CONSTRUCCIÓN
Salas de venta digitales y obras en líneas, el futuro de la construcción
Tanto en el desarrollo de proyectos como en la etapa de ventas, el sector constructor avanza en su proceso de digitalización. Esta nueva normalidad llegó para quedarse.
El sector de la construcción tuvo que correr como ninguno por la pandemia. Debió adaptarse rápidamente y lideró la reactivación desde el día cero.
Esta rama de la economía, que encadena a algo más de 30 sectores, venía adaptando cambios de gran calado en sus procesos. A pesar de lo anterior, el camino que tenían allanado los constructores –sumado al impulso del Gobierno con más subsidios– fue determinante para que las ventas de vivienda volvieran a las cifras prepandemia.
En este proceso hay un protagonista que no puede pasar desapercibido: el modelo de información de construcción (BIM, por su sigla en inglés).
Radiografía en tiempo real
Si bien pocos por fuera del sector saben de qué se trata, el BIM cambió 100% la forma de hacer los proyectos. Se trata de una metodología que permite ver integralmente la actividad de un proyecto, desde la etapa de diseño hasta la entrega. Todo en un modelo digital que se va construyendo a través de softwares y cálculos técnicos, y que tiene avances importantes en el sector privado.
"El 45% de las empresas ya han implementado BIM en los últimos dos años. Además de ese total, 54% ya están en niveles avanzados, 27% en un nivel moderado y el 19% restante en un nivel básico", dice Sandra Forero, presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol).
Si bien aún falta que la mitad de las empresas se monten en ‘este tren‘, la pandemia no cogió desprevenido al sector como un todo. De hecho, las firmas que van en niveles avanzados ya migraron a BIM procesos claves para las realización de edificaciones, como la visualización durante la etapa de construcción.
Esto va más allá de los renders y tiene que ver con que en un mismo modelo se pueda observar el proyecto, los presupuestos, el diseño, los planos, la inspección de obra, la gestión de avances, entre otras.
En plata blanca, esto permite analizar en tiempo real el proyecto y anticiparse a los eventos que puedan suceder durante la construcción para mitigar los impactos.
"Cualquier ajuste en el diseño, por ejemplo, va a afectar el cronograma y el presupuesto de los proyectos. El BIM nos permite visualizar esos cambios y tener una radiografía integrada", dice Forero.
En la palma de la mano
Sin dudas, la implementación de este modelo en las diferentes constructoras fue determinante para que estas se adaptaran a las constantes actualizaciones de regulación y las nuevas necesidades de los consumidores.
Con la llegada de la pandemia, las salas de venta, como cualquier otro punto de contacto social, tuvieron que cerrar sus puertas. Durante meses no pudieron operar presencialmente, pero eso no implicó que dejarán de funcionar.
De hecho, diversas empresas se metieron la mano al dril y le dieron un cambio notable a sus páginas web. A tal punto que los interesados pueden hacer tours virtuales de los apartamentos modelo, las zonas comunes y hasta los alrededores del proyecto.
"Todas las constructoras teníamos páginas buenas, pero nadie nos compraba por ese canal. Pero con la pandemia se incrementó la presentación virtual de las viviendas, e incluso hubo meses en que la industria vendió digitalmente entre 30% y 70% de los proyectos", dice Carlos Arango, presidente de Constructora Bolívar.
Llegar a este punto no se dio de la noche a la mañana. De hecho, de parte de muchas empresas requirió inversiones que vienen de años atrás. Lo anterior trajo consigo servicios que existen hace menos de 20 años, como videoconferencias con drones, videos 360 grados de los apartamentos modelo, renders en 3D de las zonas comunes, entre otros.
"Esto nos ha permitido atender a nuestros clientes desde la comodidad de sus hogares y lograr atender clientes que por la distancia a la sala de ventas no podrían ser atendidos de otra manera y de forma tan completa y profesional", señala Pablo Echeverri, presidente de Constructora Capital.
A todo lo anterior se suman los avances en la firma digital. Con esta, los clientes pueden vincularse a la fiduciaria del proyecto e incluso firmar las promesas de compraventa y los documentos del negocio desde la palma de la mano.
Además, como la covid-19 llegó para quedarse, por lo menos hasta que se aplique una vacuna, los lanzamientos de proyectos pasaron al plano digital.
"Hoy los hacemos de manera 100% virtual, logrando tener en un mismo momento una audiencia mucho más grande, con una explicación más detallada y completa que lo que se logra en una atención personal", dice Echeverri.
¿Y el Estado?
Todo lo anterior sería imposible sin la promoción e impulso que el sector privado les ha dado a las obras. No obstante, desde el Estado colombiano no se han quedado de brazos cruzados.
Es más, al tiempo que el Gobierno lanzó una nueva fase de subsidios para vivienda de estrato medio, aceleró los tiempos para la entrega de estos beneficios.
Según el Ministerio de Vivienda, los menores tiempos son el resultado de una mayor capacidad estatal para intercambiar bases de datos entre entidades públicas, con las cuales se llega a definir la lista de elegibles para ser beneficiados.
De esta forma, la información que llega de las entidades financieras se cruza con datos estatales, de tal modo que se pueda identificar rápidamente quiénes pueden aplicar o no a los auxilios. Si antes se requerían 15 días para hacer el cruce de información, ahora ese tiempo no pasará de un día.
Al igual que en cuanto a los proyectos, la articulación de los actores (privados, Gobierno y bancos) fue determinante para que la construcción se adaptara exitosamente al siglo XXI.