CALIFICADORAS
Fitch deja quieta la calificación de Colombia en BB+ y estima un crecimiento del 6 %
La firma, una de las principales en el mundo, destaca la independencia del Banco de la República y la estabilidad macroeconómica del país. ¿Qué dijo del próximo gobierno?
La firma Fitch Ratings, una de las más grandes del mundo, dejó quieta la calificación de Colombia en BB+, lo que implica que el país aún no recupera el llamado Grado de Inversión, el cual perdió en momentos críticos (septiembre de 2021), cuando se tramitaba la reforma tributaria del año pasado. Dicha nota le servía a la nación para obtener préstamos internacionales a menor tasa de interés, entre otras ventajas.
No obstante, Fitch destacó muchas de las ventajas que tiene este país, entre ellas, “un historial de estabilidad macroeconómica y financiera, respaldado por un banco central independiente, con un régimen de metas de inflación y una moneda de libre flotación”.
Según la calificadora, lo que la lleva a mantener la nota en BB+ con perspectiva estable, está más relacionado con los grandes déficits fiscales a los cuales se llegó luego de haber tomado una carga de deuda relativamente mayor, además de que Colombia tiene una dependencia de commodities y una debilidad en las cuentas externas.
Entre tanto, en materia de crecimiento de la economía para 2022, las perspectivas de Fitch son generosas. La firma estima que el país crecerá a un ritmo de 6 % en este año, después de crecer un 10,7 % en 2021.
Tendencias
La expectativa de la calificadora es que, si bien el crecimiento económico se desacelerará en el segundo semestre de este año, por cuenta de la alta inflación, el resultado total sería el que proyectan.
“Colombia enfrenta una serie de obstáculos, incluido un ajuste fiscal significativo con impuestos más altos, un menor gasto relacionado con la pandemia y un endurecimiento monetario continuo”, sostuvo Fitch, al tiempo que argumenta que los precios promedio del petróleo más bajos, un crecimiento global más débil y tasas de interés globales más altas, podrían obstaculizar el crecimiento. En consecuencia, “esperamos que el crecimiento de Colombia regrese a un ritmo tendencial de 3,3 % en el mediano plazo”.
Ojo a la presión inflacionaria
Por el momento, una de las mayores amenazas para la economía colombiana parece ser la tasa de inflación, que, de hecho, ha sorprendido al alza al mercado, alcanzando un 9,1 % interanual en mayo, sostuvo Fitch.
El impulso ha estado en el precio de los alimentos, algo que no se ve en otras naciones vecinas. A Colombia, según el análisis de Fitch, la han salvado los fuertes subsidios a los precios de los combustibles y la reducción del IVA en los alimentos, lo que ha llevado a contener el choque de precios globales.
En ese contexto, Fitch espera que la inflación alcance el 8 % en 2022 y luego, en 2023, vuelva a niveles del 4 %, cifra que aún estaría por encima del objetivo del Banco Central, del 3 % como cifra promedio dentro del rango de 2 a 4 % que se tenía antes de la pandemia.
Esperan más aumento de tasas de interés
En línea con lo que estiman la mayoría de analistas, Fitch también espera que Colombia siga por una senda de incremento en las tasas de interés para contener la inflación, desde el 6 % al que las ha llevado la política monetaria aplicada por el Banco de la República, hasta el 8 % durante el resto del año.
Otro de los pronósticos de Fitch, para Colombia, es un déficit fiscal del Gobierno central, que se ubique en 5,9 % del PIB en 2022, cifra inferior al resultado del 7,1 % del PIB en 2021.
“Fitch pronostica que el déficit caerá al 4,1 % del PIB en 2023 a medida que se sienta el impacto de la reforma fiscal del año pasado y se reduzcan los gastos relacionados con la pandemia. El Gobierno aprobó una reforma fiscal revisada en septiembre de 2021 que se basó principalmente en los impuestos corporativos”, recordó la calificadora.
Las reformas que hará el nuevo gobierno
En el análisis sobre Colombia, la calificadora estima que las áreas clave, de posibles reformas, en el nuevo gobierno, gane quien gane, incluirán la política fiscal, las políticas del sector del petróleo y el gas, la reforma de las pensiones, la seguridad, la salud, la vivienda y la educación, muchas de las cuales podrían implicar presiones fiscales, dijo Fitch al sustentar su decisión sobre la calificación del país.