El sector de energía eléctrica tiene ahora el reto de convertirse en factor fundamental de la reactivación económica que requiere Colombia. | Foto: General Electric

ENERGÍA

GE dice que demanda energética cayó hasta 25% en países con cuarentena

El director ejecutivo de General Electric (GE) Colombia, Eduardo Jaramillo, dijo a Dinero que la demanda energética de los países que están actualmente en cuarentena ha sufrido una caída de entre un 20% a un 25%, aunque estima que a final de año se recuperen estos niveles.

25 de julio de 2020

En una entrevista concedida a Dinero, el directivo ofreció detalles acerca del plan de la compañía en el país, así como la evolución del consumo de energía durante la cuarentena en aquel. 

Dinero: ¿A qué factores se debe la caída de la demanda del servicio de energía en un momento en el que millones de hogares están confinados?

Eduardo Jaramillo: En lo que respecta al sector energético, hemos visto una caída de entre un 20% a un 25% en los países que están haciendo una cuarentena obligatoria y estricta, debido al cierre de las industrias y al bajo consumo de las que se encuentran operando. Esta tendencia tiende a “normalizarse” en la medida en que las restricciones se van flexibilizando y esperamos que, para fines de año, estemos cerca de los valores previos a la pandemia.

Este será un factor clave para el análisis de estado de la industria y de la recuperación del país. En el sector de salud, por ejemplo, hemos visto una merma en la demanda de servicios por parte de las instituciones sanitarias, debido a que muchas personas han optado por demorar los chequeos ambulatorios. Adicionalmente, y en contraposición, se ha identificado una mayor demanda de equipos para el diagnóstico de covid-19, y de equipo para las unidades de cuidados intensivos, demanda que se refleja en todos los países del mundo.

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D: ¿Qué factores pueden contribuir en la recuperación de esa demanda?

EJ: Esta recuperación va a depender de las decisiones que el Gobierno tome en términos de reapertura industrial y recuperación económica. El volumen de demanda también dependerá de los niveles de empleo que se alcancen en el corto y mediano plazo. Este será el punto de mayor preocupación en nuestra región. Sin duda, habrá nuevos protocolos y procedimientos con los cuales cumplir.

D: ¿De qué manera Colombia puede cumplir su meta de aumentar la capacidad instalada a 2.500 MW de energías renovables en los próximos dos años?

EJ: Esto dependerá en gran medida de cómo se defina la nueva normalidad. El país hizo una apuesta muy importante en la transformación energética, invitando al mundo inversionista a que apostara por las energías renovables no convencionales. Hoy el reto es hacer efectivas esas promesas, tanto Estado como inversionistas, y ejecutar los procesos de licenciamiento y construcción para 2022-2023. Son más de US$3.000 millones de inversión privada que este Gobierno tiene para apoyar la reactivación de la economía colombiana. 

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D: ¿Qué papel jugará este sector en la reactivación económica?

EJ: El sector de energía eléctrica tiene ahora el reto de convertirse en factor fundamental de la reactivación económica que requiere Colombia. Además de mantener una matriz diversificada y confiable, como lo ha demostrado el sector por muchos años, debe pasar ahora a una etapa poscovid, en la que la modernización del parque de generación, la eliminación de cuellos de botella en la transmisión y distribución, así como la aceleración de subastas de contratos de energía y de puntos de conexión, harán al sector más eficiente para ofrecer energía con costos competitivos y así consolidar la capacidad exportadora colombiana y, consecuentemente, el consumo per cápita, que sigue siendo muy bajo en Colombia.

D: ¿Qué papel puede jugar GE en esta transformación del panorama energético colombiano?

EJ: En los últimos años se ha hablado de manera vehemente sobre la necesidad de migrar a energías limpias como forma de combatir el cambio climático. Si bien Colombia posee una de las matrices energéticas más limpias a nivel mundial, ocupando el sexto lugar, esta requiere ser diversificada, para generar mayor confiabilidad y menores costos. Los parques eólicos son un ejemplo de los proyectos que GE propuso impulsar en territorio nacional. 

D: ¿Cuál es la meta de compañía en Colombia?

EJ: La meta que la compañía se propone consiste en lograr que, en los próximos 7 años, en el norte de Colombia, se generen de tres a cinco gigas de energía y que, para 2030, la matriz energética del país esté compuesta en un 20% por energías renovables no convencionales. Para esto también se requiere  acelerar la estructuración de las líneas de transmisión para evacuar esta energía necesaria para el país y sus exportaciones. 

D: ¿Cómo está el país frente a otros mercados latinoamericanos en los que también operan con respecto a esta transformación?

EJ: Colombia es uno de los países con mayor porcentaje de energías renovables del mundo. En este momento con la construcción del megaproyecto de la hidroeléctrica Ituango, una de las más grandes en Latinoamérica, las perspectivas son aún mejores. Este es quizá uno de los pocos proyectos de esta envergadura, 2.4GW aproximadamente 15% de la capacidad instalada de Colombia—, que empezarán a generar energía en la región en los próximos años. Junto con los proyectos de los parques eólicos de La Guajira, esta obra de infraestructura inyectará gran cantidad de MW de energía renovable a nuestra red e implica inversiones muy atractivas para la reactivación económica. Pero tendrán que venir más iniciativas.

D: ¿Qué cambios ha producido el coronavirus en la industria energética?

EJ: Sin duda, esta situación ha tenido un impacto en la industria energética, pero no solo de Colombia. Con la disminución de la demanda energética por el paro de la actividad industrial no esencial se vieron afectadas las programaciones de las plantas y algunos proyectos o inversiones tuvieron que posponerse.

Sumado a este cambio de paradigma, los modelos de negocio de numerosas industrias se han puesto en revisión, debido a las limitaciones de movilidad. Esto afectó a las cadenas de suministros, los servicios, etc. Afortunadamente, GE ha reaccionado rápidamente y ha redefinido sus operaciones a nivel mundial para continuar dando soporte a nuestros clientes. En el largo plazo, esto puede significar que la compañía busque desarrollar más centros de suministros, evaluando siempre las variables económicas y de disponibilidad, cercanía y demanda en cada región. Si ese fuera el caso, a pesar de ser consecuencia de un momento difícil de la industria, esto puede significar una oportunidad para la región y para Colombia para atraer inversiones.

D: ¿Qué tecnologías o soluciones prevén lanzar para contribuir con esta transformación energética en el país?

EJ: Seguramente nuestros esfuerzos estarán direccionados aún más en la implementación de nuevas tecnologías para la realización de mantenimientos remotos, que permitan tener las máquinas operando casi sin intervención durante un tiempo muy largo. Nuestras tecnologías de monitoreo nos permiten prever fallas y teniendo un impacto significativo en la eficiencia de los equipos y de la producción. Las soluciones que venimos desarrollando desde hace años, de la mano de nuestra unidad de GE digital, tendrán un rol fundamental en la “nueva normalidad”.

D: ¿Qué inversiones se podrían ver en un futuro para la diversificación de la matriz energética en Colombia? Ante el trabajo que realiza GE, ¿en qué proyectos se puede invertir para comenzar a trabajar en una transformación digital o tecnológica mucho más avanzada o que estaba proyectada para tiempo más adelante?

EJ: La interconexión y líneas de distribución son un punto crítico, en ocasiones un cuello de botella, en la continuidad de estas inversiones. Al inyectar más energía, estas deberán ser actualizadas y mejoradas. La implementación de más y nuevas soluciones digitales, que permiten el monitoreo remoto, la prevención de fallas, entre otras, será, sin duda, uno de los aspectos más importantes de cara al futuro, lo que nos permitirá construir una matriz y una red de suministro robusta.

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D: ¿Cómo imagina que será la industria energética del futuro? ¿Hacia dónde apunta?

EJ: Lo que una crisis como esta genera es que tienes que adaptarte a los cambios mucho más rápido de lo que lo venías haciendo. Esto tiene múltiples impactos en la industria energética. Una tendencia en la industria era la implementación de soluciones digitales y, como hemos dicho, esto seguramente se acelerará en los próximos años.

D: ¿La inminente recesión afectará estos planes?

EJ: La nueva situación generada por esta pandemia nos obligará a buscar un nuevo modelo operativo y estratégico, centrado en adaptarnos a esta realidad, redefinir la estrategia y ejecutar el plan. Nos estamos moviendo con rapidez y tomando medidas difíciles pero necesarias para mitigar el impacto de la pandemia en GE.

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