Entrevista
Gerardo Hernández, excodirector del Emisor, dice que las finanzas públicas necesitarán una gran cirugía en 2026
El exfuncionario, quien también ejerció como superintendente financiero y hoy preside el Banco AV Villas, analiza lo que está pasando con la economía. Dice que el próximo gobierno requerirá un ministro de Hacienda “con pantalones”.
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SEMANA: ¿Cómo le fue al banco el año pasado?
G.H.: Como muchos bancos, le apostábamos a un crecimiento de la economía un poquito mayor, a un descenso más rápido de la inflación, así como de las tasas de interés del Banco República. Y eso para el sector financiero es fundamental, porque de ello depende el costo de captación y el margen financiero, que es lo que permite tener rentabilidad. Los resultados del año pasado muestran unos bancos con problemas en su margen de rentabilidad, porque les toca captar muy caro y prestar a las tasas que sean, haciendo que el margen no resulte tan atractivo. No obstante, yo estuve tranquilo el año pasado pensando que se estaban creando las bases para un mejor 2025, cuando pensamos que el país puede crecer un poco más alto, entre 2% y 2,8%.
SEMANA: Hablando de las tasas de interés del Banco de la República y teniendo en cuenta su conocimiento de esta entidad, ¿cómo ve los cambios que se avecinan en su junta directiva?
G.H.: Yo estuve de secretario de la Junta 17 años y fui miembro de Junta por otros cuatro años. Allí vi pasar a casi todos los que han pasado por ahí. Sin duda había miembros de Junta que eran muy buenos macroeconomistas, pero que no habían trabajado temas relacionados con política monetaria, cambiaria, ni inflación. Sin embargo, allí siempre prima la capacidad técnica. O sea, un buen técnico entiende que no puede hacer locuras. Y estos señores son técnicos, aunque puede que piensen un poquito distinto de lo que venía de atrás. Además, el Banco tiene una fortaleza muy grande en su equipo técnico. Cuando uno está ahí sentado no se puede poner a discutir cosas, salvo que uno tenga los datos y los argumentos. Hoy en día todo el tema de accountability se ha fortalecido en el Banco de la República, que es importantísimo, pero poco mencionado. Todo el mundo habla de la independencia, de la capacidad técnica, pero no del accountability. Antes, no había minutas, solo un comunicado de prensa. Ahora también está el informe de política monetaria y el informe al Congreso. El gerente Villar habla más y lo hace con mucha tranquilidad y precisión. Desde hace tiempo vienen diciendo que las tasas no van a bajar tan rápido, que hay que ser prudentes. En otras palabras, sin meterse a darles señales a los mercados de qué va a pasar en la próxima junta, sí está dando la información suficiente para que uno pueda prever qué es lo que va a pasar.
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SEMANA: Uno de los temas que han mencionado desde la Junta del Emisor y también numerosos economistas es el actual problema fiscal del país, ¿qué tanto le preocupa?
G.H.: Si bien en este 2025 va a haber mejoras en crecimiento, inflación y tasas de interés, el enredo fiscal es realmente un problema muy grande. Este año, el pobre ministro de Hacienda hará grandes esfuerzos para tratar de ver cómo sale adelante, pues el desequilibrio es inmenso. Por el lado de los ingresos, yo no veo cómo van a poder tapar el hueco. La Dian está mostrando una debilidad institucional enorme en el recaudo, porque esto no es solo un tema de aduanas, sino de toda la institucionalidad y ponerse retos inmensos con personas, con equipos técnicos que no están suficientemente alineados con las capacidades técnicas. A eso se suma una alerta reciente del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) y es el tema del rezago presupuestal, el cual se ha duplicado, lo que implica que en este año tienen que cumplir contratos que simplemente aplazaron para poder tener un resultado que de todas maneras es muy malo. Y el déficit fiscal es de los más altos, parecería como si estuviéramos en pandemia. Entonces, imagínese al ministro de Hacienda mirando que los ingresos no le dan, con unas demandas de gasto enormes previas a una etapa preelectoral, en la que van a tratar de gastar absolutamente todo lo que puedan. Esto puede, además, terminar afectando la prima de riesgo, pues afecta la credibilidad del país entre los mercados de afuera.
SEMANA: Ya que habla del tema preelectoral, muchos dicen que el reto del próximo gobierno va a ser reconstruir la economía. ¿Comparte esa idea?
G.H.: De lo que he visto, creo que en las entidades más importantes se han mantenido los equipos técnicos y cuando eso pasa y llega una persona que tiene claro lo que hay que hacer, los equipos funcionan. Eso puede ocurrir en el Ministerio de Hacienda, en Planeación, la Superintendencia Financiera… Va a ser difícil, va a tomar tiempo, pero hay entidades claves, que seguramente se van a poder engranar mucho más rápido. Es un problema más de dirección y de norte. El próximo gobierno necesitaría casi que resucitar a Roberto Junguito para que se volviera a hacer el ajuste que va a necesitar la economía. No va a ser un ajuste menor, sino una cirugía muy grande y Roberto la hizo dos veces.
SEMANA: ¿Qué implicaría esa cirugía?
G.H.: Por el lado fiscal, la cirugía debe ser muy grande, porque usted no puede seguir año tras año manteniendo un presupuesto con unos ingresos que no van a darse. De pronto el mayor crecimiento de la economía ayuda, pero hay ineficiencias y poca flexibilidad en el gasto. Aunque esos problemas están diagnosticados, el problema es que se han acrecentado. José Antonio Ocampo trató de solucionar el lío fiscal buscando más ingresos con una reforma tributaria. Sin embargo, creo que hoy la fórmula de la reforma no funciona, hay que buscar otra solución, hacer un poquito de todo y para eso se necesita un ministro con pantalones.
SEMANA: ¿Eso implicaría eliminar entidades del Estado?, ¿hacer un recorte?
G.H.: Sin duda, yo creo que hay que entrar a mirar unas entidades que no ejecutan, que no funcionan; mirar otra vez todo el tema de servicios profesionales, de funcionarios temporales. Quien sea el próximo ministro o ministra de Hacienda se va a divertir mucho.
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SEMANA: A finales de enero hubo pánico en el país ante amenazas de sanciones por parte de Estados Unidos, que incluían la Ley IEEPA, la cual afecta a la banca. ¿Qué tan grave sería la aplicación de esa normatividad?
G.H.: Esas son sanciones extremas y nos pusieron a todos a volver a revisar las contingencias sobre corresponsables o sobre por dónde entran los giros del exterior, que es una tarea que hacemos siempre, pero en ese momento recordamos que todos los escenarios tienen riesgos y que uno como banquero tiene que estar siempre revisando todos los escenarios. Porque esto si nadie lo veía, ni lo tenía entre sus cuentas.
SEMANA: ¿Y siendo un tema extremo, piensa que en algún momento la administración Trump puede pasar de las amenazas a las sanciones reales?
G.H.: Las cosas han venido tomando el curso que debían tomar, que es el del diálogo y la diplomacia. Creo que además el sector financiero colombiano tiene un estándar de reputación, de buen manejo en los mercados internacionales, especialmente en Estados Unidos. Eso hace una diferencia enorme.
SEMANA: ¿Cómo está viendo la competencia en el sector con las fintech y con recientes negocios como la unión entre Davivienda y Scotiabank?
G.H.: La competencia es bienvenida y en los mercados hay suficientes personas para todo, para los que no les gusta ir las oficinas, para los que sí les gusta y para los que están en la mitad y uno en un banco como AV Villas lo que tiene que hacer es moverse a lo digital, al tiempo que sigue consintiendo a sus clientes tradicionales, que son muchos. Yo creo que las fintech nos están enseñando cosas y ellos han aprendido de nosotros. En cuanto a las fusiones recientes, sirven para consolidar la idea de los conglomerados financieros, lo que a su vez les da más transparencia a las reglas de juego del sistema financiero. Nosotros como Grupo Aval estamos trabajando muy fuerte para operar cada vez más juntos como entidades financieras y eso nos hace fuertes.
SEMANA: Se rumora que el Grupo podría fusionar sus bancos y dejar solo uno o dos…
G.H.: Eso nadie lo sabrá, pero el Grupo está enfocado en tener y aprovechar las fortalezas de cada entidad. Así, el Banco de Bogotá es un banco universal, el Banco Occidente está mucho más dedicado a las empresas, el Banco Popular está concentrado en libranzas y nosotros en AV Villas tenemos como centro a las personas naturales.