Reforma tributaria
Reforma tributaria se hundió en el Congreso de la República. Votación negativa fue mayoritaria
La reacción del ministro de Hacienda, Germán Ávila, captada por la lente de SEMANA, lo dice todo. Queda en el aire si el Gobierno tomará el camino de declarar emergencia económica.
Siga las noticias de SEMANA en Google Discover y manténgase informado
Pese a que el Gobierno hasta el último momento pareció tener esperanzas de que la reforma tributaria o ley de financiamiento se salvara, sucedió lo que muchos venían anunciando: la propuesta legislativa se hundió tras haber estado durante varias semanas en agonía.
La conformación del cuórum necesario para tomar decisiones en las comisiones económicas de Senado y Cámara, como de costumbre, se demoró en estar, y es el requisito principal para avanzar.
La sesión estaba convocada para las 11 de la mañana y empezó a las 12:30 del día. Al llamado a lista pudieron corroborar la presencia de la mitad más uno, y empezó de nuevo un rifirrafe, porque el parlamentario Jorge Hernán Bastidas, del Pacto Histórico, el partido del gobierno, presentó una proposición para que se escuchara de nuevo la argumentación del proyecto de ley de reforma tributaria.
Le dieron un tiempo corto: cinco minutos, en los que habló de la necesidad de cumplir un mandato constitucional, el de “ser responsables, pues la ley de financiamiento tiene el saldo que le falta al Presupuesto de 2026, que ya fue aprobado en el Congreso”, sostuvo.
Los integrantes de la oposición solo querían que se diera la votación, ante la seguridad que tenían de que lograrían hundirla. Y así fue.
El presidente de la sesión, Wilmer Castellanos, insistía en que ya se había dado suficiente debate, con la intervención de al menos 40 legisladores.

Finalmente se inició la votación, con la claridad de que, al ser cuatro comisiones conjuntas, con una sola que votara en contra del avance del proyecto de ley, este quedaba hundido.
La Comisión IV de Senado empezó a votar. Con cada no que sumaba para la negación de la ley de financiamiento se escuchaba el apoyo a la decisión que finalmente fue anunciada de manera oficial: estaba hundida la reforma tributaria del Gobierno de Gustavo Petro. Cuatro votos por el si y 9 por el no definieron el futuro de la reforma tributaria.
“No conocían la nueva propuesta”
Una vez se produjo el desenlace, empezó un rosario de intervenciones.
Sonia Bernal, también del partido de gobierno, enfatizaba en que la decisión de los opositores de la reforma se había dado sobre el proyecto original, y en el proceso de concertación entre el Ministerio de Hacienda y los ponentes ya habían elaborado algo distinto.
De hecho, se mencionó que, con lo que quedó en la ponencia final, solo se recaudarían 3,7 billones de pesos, ya que se había quitado del panorama un paquete de impuestos que complejizaba la obtención del aval. Era el caso de los tributos a los carros híbridos o del impuesto a la gasolina.
Pero lo que quedó entre los congresistas fue la última intervención del ministro de Hacienda, Germán Ávila, quien habló de revivir la no deducibilidad de las regalías contra el impuesto de renta, algo que ya había tumbado la Corte Constitucional.
Tras archivo de #LeyDeFinanciamiento, el ministro Germán Ávila afirmó que la decisión de 9 senadores desconoce lo aprobado por las mayorías, que habían incluido esos recursos en el #PGN2026. Se evaluarán medidas para mantener la estabilidad fiscal y asegurar proyectos sociales. pic.twitter.com/c0wLZFHL0g
— MinHacienda (@MinHacienda) December 9, 2025
Intervenciones para dejar constancia
Ya el proyecto de ley del gobierno que buscaba una parte del financiamiento del Presupuesto 2026 estaba hundido, pero los congresistas de distintas bancadas aprovecharon para hablarle a los colombianos a través de la transmisión.
De cara a las elecciones del próximo año, en las que se elegirá un nuevo parlamento, buscan dejar claridad sobre lo que respaldan.

Angélica Lozano, por ejemplo, intervino para dejar, lo que llamó “una constancia para la Corte Constitucional”, ya que se ha especulado sobre la idea de que el presidente Petro emita un decreto de emergencia económica. “No existe fundamento para ello. Procede solo por hechos sobrevinientes, casi catastróficos. La no aprobación de un proyecto de ley como el que fue hundido es solo el curso normal de un escenario en el que hay separación de poderes”, enfatizó.
En relación con la situación fiscal del país, que es la que seguramente se usará para defender la idea de una emergencia económica, Lozano manifestó: “Colombia necesita un pacto fiscal claro porque hemos roto el récord en deuda y déficit. Solucionarlo implica medidas estructurales que no sean con impuestos regresivos, como el IVA, que carga por igual a quien tiene alta capacidad económica como al que no cuenta con ella”.
Por el micrófono pasaron parlamentarios del Pacto Histórico y de los partidos de oposición. Los del lado del gobierno enfatizaban en que se estaba afectando a la población menos favorecida, la que espera que los recursos públicos sirvan para que se hagan los proyectos sociales en su beneficio. María del Mar Pizarro, por ejemplo, trajo a colación la plata que se pierde por beneficios tributarios, que son alrededor de 300 y favorecen “a los ricos”, según sostuvo, al manifestar que un banco paga un 16 % de impuesto efectivo en renta mientras que una papelería, de un ciudadano clase media, está cargado con el 35 %. “Lo que se buscaba era justicia tributaria”, indicó.
Los de la otra orilla afirmaban que la reforma tributaria propuesta les iba a meter la mano al bolsillo a los pobres, con impuestos como el del carbono, que termina recayendo sobre la gasolina que la usan 12 millones de ciudadanos con moto, como lo sostuvo Efraín Cepeda.
En definitiva, dejaron sus constancias sobre sus posiciones, pese a que ya no había reforma tributaria, pues, había sido archivada.
