Guillermo Valencia Columna Semana

Opinión

El ruido de las guerras comerciales y la señal de la historia

Los mercados de acciones de Estados Unidos se doblan, pero no se quiebran —al menos no lo hicieron bajo Trump 1.0—. El riesgo estructural no está en Silicon Valley ni en Wall Street, al menos por ahora, sino en los mercados emergentes.

Guillermo Valencia
16 de abril de 2025

1. Guerras comerciales: Vuelve la volatilidad

Durante Trump 1.0 (2017-2021):

○ S&P 500: de ~240 (inicios de 2017) a ~380 (inicios de 2021), +58 %. Dos caídas destacadas: 20 % en 2018 (tensión arancelaria con China) y 30 % en 2020 (COVID).

○ Nasdaq: pasó de 6.000 a 13.000 (+116 %), con descensos similares (~20 % y ~30 % en 2018 y 2020).

Conclusión: Las bolsas de EE. UU. se recuperaron y cerraron en máximos pese a fuertes sacudidas.

Trump 2.0 (desde 2025):

○ El S&P 500 alcanza 600 puntos y retrocede 20 %. El Nasdaq llega a 20.000 y también cae 20 %.

Implicación: Se reactiva la volatilidad por la escalada de tensiones arancelarias, como ocurrió en Trump 1.0.

Guerras comerciales: Vuelve la volatilidad
Guerras comerciales: Vuelve la volatilidad | Foto: Suministrada

2. El dólar: Estable frente a divisas fuertes, pero un golpe para economías emergentes

Índice DXY (2017-2021): Mantuvo un rango de 90-100 puntos, sin grandes fluctuaciones frente a monedas como euro y yen.

Mercados emergentes: En Trump 1.0 se registraron devaluaciones de 20 %-40 % en MXN, COP, BRL, KRW, entre otras. El capital buscó refugio en EE. UU.

Proyección 2025: Si la dinámica se repite en Trump 2.0,

Colombia enfrentaría nuevamente presión cambiaria, encareciendo la financiación y afectando la confianza de inversionistas.

El dólar:  Estable frente a divisas fuertes, pero un golpe para economías emergentes
El dólar: Estable frente a divisas fuertes, pero un golpe para economías emergentes | Foto: Suministrada

3. Petróleo: juego estratégico y riesgo de bajo crecimiento

Trump 1.0:

El petróleo WTI pasó de 50 USD a inicios de 2017 a 70 USD (2018), cayó a 20 USD, en abril de 2020 (Incluso tuvo breves precios negativos) y cerró 40 USD a inicios de 2021.

Arabia Saudita (costo de producción ~10 USD/barril) inundó el mercado en 2020, afectando a productores más caros (Shale de EE. UU., Brasil, Canadá, etc.).

Trump 2.0:

○ El barril inició 2025 en 80 USD, subió a 85 USD y bajó a 63,83 USD (abril 2025), un -25 %.

Advertencia: Una nueva “guerra de precios” recortaría aún más las cotizaciones, impactando gravemente a países con costos de producción por encima de 30-40 USD/barril y fuerte dependencia petrolera.

4. Implicaciones para Colombia

Tipo de cambio: Con un dólar fortaleciéndose, el COP podría reproducir las devaluaciones de Trump 1.0 (Cuando llegó a depreciarse 20 %-40 %). Esto elevaría el costo de la deuda externa y restaría competitividad en la importación de insumos.

Sector petrolero:

○ Colombia tiene costos de producción cercanos a 35-40 USD/barril y un déficit fiscal de 5,5 % del PIB en 2024. Si el WTI se acerca a 30-40 USD, habría un impacto directo en ingresos, presionando el presupuesto nacional y encareciendo la deuda.

○ Caídas más pronunciadas aumentarían la volatilidad cambiaria y las tensiones sociales.

Fuga de capital: Una intensificación de guerras comerciales podría llevar a inversionistas a activos denominados en dólares, disminuyendo la entrada de capital a los mercados colombianos.

5. Accionables

  • Monitorear la volatilidad bursátil en EE. UU.: Los descensos abruptos (>20 %) en el S&P 500 o Nasdaq suelen correlacionarse con picos de tensión comercial. Esto anticipa movimientos bruscos en los mercados emergentes.
  • Protegerse ante un dólar fuerte:

Revisar exposiciones y coberturas de tipo de cambio, especialmente para empresas con deuda o pagos en dólares.

Mantener liquidez en moneda local y explorar líneas de crédito preventivas.

  • Evaluar escenarios de crudo a la baja:

Preparar planes de contingencia si WTI se acerca a 40 USD o menos.

○ Diversificar fuentes de ingresos si el negocio principal o la economía del país dependen del petróleo.

  • Seguimiento macro y geopolítico constante:

○ Observar declaraciones y políticas de la OPEP+, así como señales de Arabia Saudita sobre la oferta de crudo.

○ Estar atentos a los anuncios de la administración Trump 2.0 y posibles contraofertas de socios comerciales.

Conclusión:

● El ruido de las guerras comerciales impacta de manera más intensa a los mercados emergentes y productores de petróleo con costos más altos.

● Colombia, con historial de devaluaciones frente al dólar y dependencia petrolera, debe tomar medidas preventivas ante escenarios de volatilidad y precios del crudo en caída.

● La lección de Trump 1.0 es clara: en tiempos de tensiones comerciales, la resiliencia de EE. UU. contrasta con la vulnerabilidad de emergentes. En Trump 2.0, los mismos factores se reactivan; por tanto, conviene un enfoque prudente y estrategias de cobertura claras.