Fitch advierte sobre la pérdida de credibilidad fiscal de Colombia y duda del éxito de una nueva reforma tributaria

Los anuncios que hizo el viernes 13 de junio el ministro de Hacienda, Germán Ávila, sobre la futura senda de las finanzas públicas y que eran altamente esperados por analistas, economistas y calificadoras de riesgo, no sirvieron para calmar las expectativas, sino que, por el contrario, incrementaron la incertidumbre sobre la capacidad del país para poder ajustar sus niveles de ingresos y de gastos.

Precisamente, la calificadora Fitch Ratings emitió este miércoles, 18 de junio, un informe con su análisis del Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) 2025, que fue el documento que presentó Ávila y que consiste en la carta de navegación de las finanzas públicas para los próximos diez años y que se actualiza en cada anualidad.

Allí, el ministro de Hacienda informó que se aumentará el déficit fiscal, pues recaudarán menos impuestos, pero no van a reducir el gasto. Así mismo, señaló que para compensar esa situación se contratará más deuda pública y se preparará una nueva reforma tributaria.

En Fitch aseguran que el nuevo MFMP “pone de relieve el continuo deterioro de la situación fiscal de Colombia y aumenta la incertidumbre sobre las perspectivas de medidas correctivas”. Estos factores fueron tenidos en cuenta en marzo pasado cuando esta firma pasó la calificación del país de estable a negativa.

En el MFMP la meta de déficit del gobierno central para 2025 se sube en 2 puntos porcentuales, hasta el 7,1% del PIB. También aumentan las proyecciones para 2026 y 2027, cuando el déficit se situará en 6,2% y 4,9%, respectivamente. En Fitch señalan que el lío del plan para reducir el déficit establecido en el MFMP es que se basa en medidas de ingresos inciertas, “incluida una reforma tributaria no especificada, y recortes de gasto que se aplicarán con retraso por la nueva administración que sea elegida a partir de 2026”.

Desde Fitch agregan que, aunque ellos ya habían previsto un bajo desempeño de los ingresos y la renuencia de la administración del presidente Gustavo Petro a sacrificar gasto, lo que significa que el país tendría dificultades para cumplir con las metas fiscales, el descuadre es mayor de lo que habían anticipado en marzo, cuando pronosticaron un déficit del gobierno central del 6,2 % del PIB.

El aumento en las metas de déficit, sumado a la suspensión de la regla fiscal por tres años y a las amplias desviaciones respecto a las proyecciones presupuestarias han afectado la credibilidad de la política fiscal colombiana a ojos de Fitch.

En la calificadora insisten en que la falta de medidas detalladas de consolidación fiscal hace que las perspectivas sean altamente inciertas. Como muchos analistas consideran poco viable una nueva reforma tributaria, que contemplaría ajustes al IVA y al impuesto sobre la renta para personas de altos ingresos. “El Congreso rechazó la anterior propuesta tributaria (la ley de financiamiento) y es un proceso que resulta complicado antes de las elecciones presidenciales programadas para mayo de 2026. Creemos que esto pone en duda el ajuste fiscal neto de 1 punto porcentual del PIB planeado para 2026, que dependería únicamente del aumento de los ingresos”, subrayan.

También les preocupa que el recorte de gastos, según el MFMP, solo está programado de 2027 en adelante, por lo que también está sujeto a la incertidumbre electoral. Además, las dificultades para apretarse el cinturón incrementarán con la aprobación de reformas como la pensional y la del Sistema General de Participaciones (SGP).

“Colombia cuenta con un historial de aprobación de reformas tributarias, pero el riesgo de un desliz fiscal continuo antes de las elecciones podría dificultar aún más el desafío para la próxima administración. Esta deberá formular e implementar un plan creíble de reducción del déficit al asumir el cargo en agosto de 2026, con medidas que, probablemente, no surtirían efecto sino hasta 2027“, reiteran.