MEDIOAMBIENTE
La revolución del plástico: descubierto por ‘carambola’, 160 años antes de convertirse en amenaza
Esta es la historia del invento que facilitó la vida de los seres humanos desde el siglo XIX. Su inhumana producción, desde 1862, ha contribuido al deterioro sistemático del planeta.
La humanidad lleva tiempo sin celebrar el cumpleaños del plástico, que aunque mejoró la vida del ser humano –o al menos la facilitó desde el siglo XIX–, la ha venido deteriorando –con su omnipresencia– desde que nació, hace 160 años.
Del griego plastikos, adjetivo del verbo “moldear” o “dar forma” para los helénicos, su acta de nacimiento se expidió en 1862, aunque con el nombre de parkesina, en honor al metalúrgico inglés Alexander Parkes, su descubridor.
Se pensó que la más célebre de sus 66 invenciones sería la mayor carambola a tres bandas de la historia, ya que solo pretendía suplir al “costoso y escaso” marfil, empleado en la fabricación de bolas de billar.
El material que entonces alimentaba la pasión por este deporte de precisión, cuya invención aún es motivo de discordia entre ingleses y franceses, lo tiene en sus colmillos el elefante africano, especie asediada por el hombre durante siglos, pese a que apenas en 2021 entró a la categoría “peligro crítico de extinción” de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
El marfil, o eburno –“hueso de elefante” en latín–, se empezó a suplir cuando los fabricantes de billares Phelan and Collander (Estados Unidos) ofrecieron un premio de 10.000 dólares al descubridor de un material sintético que no explotara y que además produjera el sonido inconfundible de las carambolas entre bolas hechas con los dientes del mamífero de mayor tamaño del planeta.
No ganó el premio, pero John Wesley Hyatt (Estados Unidos), quien había comprado la patente de la parkesina, halló el celuloide, “material de los mil usos” que maravilló a la especie humana, a lo mejor por carambola, tanto que también “dio forma” –y hasta apodo– a la industria del cine.
De los más de 25.000 inventos, según se estima su legado, el primero que dejó “boquiabierto” al mundo fue la dentadura postiza; 160 años después, el plástico mantiene con la “boca abierta” a la humanidad, pero de angustia, por el incalculable precio que ha pagado la Tierra por su despiadada producción.
Impacto
• Entre 2000 y 2020 se ha producido el 50 por ciento del plástico que se fabricó en el siglo XX.
• 1,4 millones de toneladas de materiales plásticos se producen en Colombia al año.
• El 50 por ciento del plástico producido actualmente en el mundo es tirado después de pocos usos. Solo el 9 por ciento se recicla.
• Partes de desechos plásticos terminan en los océanos, que producen el 50 por ciento de oxígeno del planeta.
Vida eterna
• Una botella plástica tarda hasta 450 años en descomponerse en microplásticos, los cuales están presentes en el agua, la comida, el aire e incluso en el interior del cuerpo humano y los seres vivos del planeta.
• Hasta 5 gramos de microplásticos puede estar consumiendo el ser humano a la semana, el equivalente a comer una tarjeta de crédito cada domingo.
Planeta del plástico
• 200 millones de toneladas de desechos plásticos se generan al año en el mundo. Equivale a 523 billones de pitillos, que podrían darle la vuelta al mundo 2,8 millones de veces, aproximadamente.
• 26,4 millones de toneladas de residuos se produjeron en 2019, según el Dane.
•1,9 millones de residuos fueron aprovechados en 2020, el 26 por ciento correspondiente a plástico, según la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios.
Sin margen
• La contaminación por plástico podría triplicarse en 2040. Mediante resolución, la 77ª Asamblea General de la ONU ratificó la firma del Tratado Global para frenar la contaminación plástica, promovido, entre otras, por la organización WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza). Estaría redactado en 2024.