Pasajeros de avión
Pasajeros aéreos quedan igual o peor con proyecto de ley que avanza en el Congreso
Analista de la Universidad del Rosario dice que sería preferible que se hundiera la propuesta legislativa.
Fue hecho para proteger al ciudadano usuario del transporte aéreo, pero termina siendo favorable a las aerolíneas. Eso fue lo que halló el profesor Andrés Palacios, docente de la Universidad del Rosario, alrededor del proyecto de ley que avanza en el Congreso y que, a su juicio, es un saludo a la bandera.
Inclusive, para el jurista experto en temas de competencia, sería mejor que la iniciativa se hundiera, según dijo en SEMANA.
Luego de una revisión a fondo realizada por Palacios, el abogado concluye que, inclusive, se le quitan facultades a la Superintendencia de Transporte. “Es preocupante que el proyecto otorgue a la Aerocivil la facultad de revisar los planes de protección a pasajeros, una función que actualmente corresponde a la Superintendencia de Transporte. Esa maniobra deja en evidencia que el proyecto está diseñado en favor de las aerolíneas y no de los consumidores”, enfatiza.
De acuerdo con el análisis realizado por el experto, ahora se hace más difícil que los usuarios del transporte aéreo puedan defender sus derechos.
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Para Palacios, el hecho de que el proyecto de ley proponga que los pasajeros tengan que aducir primero a hacer sus reclamos ante la aerolínea y luego pasar a la Aeronáutica Civil, pone en peor condición a los reclamantes, ya que la autoridad aeronáutica no tiene facultades para sancionar a las empresas por temas de protección a los consumidores, como si los tiene una superindustria.
“El proyecto de ley 167 de 2023 que cursa en el Senado obliga a los usuarios a quejarse ante una entidad que no tiene capacidad para investigar ni sancionar a las aerolíneas cuando incumplen las normas de protección. Esto genera una encerrona terrible para los pasajeros”, dice el analista, quien expresa que en Derecho de la Competencia, la iniciativa es floja y hasta perjudicial para los consumidores.
¿Para qué una ley?
Si bien es cierto que los pasajeros que utilizan el transporte aéreo en Colombia tienen múltiples quejas sobre el servicio, según Palacios, “las medidas que propone el proyecto podrían implementarse sin necesidad de una ley, simplemente modificando los reglamentos de la Aeronáutica Civil (Aerocivil) o los Reglamentos Aeronáuticos de Colombia (RAC)”.
En el momento en el que se radicó la iniciativa legislativa, se elaboró una lista de las quejas más frecuentes de los ciudadanos.
En el ‘top’ 5, encabezando la lista, estaban: desconocimiento del derecho a reembolso; cancelación de vuelos; demoras en los vuelos; problemas en la expedición de tiquetes, y cambios unilaterales en las reservas.
En busca de una solución a esa problemática que hace que el pasajero del transporte aéreo se enfrente con frecuencia a una experiencia desagradable, fue que el partido Cambio Radical tramitó el proyecto de ley, el cual, sin embargo, se aprobó en primer debate sin que se le hicieran cambios, pese a tener suficiente espacio para ser mejorado. Las quejas pocas veces terminan en sanciones.
Pero nada, las quejas pocas veces terminan en sanciones. Al decir de Palacios, “la propuesta beneficia principalmente a las aerolíneas y deja a los pasajeros en una posición de indefensión”. Es decir, eso y nada es lo mismo o peor.
