Camilo Villaveces (Presidente de Ashmore Colombia), Luc Gerard (Presidente de Tribeca) | Foto: Alejandro Acosta

SALUD

Pese a millonaria cartera vencida crece inversión en hospitales y clínicas

Pese a la millonaria cartera vencida que tienen hospitales y clínicas, cada vez llega más inversión a este sector, que se nutre de giros mensuales del Gobierno. Crece participación de fondos de capital privado.

21 de julio de 2016

El 28 de julio se inaugurará en Santander la primera etapa del que hasta ahora se considera el complejo médico más grande del país, en el que se invirtieron US$200 millones financiados por bancos y la IFC, que es la unidad del Banco Mundial que le presta al sector privado. Se trata del ?Hospital Internacional de Colombia, que además de los servicios de salud contará con un hotel y centro de convenciones.

Una cuantiosa apuesta que arranca en medio de las alarmas prendidas por hospitales y clínicas por un creciente problema de cartera vencida a más de 60 días que les adeudan las distintas entidades a las que les venden sus servicios de salud, en particular EPS y entes territoriales y que, al cierre del año pasado, podría ser de entre $13 billones y $14 billones. Este cálculo es de la Asociación de Hospitales y Clínicas, que agremia a 146 instituciones. “Al cierre de 2015, a nuestros afiliados, que tienen 20% de las camas del país, les debían $6,1 billones; si se extrapola esa cifra a todo el sector la cartera puede sumar $14 billones”, dice Juan Carlos Giraldo, presidente del gremio.

Pese a que el Ministerio de Salud lanzó un plan de choque que busca reducir esa cartera y facilitar el movimiento del dinero en todos los eslabones de la cadena, hospitales y clínicas advierten que la morosidad sigue subiendo y que algunos tienen cartera hasta de 200 días.

El panorama no luce muy alentador para las llamadas Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) y, sin embargo, la inversión del nuevo ?Hospital Internacional de Colombia no es una excepción, ni un caso aislado, sino que cada vez se hacen más anuncios de ampliación de instituciones y de la construcción de nuevos hospitales y centros de especialistas.

Es más, el negocio de la salud ya no solo interesa a médicos y a profesionales del sector, sino también a los fondos de capital privado, que están trayendo sus millonarios recursos a las IPS.

Uno de ellos es el londinense Ashmore, que en 2013 invirtió en Diagnósticos Cardiológicos Especializados (Diacorsas), una empresa que opera hospitales en Manizales, Ibagué y Santa Marta.

Camilo Villaveces, presidente de Ashmore Colombia, explica que invierten en IPS porque ven que es un negocio con potencial y dice que el innegable problema de la cartera vencida se enfrenta con capacidad financiera, que es lo que ellos proveen como inversionistas. “Tenemos cartera promedio de 200 días y eso vuelve complicada la operación, pero con la capitalización que hicimos, Diacorsas puede resistir y seguir creciendo”, precisa y agrega que en Ciudad Verde, un macroproyecto de vivienda de la constructora Amarilo en Soacha, ya tienen un lote para construir un hospital de alta complejidad de 250 camas, en donde van a ser propietarios y operadores.

Tener piel gruesa

Hasta ahora Ashmore ha destinado entre US$30 y US$40 millones al sector salud en el país y planean invertir otros US$60 millones más. Villaveces dice que le interesan los hospitales y las clínicas de alta complejidad, pero no las EPS, pues el modelo de negocio es distinto y tiene otras particularidades. “Claro, el tema financiero de los hospitales es complicado, pero toca tener piel gruesa para aguantar”, sostiene.

Otro fondo que va a ingresar al negocio de las IPS es Tribeca, cuyo presidente, Luc Gerard, también es accionista de National Clinics, un operador de hospitales que nació en 2014 y ya opera 400 camas en su sede Centenario (en el centro de Bogotá) y en la Clínica San Rafael (al sur de Bogotá). Allí tiene una alianza de largo plazo con los propietarios de la institución: la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios.

Carlos Flórez, vicepresidente Financiero de National Clinics, agrega que con la San Rafael se les planteó otro negocio, que fue el de comprar las instalaciones de la clínica para que los propietarios se concentraran solo en la operación y no en el manejo inmobiliario. “Como a nosotros no nos interesa la finca raíz, sino la operación de hospitales, entonces encontramos otros socio: el fondo Rizk Ventures”, precisa.

Este fondo fue creado hace tres años, derivado de una empresa que proveía servicios a los hospitales en Estados Unidos. “Nuestro foco es la finca raíz, y como conocemos el sector salud, decidimos concentrarnos en ese nicho”, dice Geoffrey Rizk, uno de los socios de Rizk Ventures.

Comenzaron su internacionalización en Colombia mediante un joint-venture con Goldman Sachs. Lo que hacen es comprar los inmuebles de los hospitales y arrendárselos a sus antiguos propietarios para que ellos se dediquen solo a la parte operativa.

Además de la Clínica San Rafael, Rizk Ventures también compró el inmueble donde comenzará a funcionar desde este 28 de julio el Hospital Internacional de Colombia, gestionado por la Fundación Cardiovascular de Colombia y junto con National Clinics operarán la Clínica Los Nevados en Pereira, donde funcionaba anteriormente la Clínica Cardiovascular del Niño (antiguo Seguro Social).

Otro fondo metido en el sector es MAS Equity Partner, que en 2013 invirtió $25.000 millones en la Clínica las Américas de Medellín. Igualmente es socio de las Clínicas Odontológicas Sonría. No obstante, Héctor Cateriano, CEO de MAS Equity Partner, explica que, aunque ambas son inversiones en salud, son negocios distintos, pues uno es privado (Sonría) y el otro se nutre principalmente de los recursos del sistema de seguridad social.

El atractivo para los fondos de capital privados son justamente esos recursos que el Gobierno gira mensualmente para pagar la salud de casi toda la población (pues la cobertura es casi universal). Se estima que al año son unos $30 billones y que así el dinero se demore en pasar de las EPS a los hospitales y clínicas, es plata que tarde o temprano llegará.

“Colombia tiene el sistema de salud número 22 del mundo, Alemania el 25 y Estados Unidos el 37. El costo por paciente es tal vez uno de los más eficientes del mundo: son US$2.500 al año frente a entre US$5.000 y US$6.000 en Estados Unidos, eso hace que acá los hospitales sean más rentables que en otros países”, argumentan los socios de Rizk Ventures para justificar su apuesta por Colombia y es la misma tesis de inversión de todos los demás fondos que ven allí una oportunidad de obtener ganancias.

Otras personas del sector consideran que, si bien es el sistema es atractivo por la cobertura universal y por los giros del Gobierno, su financiamiento no es sostenible. “La seguridad social es un logro para el país, pero se levantan dudas cuando esta cada vez se privatiza más. Puede ser un retroceso en términos de equidad”, opinan.

Buen o mal negocio, lo cierto es que mientras algunas IPS van camino a la quiebra, otras luchan por sobrevivir y algunas están en plena expansión y buscando inversionistas. Lo importante es que al final sirva para sanar la quebrantada salud de los colombianos.