Luis Carlos Sarmiento Jr. es piloto desde 1987. | Foto: Archivo particular

DONACIONES

La increíble historia de Luis Carlos Sarmiento Jr. como voluntario de la PAC

El presidente del Grupo Aval, Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, es voluntario en la PAC desde hace unos años. El reconocido banquero compartió con Dinero algunas de sus experiencias.

28 de mayo de 2020

El presidente del Grupo Aval, Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, es voluntario en la PAC desde hace unos años. El reconocido banquero compartió con Dinero algunas de sus experiencias.

¿Cómo surgió la idea de hacer parte de la Patrulla Aérea?

Soy piloto desde 1987, cuando obtuve mi licencia mientras vivía en Cincinnati y trabajaba para Procter & Gamble. Desde entonces he estado enamorado de la aviación. Unos años después de retornar a Colombia, después de vivir en el exterior por 20 años, decidí buscar un lugar ideal donde pudiera continuar con mi afición y es así como me volví socio del Aeroclub de Colombia. Allí me enteré de la labor de la Patrulla Aérea a través de Rafael Arenas, gran abogado y buen amigo, quien me convenció de unirme a esa destacada labor.

Los pilotos de la Patrulla Aérea movilizamos doctores, enfermeros y equipos a los sitios más recónditos del país, donde estos prestan atención médica y montan salas de cirugía por espacio de 3 a 4 días para atender de manera gratuita a esas comunidades. He sido testigo de muchas vidas salvadas y de incontables historias de mejora de calidad de la vida de las personas beneficiadas por la labor de la PAC. Nunca he necesitado más motivación.

Es difícil encontrar una actividad que además de apasionar le permita a uno tener una influencia tan directa en el bienestar de los demás. Volando para la Patrulla conocí los municipios y veredas más especiales en Colombia a los cuales seguramente nunca hubiera ido de otra manera: Primavera y Puerto Carreño (Vichada), Cumaribo (Meta), Orocué (Meta), Pitalito (Huila), Cabo de la Vela, Puerto Bolívar y Riohacha (La Guajira), El Banco (Magdalena), Quibdó y Nuquí (Chocó), Tibú (Norte de Santander), Arauca (Arauca), Florencia (Caquetá) y muchos otros que no recuerdo ahora, aterrizando a veces en pistas algo cortas o en condiciones complicadas.

¿Cuál es el apoyo en medio de la actual pandemia?

En marzo de este año me puse a disposición de la PAC, al igual que casi todos sus pilotos, para llevar kits de exámenes de covid-19 y para traer de vuelta a Bogotá muestras para su análisis en laboratorios. Adicionalmente, he hecho vuelos para el programa de la Primera Dama: Ayudar Nos Hace Bien. Siempre a bordo del avión que vuelo, un King Air bimotor de turboprop.

¿Cuál ha sido la experiencia más especial que ha tenido en la Patrulla?

Tal vez la experiencia más especial que recuerdo fue el viaje al Cabo de la Vela, uno de los sitios más lindos del país, donde pernocté en un hotel de paso en hamacas y atendido por algunas de las personas más especiales que he conocido.

¿Qué anécdota recuerda de estos viajes?

Rafa Arenas murió a raíz de un accidente de aviación mientras volaba para la Patrulla Aérea. Poco tiempo después, Juan Pablo Gaviria asumió la presidencia de la junta directiva de la PAC. Con JP tuve una entrañable amistad e inclusive fuimos socios en una pequeña finca de recreo en los Llanos Orientales, antes que este muriera en otro accidente de aviación. Recuerdo una brigada a El Banco, Magdalena, a la que yo tenía dudas de ir porque me decían que la pista era muy precaria. Le pregunté a JP y me dijo que, por el contrario, era una gran pista. Obvio volé esa misión y cuando localicé la pista, no podía creer lo mala que era y, además, la enorme cantidad de piedras pequeñas sobre la misma, lo cual puede causar daños graves a las palas de las hélices del avión. Cuando le reclamé a JP, su respuesta fue, como era él, entre seria y graciosa: "¿Usted cree que si le hubiera dicho la verdad sobre la pista, hubiera usted venido? ¡Claro que no! Y fíjese, aquí está, ¡bienvenido a El Banco, Magdalena!".

Desde el Grupo Aval y la Organización Luis Carlos Sarmiento Angulo han liderado un plan muy grande de alivios, ¿por qué también hacerlo a nivel personal?

Admiro las donaciones de mi padre y francamente es posible que entre mis viajes de este par de meses haya llevado algunos de los kits que él le donó al país. No lo puedo decir con certeza pero nada me daría más satisfacción. Sin embargo, no puedo dormirme en sus laureles. Yo aporto en lo que yo puedo. Ojalá hiciéramos más y criticáramos menos lo que hacen los demás. Llegaríamos mucho más lejos.