Inflación
¿Qué viene en materia de inflación para Colombia? Esto dicen los expertos
La atención de los mercados actualmente está puesta en el comportamiento de los precios en el país.
Una de las mayores preocupaciones por estos días en el panorama económico colombiano está relacionada con el futuro de la inflación y el costo de vida en Colombia, en tiempos en los que la desaceleración empieza a golpear los diferentes sectores productivos y la generación de puestos de trabajo pierde el dinamismo que se vio al principio del año.
La subida de tasas de interés y la posibilidad de un nuevo endurecimiento, sin duda asusta no solo a los expertos, sino a la gente de a pie.
Según el análisis realizado por Investigaciones Bancolombia, se espera que en el mes de mayo el índice de precios al consumidor (IPC) de Colombia haya registrado una variación mensual de 0,66 %. Esta cifra se encuentra por encima de las expectativas promedio de los analistas, quienes estimaban una inflación de 0,61 % según las encuestas del Banco de la República, Citibank, Fedesarrollo y Bloomberg. La diferencia en las estimaciones se explica por una proyección más alta en el rubro sin alimentos.
En cuanto a la canasta de alimentos, el informe destaca una notable desaceleración de los alimentos procesados, lo cual habría contribuido a un retroceso en la inflación mensual. Según la información obtenida de SIPSA y Servipunto, se estima que la variación mensual de los alimentos procesados habría pasado de 0,76 % a 0,73 % entre abril y mayo.
No obstante, se ha observado un incremento en los precios de productos cárnicos, pan, maíz, pasta y algunos productos derivados de la leche. Por otro lado, se prolongaría la corrección mensual de los precios de los alimentos perecederos, con una disminución de -2,84 % en comparación con el -2,64 % registrado anteriormente. Esto se debe a las caídas en la cotización de frutas frescas, huevos, plátanos, papa, cebolla y tomate.
En términos regionales, se ha observado que las ciudades con mayor descenso en el precio de los alimentos han sido Valledupar, Armenia y Bogotá. Sin embargo, se espera un ligero incremento en Bucaramanga, Cartagena y Popayán.
De confirmarse estas tendencias, la inflación anual de alimentos se reduciría a un nivel de 16,52 %, el mínimo desde diciembre de 2021. Esta mejora se debe a la dinámica reciente del Índice de Precios al Productor (IPP), el menor precio mundial de los fertilizantes y una mejor situación climática, lo que ha permitido una mayor oferta de productos agrícolas.
Por otro lado, se espera que los avances en la canasta de regulados y de servicios sean determinantes en la inflación sin alimentos. En el rubro de regulados, se prevé que el incremento mensual en el precio de la gasolina corriente y el componente indexado de las tarifas de electricidad, gas y acueducto sean los principales factores que contribuyan a esta inflación.
Se destaca el aumento en los precios de la energía en bolsa, posiblemente relacionado con la probabilidad de más del 90 % de ocurrencia del fenómeno de El Niño en el segundo semestre del año.
Asimismo, se ha observado que durante este mes se han registrado ajustes en las tarifas de arriendos, alcanzando máximos históricos de las últimas dos décadas. En la categoría de bienes, se espera una desaceleración, en especial en los vehículos y las prendas de vestir. Esto se debe a una moderación en el impacto de la indexación, la evolución de la Tasa Representativa del Mercado (TRM) en lo que va del año y un bajo consumo por parte de los hogares, lo cual ha motivado descuentos por parte de las empresas.
De confirmarse estas proyecciones, la inflación anual en el país experimentaría una disminución por segundo mes consecutivo, pasando de un 12,82 % en abril a un 12,62 % en mayo. Se espera que esta tendencia a la baja se mantenga debido a la mejora en la dinámica de los precios de los alimentos, la moderación de los costos para muchas empresas y el menor consumo privado, en respuesta a las altas tasas de interés.
Es importante destacar la relevancia de mantener controlado el costo de vida en el país y la necesidad de que la inflación comience a descender cuanto antes. Una alta inflación afecta directamente el poder adquisitivo de los ciudadanos, dificultando el acceso a bienes y servicios básicos, así como a una calidad de vida adecuada.
En este sentido, las autoridades económicas y los analistas coinciden en la importancia de implementar políticas y medidas que promuevan la estabilidad de precios y fomenten un entorno propicio para el crecimiento económico sostenible. Esto implica mantener una política monetaria prudente, así como fortalecer los mecanismos de control y supervisión para prevenir prácticas inflacionarias y actos de corrupción que puedan afectar la economía del país.
Por último, este informe sostiene que es fundamental impulsar la productividad y competitividad de los sectores productivos, fomentando la inversión en tecnología, innovación y desarrollo humano. Esto permitirá aumentar la oferta de bienes y servicios, generando una mayor competencia en el mercado y contribuyendo a mantener los precios bajo control.