Si su cónyuge fallece, ¿sus cuñados tienen más derechos hereditarios que usted?

El fallecimiento de un ser querido no solo trae consigo el dolor de su ausencia, sino también una serie de interrogantes legales relacionadas con lo que deja atrás. Según las circunstancias, pueden surgir preguntas como: ¿qué ocurrirá con la herencia?, ¿quién tiene derecho a recibirla?, o ¿pueden los padres o hermanos del fallecido reclamarla?

En Colombia, el patrimonio no se reparte al azar, ni según la voluntad de los familiares, dado que existe una estructura determinada por el Código Civil que define quiénes tienen derecho a heredar. Este proceso comúnmente genera dudas, incertidumbre y conflictos familiares, por esa razón merece una debida explicación.

Como primera medida se deben tener en cuenta los órdenes sucesorales, definido como el sistema legal que establece el orden que determina a los herederos. Es decir, la función principal de esta medida es dar prioridad a unos familiares sobre otros y definir en qué proporción reciben la herencia.

Bajo la premisa anterior, los primeros llamados a heredar son los hijos del fallecido, si este no tiene hijos, los siguientes en la línea de sucesión son los padres. Cabe resaltar que estas dos órdenes se rigen por “asignaciones forzosas”, derechos que no pueden ser ignorados, ni siquiera por testamentos.

En el tercer orden sucesoral, cuando el fallecido no tiene ni descendientes ni ascendientes, es decir, no hay herederos del primer ni del segundo orden, la herencia se reparte entre el cónyuge sobreviviente y los hermanos.

En este nivel, la ley reconoce la libertad testamentaria absoluta, lo que significa que si la persona, en vida, realizó una partición anticipada de sus bienes mediante testamento, su voluntad será respetada en su totalidad. Así pues, podrá disponer del 100 % de su patrimonio según lo haya establecido en dicho documento.

En el caso de que no se cuente con ninguno de los órdenes anteriormente mencionados, heredan sus sobrinos, este sería el cuarto orden.

Es importante señalar que, en el caso de un matrimonio, si el fallecido deja esposa e hijos, su esposa recibe el 50 % de lo adquirido en sociedad, y los hijos reciben la parte del cónyuge fallecido.

Si uno de los cónyuges fallece y no hay hijos ni padres que puedan heredar, antes de proceder con la sucesión es necesario realizar la liquidación de la sociedad conyugal. Este proceso implica dividir los bienes adquiridos durante la vigencia del matrimonio o de la unión marital de hecho.

Estos bienes se dividen en partes iguales. El 50 % conforme a la ley, corresponde al cónyuge sobreviviente como gananciales de la sociedad conyugal y el otro 50 % que pertenecía al causante es el que se distribuye entre sus herederos, en este caso, sus hermanos, de acuerdo con el tercer orden sucesorio.

“La ley colombiana también reconoce el derecho a la porción conyugal complementaria, que puede ser reclamada por el cónyuge sobreviviente que carece de lo necesario para su subsistencia. Es importante destacar que la porción conyugal no es una herencia directa, sino una asignación legal para garantizar la subsistencia del cónyuge sobreviviente, y no procede en todos los casos”, dice Jimmy Jiménez, abogado y especialista en derecho de familia.

Separados, pero no divorciados. ¿Quién hereda en ese caso?

De acuerdo con Jiménez, actualmente existen dos tipos de separación entre parejas, la de cuerpos, la cual se tramita ante un juez y tiene validez legal, y la de hecho, que ocurre cuando una pareja deja de convivir sin formalizar su ruptura.

Este último es muy común y genera muchos dilemas. Por lo mismo, el experto explica que hace unos años la ley entendía que, mientras no hubiera divorcio o separación legalizada, seguía existiendo un vínculo económico entre cónyuges. Pero recientes fallos han modificado esa posición.

La Corte ha señalado que no es posible que existan al mismo tiempo una sociedad conyugal con la esposa legal y una sociedad patrimonial de hecho con la nueva pareja, permitiendo que, en algunos casos, se reconozcan los derechos de la nueva pareja, solo si logra demostrar que convivió y construyó bienes con el fallecido.

Sin embargo, no hay una ley que se haya consolidado y que garantice el reconocimiento de la herencia para la pareja de hecho, “eso es lo más aceptado hoy, pero sigue estando en discusión porque la ley no ha cambiado. A pesar de que solo hemos tenido una sentencia de la corte, creemos que esa es la nueva aplicación que se le debería dar a este tipo de casos. Esta es una situación que aún se encuentra en incertidumbre jurídica, entonces muchas veces son sentencias que dependen de los jueces”, afirmó Jiménez.

¿Y si los cuñados se quedan con la herencia?

Hay dos opciones legales que se pueden tener en cuenta para prever estos casos de acuerdo con el experto: “La primera, el tradicional testamento, que es una excelente opción para que se repartan los bienes al momento del fallecimiento conforme a mi voluntad. Pero, además, existe una figura denominada ‘herencia en vida’; una novedad que trajo el Código General del Proceso, que entró en vigencia en el año 2016 y que faculta para entregar herencia en vida, conservando el usufructo vitalicio. Este proceso se hace en vida y se puede solicitar ante el juez una autorización o una licencia legal para poder dar sus bienes en herencia”.

¿Hay que pagar impuestos cuando se trata de una herencia?

“Los asuntos tributarios en los temas sucesorales son tediosos por su costo. Antes de proceder con la sucesión, yo como abogado, primero debo llamar a la Dian para saber si los bienes están al día en impuestos”, asegura Jiménez.

El especialista explica que hay muchos casos en los que fallecen los progenitores y los hijos dejan de pagar impuestos, entonces llega el momento de hacer la sucesión cinco o diez años después y se encuentran con que tienen una deuda pendiente por pagar, y en Colombia no se puede hacer proceso sucesoral sin pago de impuestos.