La dura multa que tendrán que pagar quienes viven en conjuntos residenciales: son más de $300.000

Los conjuntos residenciales son agrupaciones de viviendas, como apartamentos o casas, que comparten zonas comunes y servicios bajo un régimen legal llamado propiedad horizontal. Este modelo establece normas de convivencia, administración conjunta y mantenimiento de espacios compartidos, como parques, porterías o piscinas.

En Colombia, la propiedad horizontal se ha vuelto cada vez más popular por el crecimiento urbano, la necesidad de seguridad, la optimización del espacio y la búsqueda de comunidades organizadas que faciliten una mejor calidad de vida en entornos controlados y con servicios integrados.

Sin embargo, en los conjuntos residenciales, las normas de convivencia suelen ser más estrictas, dado que buscan garantizar la armonía entre vecinos, el uso adecuado de las zonas comunes y la preservación del orden dentro de un espacio compartido.

Al vivir muchas personas en un mismo entorno, es necesario establecer reglas claras sobre temas como el ruido, el uso de parqueaderos, la tenencia de mascotas o el mantenimiento de áreas comunes, para evitar conflictos y asegurar una buena convivencia.

Por ello, existen multas que penalizan cierto tipo de comportamientos de los residentes. Una de estas sanciones están asociadas al ruido, pues el Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana, a través de la Ley 1801 de 2016, estipula que la generación de ruidos que afecten la convivencia puede dar lugar a medidas sancionatorias. Sin embargo, esta norma no es exclusiva de los conjuntos, sino también de residencias particulares.

El artículo 33 de este Código indica que son varios los comportamientos que se pueden penalizar como los siguientes:

1. Sonidos o ruidos en actividades, fiestas, reuniones o eventos similares que afecten la convivencia del vecindario, cuando generen molestia por su impacto auditivo, en cuyo caso podrán las autoridades de policía desactivar temporalmente la fuente del ruido, en caso de que el residente se niegue a desactivarlo.
2. Cualquier medio de producción de sonidos o dispositivos o accesorios o maquinaria que produzcan ruidos, desde bienes muebles o inmuebles, en cuyo caso podrán las autoridades identificar, registrar y desactivar temporalmente la fuente del ruido, salvo sean originados en construcciones o reparaciones en horas permitidas.

Quienes incurran en estas prácticas serán sancionados con una medida correctiva de multa general, tipo 2 o tipo 3, dependiendo de la conducta. El valor puede variar entre los $ 300.000 y $ 416.000.