Vivienda
La vivienda digna podría mejorar hasta en hasta 10,5% el Producto Interno Bruto en Colombia
La economía nacional podría crecer si gran parte de la población que habita en zonas vulnerables posee un hogar sin riesgo a una catástrofe natural.
Lograr que en los asentamientos informales cada persona tenga una vivienda digna, la cual cuente con suficiente espacio, sea estructuralmente sólida y esté conectada a servicios básicos como agua y alcantarillado, puede generar un impacto directo de hasta 10,5% en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
A esta conclusión llega un estudio de la ONG Hábitat para la Humanidad, que fue presentado en el foro de vivienda y hábitat de Latinoamérica y el Caribe, que se realizó en Bogotá. “Garantizar que quienes residen en asentamientos informales tengan acceso a vivienda adecuada, no solo es lo correcto, sino también lo más inteligente que se puede hacer”, explica Ernesto Castro, vicepresidente de la entidad para Latinoamérica y el Caribe.
Dado que no es fácil establecer una investigación del impacto económico de la vivienda digna para cada país, en el estudio de Hábitat para la Humanidad crearon cuatro categorías para tratar de hacer esta estimación, basándose en el Índice de Desarrollo Humano (IDH): Los tipo 1, que son los que tiene un IDH alto y un bajo porcentaje de residentes en barrios de invasión, como Argentina, Macedonia del Norte y Egipto. Los tipo 2 también tienen IDH alto, pero con un alto porcentaje de habitantes en barrios marginales (Colombia, Indonesia, Jordania y Tailandia). Los tipo 3 tienen un IDH medio y un alto porcentaje de habitantes en barrios marginales (Honduras, India y Filipinas) y los tipo 4 con un IDH bajo y alto porcentaje de residentes en dichos barrios (Marfil, Haití, Etiopía y Malaui)
María Teresa Morales, jefa del departamento de operaciones de Hábitat para la Humanidad, comentó que con estos datos y tipologías intentaron hacer una proyección de cuánto puede alterarse el PIB, partiendo del hecho de que una persona con una vivienda adecuada tendrá menos gastos en salud, los niños podrán ir más a la escuela y los jefes de hogar van a tener menos faltas al trabajo. “Así empezamos a analizar esos pequeños impactos que podrían tener una vivienda adecuada en generación de ingresos, salud y educación”, precisó.
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Por otro lado, el informe menciona que se debe priorizar la vivienda como palanca para el desarrollo humano equitativo para aliviar la pobreza, mejorando así los resultados en crecimiento económico y en cuidado del medio ambiente. No obstante, esa no es una idea generalizada, pues hay personas como José Villamizar, ciudadano consultado por SEMANA, que piensan que debe primero priorizarse el empleo antes que la vivienda. “Considero que no necesariamente por tener un hogar digno la economía va a mejorar. Para que el país deje de ser pobre se necesita más oportunidad de trabajo y terminar con la delincuencia, ya que son factores importantes para mejorar el bolsillo. También, se debe hablar de tener una vivienda propia y no en arriendo, ahí cambian las cosas” mencionó.
Otra idea tiene Graciela Villamizar, una ciudadana que dio su opinión al respecto y comentó que una vivienda mejorada si cambia la economía del país, “al tener un hogar digno, las personas no están pensando en ‘se me daño el techo, se metió el agua y debo comprar colchón’. Con un buen hogar, solo debe pensar en ¿mis hijos ya llegaron a la casa? o en otros temas no relacionados con arreglar su hogar, solo deben enfocarse en encontrar un buen empleo para vivir bien”.
Según el informe de Hábitat para la Humanidad en los países tipo 2 como Colombia, las mejoras de las viviendas de los asentamientos informales en llevaría a aumentos en el PIB y el ingreso per cápita de hasta un 8%. Igualmente, la esperanza de vida aumentaría hasta en un 1%, mientras que la retención escolar aumentaría hasta en un 13%.
Asimismo, Morales destacó el trabajo de Colombia en subsidios para mejora de vivienda, “Este país ha sido pionero en este tema y aunque parece muy simple, no lo es. En América Latina, los programas de subsidio han sido enfocados a vivienda completa, pero los déficits de vivienda cualitativos, de unidades que necesitan un mejoramiento son superiores a los cuantitativos y se estiman a nivel regional en más de 80%. Creo que Colombia ha sido de los gobiernos en América Latina que ha tomado paso firme en desarrollar programas enfocados en mejoramiento de vivienda, y con un plan es bastante innovador, con un enfoque de vivienda productiva. Siempre hemos visto que las viviendas sociales se ven como un gasto y, en realidad, son una inversión, lo estamos evidenciando a través del programa que estamos haciendo en Hábitat para la Humanidad”, aclaró.
Cabe resaltar que las viviendas en barrios de invasión se caracterizan por la falta de agua, electricidad o saneamiento, están ubicadas en terrenos frágiles, en su mayoría son casas con pisos sucios y muchas veces están construidas con materiales de mala calidad.
De la misma manera, en el informe se menciona que, según las Naciones Unidas, más de mil millones de personas en todo el mundo viven en barrios marginales y otros asentamientos informales. A nivel país, las Naciones Unidas estima que casi el 10% de la población colombiana vive en asentamientos informales.
“Las familias que carecen de vivienda digna registran las mayores pérdidas en los desastres climatológicos como huracanes, lluvias, sequías, inundaciones, etc. Esto no solo obliga a buscar alternativas para disminuir la huella carbono, sino también a buscar tecnologías, cementos más verdes, etc. Esto es una obligación, hay que construir de manera resiliente, disminuir la huella de carbono y hacer todo de manera segura, el reto no es fácil”, concluyó María Teresa Morales.