Finanzas
Solo tres de cada 10 colombianos adultos tienen acceso a crédito. Mujeres y campesinos, los más excluidos
Casi todos los mayores de edad del país tienen una cuenta de ahorros o un depósito de bajo monto, pero muy pocos tienen quién les preste.

La inclusión financiera es uno de los indicadores de desarrollo en los que el país ha enfocado sus esfuerzos durante los últimos años, con el propósito de garantizar que un mayor número de personas y empresas puedan acceder a servicios esenciales como cuentas bancarias, créditos, seguros y medios de pago.
Si bien desde el punto de vista de los depósitos ya casi todos los adultos del país, el 95,8 %, tiene al menos una cuenta de ahorros o un depósito de bajo monto (tipo Nequi, Daviplata o dale!), en lo que respecta al crédito, solo tiene acceso el 35,5 %.
El más reciente informe de inclusión financiera, presentado por la Superintendencia del ramo y la Banca de las Oportunidades, indica que al cierre del año pasado 37,1 millones de mayores de edad tenían un producto de depósito, un aumento de 2 % frente a 2023.
En contraste, el número de personas con al menos un crédito solo creció 0,2 % el último año y aún no alcanza niveles prepandemia, cuando más de 36 % de los adultos tenían acceso a un préstamo formal.
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El informe agrega que la disponibilidad de crédito en 2024 siguió concentrada en hombres, especialmente con edades entre 26 y 65 años residentes en zonas urbanas; mientras que las mujeres tienen una menor participación en todas las modalidades de financiación formales, especialmente en el crédito de consumo (que es el de libre inversión, para compra de vehículos o viajes).
Igualmente, un análisis del BBVA, indica que en las áreas rurales también se presentan grandes brechas de acceso a servicios financieros con respecto a las áreas urbanas. “Los departamentos líderes en acceso son Antioquia, Bogotá, Risaralda, Valle del Cauca y Huila (inclusiones casi universales en depósitos), mientras que los de menor inclusión son Vaupés, Vichada, Guainía, Chocó y La Guajira, con niveles de acceso inferiores al 52 %”, sostienen en el banco.
Las tarjetas de crédito, con un acceso de 23,3 %, se consolidan como el producto de financiación más utilizado por los colombianos, pero está concentrado en entornos urbanos. El crédito de consumo, por su parte, cayó a 19 %, con una disminución de 0,4 % frente a 2023. El crédito de vivienda, según el informe de inclusión, tuvo un leve repunte, pero su penetración sigue siendo baja, con solo 3,1 % de adultos con acceso a este producto y también está concentrado en grandes ciudades.
Igualmente, el acceso a microcrédito descendió 0,4 % entre 2023 y 2024, y hoy solo lo tiene el 6,2 % de los adultos. En este caso, las mujeres acceden con mayor frecuencia al microcrédito, pero reciben menores montos que los hombres. En 2024, a ellas se les desembolsaron 929 microcréditos por cada 10.000 adultas, mientras que a ellos 763. El monto promedio fue de 6,9 millones de pesos para mujeres y de 8,4 millones para hombres.

Además de las entidades financieras, algunas empresas del sector real ofrecen crédito por sus servicios, como es el caso de las compañías de telefonía móvil y las del sector comercio. El informe de inclusión financiera incluyó las cifras de estas empresas y así el indicador de acceso al crédito entre los adultos colombianos sube a 50,5 %, lo equivalente a 19,6 millones de personas.
A nivel empresarial también hay un indicador bajo de acceso al crédito. Al cierre del año pasado solo el 26,7 % de las personas jurídicas tenían un crédito vigente. No obstante, esa cifra es mejor en 0,6 % frente a la de 2023.
Juana Téllez, economista jefe para Colombia del BBVA, señala que la exclusión financiera reduce la productividad, limita el crecimiento y profundiza las desigualdades. Agrega que las personas son excluidas, porque tienen ingresos inestables y en efectivo, dado que muchos de ellos realizan trabajos precarios. Como resultado, quedan sin capacidad de respuesta ante emergencias o necesidades inmediatas y expuestos a créditos informales con altos costos y condiciones abusivas.