¿Qué sucede con las carreras ambientales en Colombia? Expertos analizan la falta de profesionales para salvar el planeta

En medio de la XI Cumbre Líderes por la Educación de SEMANA (CLE), expertos analizaron la situación de la educación ambiental en Colombia y el mundo a partir del contexto actual de crisis global. Durante el segundo conversatorio de uno de los eventos educativos más importantes del país, tres líderes de diferentes organizaciones coincidieron en la necesidad de formar a más jóvenes profesionales en programas académicos enfocados en la sostenibilidad y el medioambiente.

De acuerdo con Henny Margot Santiago Villa, coordinadora de Sostenibilidad de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales U.D.C.A., muchos jóvenes en Colombia están dejando de lado las carreras ambientales. Eso, según ella, repercute en una “crisis de la especie humana”, que se vive hoy en día y que se debe abordar urgentemente, no solo desde la academia, sino desde los diferentes frentes.

Asimismo, generó la siguiente interrogante que se debe trabajar desde el sistema educativo: “¿Cómo formamos responsablemente a más profesionales con sello ambiental o de sostenibilidad?”.

“Esa evolución que hemos tenido, sin ser catastróficos y mostrando que también hay esperanzas, está en saber cómo formar integralmente a esos individuos y cómo esa responsabilidad nos recae a todos. Hay que entender que la educación ambiental nos compete a todos y en cualquier área del conocimiento. Ese es nuestro mayor reto en la academia y nuestro mayor objetivo en este momento”, advirtió Henny Santiago.

Conciencia ambiental

Por su parte, Marcela Fernández, fundadora de Cumbres Blancas y una de las 100 mujeres más influyentes del mundo, señaló: “Desconocemos la verdadera belleza que tenemos en el planeta”, lo que se relaciona con la falta de interés de muchos jóvenes por el estudio de las ciencias ambientales.

Sin embargo, Fernández resaltó que, para ella, “está en los niños empezar a tener esa conciencia ambiental”, destacando el caso de Josué, un niño de 11 años, hijo del director de Cumbres Blancas, quien desde hace seis años se ha convertido en un embajador de la marca desde que descubrió cómo la crisis de los glaciares afectaría su futuro.

Del mismo modo, aseguró que ella misma, desde los 14 años, empezó a apasionarse por el tema ambiental y el cuidado de los glaciares cuando representó a su institución educativa en Noruega con un proyecto de conservación del agua.

“Él ha hecho parte del equipo, estuvo en México y no es lo mismo que yo les hable a que les hable sobre esto un niño de 11 años, su aspiración es ser como su papá, y ha sido una gran motivación. Hoy estamos trabajando en un proyecto que se llama biblio-paramos y la idea es tener bibliotecas y que se hagan escuelas en los páramos y zonas rurales, donde haya espacios de diálogo y comunicación; incluso los profesores pueden ser personas de la comunidad”, añadió.

En cuanto a la importancia de espacios de conversación y de escuchar a grandes expertos en el cuidado de los glaciales y de todo el planeta, Fernández manifestó que es crucial “entender y escuchar esas voces y darles su lugar”.

Formar líderes ambientales

Entre tanto, Luis Camargo, fundador y director de la Organización para la Protección y Educación Ambiental (OpEPA), subrayó la urgencia de formar “futuros buenos ancestros” que contribuyan a salvar el planeta.

“Yo creo que el saber es muy importante, pero también debemos desmontar que el saber no es lo único importante; nosotros tenemos que saber, tenemos que sentir y tenemos que hacer. Es decir, pensar con la mente, con el corazón y con las manos, porque si no lideramos desde las tres, nos vamos a quedar cortos y es la hora de actuar. Tal vez para los glaciales puede ser tarde, pero para la tierra no es tarde porque tiene una resiliencia y una capacidad de sanación propia y de autocreación”, afirmó Camargo.

Y agregó: “Tenemos que empezar a liderar cómo lideran los ecosistemas y la naturaleza, de manera integrada (…) y desde el liderazgo trabajamos todos juntos para transformar lo que tengamos que transformar y podamos crear culturas de bienestar, culturas de cuidado y darle un chance a la vida en nuestro planeta”.