Hidrocarburos
Nuevas señales de que Colombia podría terminar importando gas de Venezuela
El hidrocarburo es clave en la transición energética, pero, para cuánto nos alcanza?. Promigas presentó las cuentas, en su
“Colombia pasó de la abundancia a la escasez de gas”. Ese fue el contundente mensaje que entregó al país Juan Manuel Rojas, presidente de Promigas, durante la presentación del informe del sector de gas natural, en el que se evidencian los aprietos que tiene el país para mantener el autoabastecimiento.
“Las reservas convencionales de gas vienen declinando a un ritmo acelerado (7,2 años en 2022, el más bajo nivel en los últimos 17 años)”, recuerda el vocero de la empresa que casi completa medio siglo en el sector.
Los bajos niveles de reservas, la escalada de los precios de gas en boca de pozo durante los dos últimos años, y las recientes restricciones en el suministro a la demanda no regulada en algunas zonas del país por problemas técnicos de algunos operadores en sus yacimientos, ponen de manifiesto reviven el fantasma de la importación de gas desde Venezuela, donde, no obstante, el panorama no será tan fácil.
El país está de cara a una transición energética en la que el gas es un actor crucial. Principalmente, por la creciente demanda de energía, lo que constituye un enorme desafío en el escenario en el cual, el petróleo tendrá que ir saliendo de manera paulatina.
Tendencias
Promigas, no obstante, puso sobre el tapete las incertidumbres, entre las cuales, menciona el tema regulatorio, que está dificultando la atracción de inversionistas para obtener ese producto.
Justamente, las debilidades que hay en Colombia, para adelantar esta actividad, son las que en otros países están revisando para implementar medidas que garantices la seguridad energética a largo plazo. Es así como, se debe “considerar aspectos como la estabilidad regulatoria, inversiones sostenibles, y adaptarse a los cambios tecnológicos y digitales en el mundo energético”, dice el informe de Promigas.
El documento se encarga de hacer cuentas que deben tenerse en cuenta a la hora de la toma de decisiones sobre este producto energético. Promigas dimensiona el escenario hipotético y el costo que le traería a Colombia, el hecho de no tener gas suficiente y tener que llegar a importarlo.
Así las cosas, para el análisis parten de tres principales sectores de consumo energético: el energético como tal, la generación térmica de gas y la industria.
“Si bien es cierto que la mayoría de las naciones están comprometidas en ampliar el uso de fuentes más limpias de energía, varios expertos plantean que, para reemplazar totalmente los hidrocarburos en los próximos 20 años, la producción mundial de estos debe ser 90 veces mayor que la actual. Sin embargo, esta ‘reinvención’ energética sigue siendo muy lenta y no hay indicios de que esta tendencia cambie en un futuro cercano”, dice el estudio.
Hay que seguir explorando
Con esas señales, el presidente de Promigas, dice que “se hace necesario mantener firme la decisión de seguir explorando las cuencas propias, con convicción, desarrollando las reservas siempre que sean eficientes y económicas, y tener abierta la posibilidad de importar gas, cuando así lo requiera el mercado interno para garantizar la continuidad del servicio”.
Principalmente, porque el consumo aumenta y las posibilidades de importación tampoco están despejadas. En lo que tiene que ver con el consumo, “todos los colombianos usan directa o indirectamente gas natural”.
De hecho, en los últimos años, el 10 % de la energía consumida en el país se generó en termoeléctricas que utilizan gas, señala el informe. Millones de hogares usan este combustible para preparar los alimentos o calentamiento de agua.
Y, en medio de estas necesidades de las familias colombianas, hay que recordar que el 15 % de oferta interna bruta de gas natural (incluye importaciones Gas Natural Licuado), se destina a la generación térmica de energía.
Costo de importar
El costo de importar crecientemente para compensar el freno a la exploración de gas no es cualquier cosa. Se trata de 3,14 billones de pesos. Y, peor aún, sin nuevas reservas seria de 5,14 billones de pesos, dice Promigas.
Por supuesto, el gran afectado sería el usuario, pues el aumento en la tarifa llegaría a ser del 25 % en servicio de gas. • Costo transporte de gas 2,0 billones de pesos.