OPINIÓN
Diálogos de Futuro para una Sociedad Transformada
Diálogos de Futuro y Sociedad Transformada han logrado avanzar desde una realidad de la desconfianza hacia la construcción de la confianza, han logrado crear espacios propicios con disciplina, método y compromiso para la cooperación, han logrado sustituir la ignorancia y el desconocimiento por el diálogo empático y generativo en el marco del liderazgo colectivo.
Se ven ya lejanos los años en los que tuve la oportunidad de vivir y estudiar en España, cursando mis maestrías en ciencia política y en administración de empresas gracias al apoyo de mi muy apreciada Fundación Carolina (a la fecha, cerca de 25.000 ciudadanos latinoamericanos hemos tenido esa oportunidad y ese privilegio). Fueron casi cuatro años maravillosos de experiencias, aprendizajes, conocimiento y relacionamiento no solo en el campo profesional y académico sino muy especialmente en la dimensión humana y humanista que marcó mi vida para siempre. En ocasiones, cuando evidencio pobreza y mezquindad en la condición humana frente a la sociedad, al dinero o al poder, recuerdo aquellas épocas en las que conocí la auténtica y sincera calidad de seres humanos que siempre dedicaron su vida, sus profesiones y sus decisiones de todos los días a una verdadera y concreta construcción del “Bien Común”.
Hago esta evocación porque uno de los principales aprendizajes que recibí entonces no solo desde la teoría sino desde la práctica real de muchas organizaciones, fundaciones y asociaciones públicas, privadas y mixtas, fue precisamente la conciencia clara y decidida de profundizar en los mecanismos, modelos y estrategias para la colaboración y la cooperación entre diversas organizaciones e instituciones, no solamente para enfrentar tiempos complejos y de turbulencias políticas, económicas y sociales, sino para la consolidación y fortalecimiento del capital social para el logro de una sociedad mejor en el largo plazo.
Resulta de tanta importancia este tema, que muchas organizaciones han desarrollado estrategias, comités y rigurosos documentos para comprender y analizar las prácticas de cooperación entre diversas entidades, concluyendo que cooperar significa, sin duda alguna, una apuesta por el reconocimiento y valoración de la diversidad, respeto por las posiciones e ideologías, y sobre todo la búsqueda de beneficios en la construcción colectiva.
Sin embargo, no es sencillo que las personas y las organizaciones logren entender que resulta mejor cooperar que no hacerlo, este ejercicio de diálogo generativo requiere de método, didáctica y pedagogía para superar, al menos, tres grandes riesgos, suficientemente estudiados y documentados, a los que se enfrenta todo proceso de colaboración: la desconfianza, la ausencia de espacios propicios para colaborar y el desconocimiento.
Tendencias
1. La desconfianza: es el principal enemigo de la cooperación, la envidia, el ego, los prejuicios, el egoísmo, la falta de humildad en las personas que se proyecta en las instituciones es la principal razón que impide la cooperación. La confianza como factor fundamental que explica la construcción del capital social es indispensable. Como en toda relación humana, para construirla hay que esforzarse en actitudes, comportamientos y muestras permanentes, de todos los días; para destruirla hace falta un simple error, malentendido o equivocación.
2. La ausencia de espacios propicios para colaborar: como en las relaciones humanas, resulta necesario aunque no suficiente una interacción activa y permanente, una empatía que fortalece la confianza y, si se me permite la expresión, un “enamoramiento” entre las personas, las organizaciones y la causa que se persigue, acompañada de la clara comprensión de los alcances, recursos, estrategias y métodos de acción, por esto es necesario propiciar los espacios permanentes de interlocución, independientemente de los canales y las tecnologías que tengamos a disposición. La realidad de la pandemia y eso que ahora llamamos “nueva normalidad” nos han exigido nuevas formas, metodologías, modos y canales para comunicarnos y crear con efectividad, espacios propicios de cooperación.
3. El desconocimiento: la cooperación supone estrictamente un deseo auténtico de conocer a los demás personal e institucionalmente. Es necesario conocer el potencial, la historia, la trayectoria, el conocimiento acumulado, la cultura, prácticas, valores y hábitos de las personas y organizaciones con las que queremos cooperar, para evitar frustraciones, distorsiones o prejuicios en el marco de la cooperación.
Ustedes, generosos lectores, saben que procuro siempre pasar de la reflexión teórica a la aplicación práctica, por eso debo hoy reconocer dos grandes procesos de cooperación interinstitucional que vienen desarrollándose en Colombia de manera simultánea pero que convergen en propósito, proceso de cooperación y resultados, y estoy seguro de que, resguardando la identidad de cada uno, terminarán siendo convergentes en diferentes escenarios. Me refiero a Diálogos de Futuro y Sociedad Transformada.
Diálogos de Futuro, la convergencia de más de 40 organizaciones universidades, empresas, entidades públicas, y organizaciones de la sociedad civil que, con el liderazgo del Foro de Presidentes, Connect Bogotá y la Pontificia Universidad Javeriana, han desarrollado por más de 18 meses un escenario de cooperación, diálogo generativo y liderazgo colectivo con el propósito de “construir juntos una conversación empática y generativa, que inspire, aporte y movilice a la transformación de la educación superior, con impacto en la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras”. Hace pocos días se ha entregado al país el resultado de la primera fase que, entre otros elementos, logra identificar cuatro posibles escenarios prospectivos de futuro y un conjunto de iniciativas concretas de colaboración para la evolución de un sistema de educación superior verdaderamente incluyente y sostenible, del que hacen parte activa todas las entidades involucradas. El país debe tener en Diálogos de Futuro un referente obligado para la comprensión y consolidación de nuestro sistema de educación superior.
Sociedad Transformada, liderada por la Asociación Colombiana de Ingenieros de Sistemas – ACIS, la Fundación Guión, MACA Consultores y la organización Minuto de Dios entre otros actores, han consolidado una comunidad de actores cuyo propósito superior es “la búsqueda de la verdad y del sentido a través del conocimiento y la comprensión de las nuevas realidades de la convivencia y el progreso humanos influidas por el avance de las nuevas tecnologías”. En un ciclo que a la fecha ha desarrollado más de siete conversaciones transformadoras de alto, de la mano de los principales expertos en la aplicación de las nuevas tecnologías en la realidad actual y su impacto en la realidad y convivencia humanas.
Diálogos de Futuro y Sociedad Transformada han logrado avanzar desde una realidad de la desconfianza hacia la construcción de la confianza, han logrado crear espacios propicios con disciplina, método y compromiso para la cooperación, han logrado sustituir la ignorancia y el desconocimiento por el diálogo empático y generativo en el marco del liderazgo colectivo, situando a las personas siempre en el centro, respetando y promoviendo la diferencia, la transparencia, la confianza, la prevalencia de la cooperación sobre la competencia, y sobre todo construyendo unidad en medio de la diversidad, como uno de los más bellos y honrosos ejercicios de defensa de la Libertad en los que he tenido el honor de participar, convencido cada vez más de la vigencia de estas palabras de ese gran político norteamericano de inicios del siglo XX Charles Evans Hughes “Cuando perdemos el derecho a ser diferentes, perdemos el privilegio de ser libres”.