Voluntariado
Voluntarios de Israel que viajan por el mundo llegaron a Colombia
Los jóvenes participaron en diferentes colegios de Bogotá y hablaron sobre su voluntariado.
Este año, una delegación de voluntarios estuvo en Colombia en el Colegio Casablanca (al nororiente de Bogotá). Se llama Héroes For Life, un proyecto que consiste en prestar un servicio social a diferentes colegios en otros países por dos semanas, dictando clases de inglés diferentes a las rutinarias, pintando murales, entre otras actividades.
Realizan talleres lúdicos con los estudiantes. Los niños de 4 a 6 años “están felices con la visita, ellos son muy cariñosos y, al ver que vinieron personas nuevas con buena actitud, jugaron con los voluntarios e hicieron diferentes actividades”, le afirmó a SEMANA, Angélica Correa, docente de transición.
Agregó que el idioma fue un tema complejo, porque los niños “apenas están empezando a aprender inglés”; sin embargo, manifestó que “con las pocas palabritas que sabían, lograron comunicarse muy bien con ellos. Se contaban entre los voluntarios y los niños cosas de sus familias y demás”.
Asimismo, Martín, estudiante de noveno grado, habló con SEMANA y dijo que “el proyecto es muy interesante y fortaleció el proceso de bilingüismo que se está haciendo. Es una oportunidad que los estudiantes hemos sabido aprovechar. Pudimos conversar sobre su cultura y fue genial conocer más”, expresó.
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De igual manera, Daisy, estudiante de once, aseguró que para ella fue bastante útil tener contacto con los voluntarios porque le permitió darse cuenta de: “Realmente sí sabía inglés y así poder viajar a otros países, conocer nuevas culturas y encaminar mi proyecto de vida en el exterior. Realmente me abrió mucho la mente y estoy muy agradecida por eso.”
“La idea era que unos voluntarios de Israel iban a estar durante dos semanas ayudándonos con algunos arreglos locativos y sencillos como pintura o resane, también apoyando a los chicos, especialmente en la parte de inglés”, le expresó a SEMANA Fernando Villamil, rector del colegio Casablanca.
Los israelíes, por otro lado, en diálogo con SEMANA, hablando propiamente del voluntariado, manifestaron que en su país es una tradición trabajar y viajar antes de entrar a la universidad. A varios de ellos, sus padres les ayudan con dinero para que puedan viajar por el mundo. En Israel también tienen el proyecto y la comunicación es más fluida porque no está la barrera de tener diferente idioma.
Mientras que para otros, como Or, la traductora de la delegación, no fue así, sino que ella misma trabajó como mesera y consiguió los recursos para viajar a diferentes países del mundo, en los que ayuda con la ONG.
Or, una de las voluntarias del proyecto, sabe hablar español, idioma que aprendió viendo novelas argentinas con frecuencia, desde los 12 años aproximadamente; además veía noticias y escuchaba música en esta lengua. Su idioma natal es el hebreo, pero en su país también les enseñan inglés de manera obligatoria.
La amabilidad de las personas de Latinoamérica llamó su atención, pues aseguran que ellos “ayudan en cualquier cosa”. De los países que han visitado, las mejores comidas que han probado (en Colombia) son la arepa con queso y la arepa con carne; en México, los tacos, y en Argentina, la carne.
Han visitado del país ciudades como Cali, Medellín, Salento, Cartagena, Barranquilla, Santa Marta y San Andrés Islas, este último lugar que consideran que ha sido el más top de todo Colombia. Además, es el mejor país para visitar en Latinoamérica, según los viajeros de ese país.
Ver paisajes es lo que más los motiva a viajar por todo el mundo. Lo más agotador de viajar es tener que armar y desarmar la mochila, pues “se convierte en tu casa”, aseguró uno de ellos.
En sus hogares, en Israel, les enseñan valores y a respetar. Por su cultura, creen en Dios, pero, contrario al catolicismo que se practica en Colombia, Jesús para ellos es considerado solamente parte de la historia.
El programa, aseguran los líderes del mismo, recibe donaciones de todo el mundo, que cubren únicamente la estadía y alimentación en el país al que van a hacer el voluntariado, pero cada persona se paga el tiquete de vuelo de ida y regreso. Algunos hacen escala en Fráncfort, Alemania, mientras que otros en Madrid, España.