Se buscan tomadores de crédito barato en vez de inversión forzosa. Lo que sigue, tras acuerdo con bancos. ¿De eso tan bueno dan tanto?

Un crecimiento del 20 % en la cartera de crédito es la expectativa que tiene Asobancaria, gremio de banqueros, tan pronto se ponga en marcha el llamado pacto por el crédito, suscrito entre el Gobierno y el sistema financiero, para irrigar 55 billones de pesos en préstamos que serán dirigidos a sectores específicos, principalmente a quienes menos acceso han tenido a la financiación.

Las próximas dos semanas serán para identificar a los demandantes de crédito y para definir las tasas de colocación de los créditos, de manera que se abra el abanico de empresas que pueden acceder a financiación para impulsar sus proyectos y ayudar así a reactivar la economía.

De esa manera, según confirmaron el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, y el presidente de Asobancaria, Jonathan Malagón, lo que viene ahora es una agenda de discusiones sectoriales, dentro de las cuales “se usará todo el arsenal regulatorio para que lleguen los créditos a los sectores específicos que quieren involucrar en la política contracíclica para que se mueva la economía”, argumentaron.

En muchos casos habrá créditos con tasa compensada, dijo Bonilla, quien agregó que serían unos 500.000 créditos para la microempresa, con Bancóldex como intermediario y el Fondo de Garantía como garante.

Bancos tendrán que responder con agilidad

Para acceder a los créditos, los demandantes tendrán que presentar proyectos y los bancos debarán dar respuesta con agilidad, según explicó el ministro.

En casos como el de vivienda, que hace parte de uno de los sectores de interés para el Gobierno, que se deben estimular para imprimirle ritmo a la economía, ya se está prestando por debajo de la tasa del Banco de la República, dijo Malagón: “Las tasas para vivienda están a niveles similares a los de antes de pandemia”. Mientras tanto, Bonilla aseguró que habrá créditos tanto para compra como para mejoramiento de vivienda. “Seis mejoramientos de vivienda equivalen a lo que hay que invertir para comprar una vivienda”.

En sectores como el turismo, lo que se busca es que se lleven créditos como el redescuento y la garantía. Lo cierto es que habrá mejores condiciones en las tasas y facilidades para el acceso a créditos para aquellos que poco lo han tenido. “Se estudian mecanismos para que aquellos perfiles con alto riesgo –que es lo que evalúan los bancos a la hora de otorgar los créditos– tengan una alternativa, como un fiador (que podría ser el Estado), por ejemplo”, explicaron los voceros.

Es así como, hasta el momento, aún sin instalar las mesas de trabajo para elaborar la filigrana de la estrategia, ya se ha hablado de la posibilidad de cubrir a demandantes de crédito que en 5 años no han tenido acceso a crédito. No obstante, para ese segmento, según confirmó Malagón, ya se han desplegado 150.000 préstamos en el último año.

Además, “a una microempresa le prestan en promedio 10 millones de pesos; a la mediana le pueden aprobar 200 millones, y a las grandes, de 500 millones”, recordó el ministro, lo que puede estar generando un freno para que los pequeños crezcan o tengan que acudir al peligroso ‘gota a gota’ para obtener financiamiento.

Por ahora, lo que ya está sobre la mesa es la plata: 55 billones de pesos que saldrán de los fondos prestables, es decir, el ahorro de los colombianos, según confirmo Malagón.

Con la suma millonaria, existiría la posibilidad de que la economía crezca en 100 puntos básicos en 18 meses que empiezan a contarse a partir de septiembre, cuando se espera que esté activado el pacto por el crédito. Ojalá en esta ocasión se materialice la estrategia.