OPINIÓN
Adopta, no compres
Mensaje profundo y reiterativo de un ‘centennial’: ama a los animales, recicla, cuida el agua y adopta, no compres. ¡Admiración total!
Existen muchos paradigmas respecto a los animales y su trato. Si pensamos un poco frases como “le fue como a los perros en misa”, es evidente que los perritos callejeros han sido una realidad desde hace mucho y no solo no nos percatábamos, sino que además recibían rechazo y maltrato.
Las generaciones millennial y centennial (especialmente los segundos) nacidos después de 1987 aman los animales y son ambientalistas. Esa es una realidad de esta generación que a veces es bastante incomprendida por la generación X (nacidos entre 1970 y 1987) dado que su relación con el mundo, con los animales, con el ambiente es otra.
Ellos han heredado un mundo sobrepoblado. Un mundo de más empatía porque las redes muestran realidades que antes no se conocían. Así que entienden que cuidar los animales, el agua, el medioambiente es importante. Prefieren reciclar porque entienden que la basura no es un hueco negro que se va entre una bolsa. Tenemos más desechos, más basura, más contaminación que antes.
Hay muchas fundaciones que hacen cosas increíbles por gatos y perros. Yo me metí algo en esta onda por mis hijos, especialmente mi hija, que tiene un nivel de empatía muy profundo con los animales. Ya hemos adoptado cuatro perritos en los últimos años y cada experiencia ha sido hermosa y diferente, incluso una dolorosa porque estuvo muy enferma y murió.
Tendencias
Las mascotas enseñan un montón. Y a los niños les enseñan el poder de compartir, de responsabilizarse, de la importancia de una vida y, por supuesto, del buen trato
Algunos pueden pensar que es un tema más y que es una moda de los chicos más jóvenes. Pensemos que parte del respeto por la diversidad está en entender los motivadores de cada generación, así que conocer a los centennial, que ya empiezan a sentarse en las oficinas, también es vital para manejar bien los resultados colectivos de un equipo.
Muchos centennial hoy son vegetarianos. Sus abuelos no logran entender cómo los niños no quieren comer proteína (pareciera que fuera la única fuente para los mayores) y cómo se van a desnutrir por no querer comerse un pedazo de vaca o un buen trozo de cerdo.
Yo ando en la onda vegetariana porque escuché el sentido lógico que tiene para la salud. Además del maltrato animal que pueden llevar muchos procesos como el apetecido foie-gras que decidí no comer jamás cuando me enteré cómo se elaboraba.
Hace poco en un grupo vendían huevos orgánicos, huevos de gallinas felices. Eran mucho más caros porque el proceso tiene un especial cuidado de no maltratar a las gallinas. Cuando llegó esta publicidad a un grupo de WhatsApp donde la mayoría son generación X o mayores (baby boomers), empezaron a burlarse de que jamás pagarían mas por un huevo de una gallina porque estuviera contenta. No vi mucha opción de entender un poco más de la historia, simplemente un eco increíble de risas diciendo que el mundo está al revés.
Escucho a los centennial porque tienen argumentos claros sobre el extraconsumo de agua de las reses. Porque entienden que el mar hay que protegerlo y que la felicidad de una gallina que no esta estripada toda su vida en galpones es importante.
Mi reflexión hoy no está en que alguien se vuelva vegetariano o cambie sus hábitos por dos minutos de lectura, pero sí es a abrir la mente a lo que nos están diciendo los más jóvenes y no entremos a criticarlos cuando sus móviles no son solo válidos, sino trascendentes en un futuro que ellos están construyendo donde todo el ambiente esté para coexistir de manera positiva.
Mi nueva perrita Paulie vino porque necesitaba un hogar de paso. Llegó llena de pulgas, recogida por mi hija, muy flaquita, débil y triste. Hoy, después de cuatro meses, es feliz, amorosa y permanente compañía de todos en la casa. Asumí este reto porque no la dejé ir, su hermanita se fue porque conseguimos un hogar y hoy también es feliz.
Mensaje profundo y reiterativo de un centennial: ama a los animales, recicla, cuida el agua y adopta, no compres. ¡Admiración total!