Emprendedores
“Emprender no es fácil, pero es posible”: Liliana Urrego, fundadora de Luvanna, habla sobre los desafíos de crear empresa en Colombia
Liliana Urrego relata cómo transformó un pequeño proyecto en un gran negocio, a pesar de la falta de apoyo estatal y financiero.

Liliana Urrego, fundadora de Luvanna, un centro de medicina estética con enfoque integral, compartió su experiencia como emprendedora en Colombia, país donde considera que iniciar un negocio sigue siendo una tarea compleja y solitaria. A pesar de las dificultades, afirma que es posible crear empresa cuando se tiene claridad de propósito y compromiso con el impacto que se quiere generar.
“Hacer empresa en Colombia es un desafío constante. Emprender en este país significa enfrentarse a la falta de apoyo del Estado y del sistema financiero, lo que limita las posibilidades de crecimiento acelerado y obliga a resolverlo todo con recursos propios”, explicó Urrego. “Es un camino solitario en muchos momentos, que requiere mucha disciplina, claridad y convicción”, resaltó.
Su camino en el emprendimiento comenzó con DepiVellos, un pequeño proyecto que, tras superar momentos difíciles como el cierre de sedes y profundas reestructuraciones, evolucionó en lo que hoy es Luvanna. “Emprender no es fácil, pero es posible cuando hay una verdadera intención de generar impacto”, señaló.
Urrego eligió el sector de la estética no solo por su interés en el bienestar físico, sino por su conexión con el ámbito emocional. “Encontré en la estética una forma de ayudar a las personas a sentirse bien consigo mismas, no solo a nivel físico, sino también emocional”, contó. A partir de experiencias personales y familiares, se acercó al mundo espiritual y comprendió “cuánto influyen las emociones en la forma en que nos vemos y nos tratamos”.
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Según la empresaria, muchas mujeres enfrentan batallas internas relacionadas con la autoestima y el amor propio. “Vi en este sector la oportunidad de acompañarlas en ese proceso de transformación personal, desde un enfoque más humano, cálido y consciente”.
Frente a la competencia, Luvanna —dice— se diferencia por su propuesta de valor centrada en el “bienestar integral”. “Desde el primer contacto, buscamos que cada paciente se sienta segura, escuchada y bien acompañada”, afirma Urrego. Además del trato cercano, la empresa ofrece tratamientos con tecnología de alta calidad, un equipo constantemente capacitado y precios accesibles. “Queremos que más personas puedan acceder a servicios de medicina estética confiables, éticos y con resultados reales, sin que el costo sea una barrera”.

A quienes desean emprender en Colombia, la fundadora de Luvanna les recomienda comenzar sin esperar el momento perfecto. “Que empiecen, incluso si no se sienten completamente listos. Que no esperen a tenerlo todo resuelto para dar el primer paso”, aconseja. Y añade: “La persistencia marca la diferencia. Si hay propósito, compromiso y coherencia, el proyecto encontrará su lugar. En Colombia sí se puede emprender, aunque el camino sea difícil. Lo importante es no rendirse”.
