entretenimiento y el turismo.

El crecimiento de este tipo de economía constituye una oportunidad importante para Colombia y América Latina, en la medida en la que la demanda por servicios personalizados, integrados y sostenibles se constituya como un nicho creciente, el cual puede dinamizar la innovación, el emprendimiento y la inversión pública, y privada.
Finalmente, la migración sigue representando una herramienta estratégica para la aceleración demográfica y el sostenimiento de la oferta laboral.
En ese sentido, Colombia puede iniciar la implementación de políticas públicas que favorezcan la inserción de personas migrantes en los sectores claves de la economía, “Colombia debe aprovechar oportunamente el potencial de la migración para mantener una sólida base de fuerza laboral y ralentizar el ritmo del envejecimiento”, se menciona en el informe de la Corficolombiana.