ECONOMÍA
Esta es la multa que le pueden imponer por vender un carro en malas condiciones
La venta de carros cuenta con una serie de normas y condiciones.


En Colombia, vender un vehículo en mal estado sin informar adecuadamente al comprador no solo es una práctica deshonesta, sino ilegal.
De acuerdo con la legislación vigente, quien comercialice un automóvil sin advertir sobre fallas mecánicas o problemas estructurales podría enfrentarse a sanciones económicas, civiles e incluso penales.

El Código de Comercio y el Estatuto del Consumidor establecen que todo bien vendido debe cumplir las condiciones de calidad, idoneidad y seguridad que razonablemente se espera de él. En el caso de un carro, esto significa que debe estar en condiciones adecuadas para circular y que cualquier defecto debe ser claramente comunicado al comprador antes de concretar la venta.
Una de las principales herramientas legales en estos casos es la llamada “garantía legal”. Según la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC), incluso en las ventas entre particulares, si se demuestra que el vendedor tenía conocimiento de un daño grave en el vehículo y no lo informó, el comprador puede interponer una queja formal. Esto podría derivar en la anulación del contrato, la devolución del dinero o la reparación gratuita del carro.
Además de lo anterior, existen sanciones económicas. La multa por vender un carro en mal estado sin la debida advertencia puede superar los 50 salarios mínimos legales mensuales vigentes (SMLMV), lo que en 2025 equivale a más de 65 millones de pesos colombianos.
Esta sanción puede ser impuesta por la SIC tras un proceso administrativo, siempre que se demuestre que hubo intención de engañar o que se vulneraron los derechos del consumidor.
En casos más graves, cuando el mal estado del vehículo representa un riesgo para la vida o integridad del comprador o de terceros —por ejemplo, fallos en el sistema de frenos o dirección—, también podrían derivarse consecuencias penales.
Bajo el Código Penal colombiano, el vendedor podría enfrentarse a cargos por fraude, estafa o incluso lesiones personales si el daño del vehículo causa un accidente.

Para evitar estas sanciones, lo más recomendable es realizar una revisión técnico-mecánica del vehículo antes de venderlo y entregar un informe detallado al comprador. También es buena práctica firmar un contrato de compraventa donde se indiquen claramente las condiciones del carro, incluyendo cualquier daño o desperfecto, por leve que parezca.
La transparencia es clave en este tipo de transacciones. No solo protege al comprador, sino que resguarda al vendedor de futuras demandas o sanciones. Vender un carro “tal como está” no exime de responsabilidad legal si se omiten datos relevantes o si se induce al error al comprador.