Opinión
El golazo pensional
Lo que está presentando el Gobierno como reforma es un sancocho donde el único beneficiado al final será el mismo Estado y los más perjudicados serán los más juiciosos, los que más ahorraron para tener una mejor vejez.
Si hay algo que debemos aceptarle al Gobierno es su estrategia. El simple hecho de meter en esta legislatura la mayoría de las reformas hace imposible que la oposición tenga la capacidad de atajarlas todas. Al parecer, la que va a pasar avanti será la reforma pensional, que es igual o más mala que las otras.
Claro que el sistema mixto de pensiones tiene muchos problemas. El principal, Colpensiones, el sistema de prima media, está mandado a recoger no solo en Colombia, sino en el mundo. A medida que los nacimientos son menores y que los mayores tienen una mayor longevidad, no se logra que la pirámide sea eficiente en la distribución de los recursos.
Hoy, en Colpensiones están las pensiones más altas, que además nunca ahorraron lo que están recibiendo. En cambio, en los fondos privados de pensiones, al ser un ahorro individual, cada quien recibe de pensión lo que ahorró.
Mientras los fondos de pensiones privados valen hoy 370 billones de pesos, Colpensiones tiene un hueco anual de 40 billones de pesos.
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Lo que está presentando el Gobierno como reforma es un sancocho donde el único beneficiado al final será el mismo Estado y los más perjudicados serán los más juiciosos, los que más ahorraron para tener una mejor vejez.
Dentro del proyecto de reforma pensional hay una reforma tributaria escondida, donde el Gobierno traslada subsidios que ha venido pagando hace rato y los convierte en pensión. Esto lo hace para que los recursos salgan del ahorro de los trabajadores y no del presupuesto nacional.
Para lograr lo anterior, obliga a todos los cotizantes a aportar sobre los tres primeros salarios mínimos en Colpensiones. Esos recursos se volverán caja para cubrir el déficit que hoy ya existe y para pagar los transformados subsidios en pensiones. Para mí, eso es un robo a mano armada.
Todo lo expuesto implica que gran parte de los recursos nuevos, que entran mensualmente, llegarán a Colpensiones y no van a ser invertidos ni gestionados: simplemente servirán de caja menor. Esto es un tramacazo al ya golpeado mercado de capitales, ya que los fondos privados de pensiones recibirán mucho menos recursos y, por ende, habrá menos inversiones en TES, en infraestructura, en bonos, etc.
Lo peor de todo es que el Gobierno Petro no tiene ningún interés en solucionar los problemas de fondo del sistema, como lo son el desempleo, que sigue por encima del 10 %, y la informalidad, que ya sobrepasa el 50 %. Todo lo contrario, no existe ninguna propuesta para la generación de empleo y sí hay propuestas para fomentar la economía popular, que no es más que disparar la informalidad.
A diferencia de muchos que piensan que esta reforma es la menos dañina para el país, para mí es nefasta, sobre todo en el mediano plazo: las pensiones serán menores, independientemente de lo que se ahorre; se disminuirá fuertemente el financiamiento de la Nación, porque los fondos tendrán menos recursos para invertir, y, lo peor, no soluciona el verdadero problema: que son pocos los colombianos que cotizan al sistema por cuenta de la informalidad.
Esperemos que el Congreso recapacite y hunda este otro esperpento.