La discusión política de moda por estos días es la descentralización. “Hoy, el país depende de un centralismo atrofiado. Un Gobierno central que se queda con el 80 por ciento de los ingresos y solo le deja el 20 por ciento a los departamentos y municipios nunca va a lograr desarrollarse económica y socialmente”, aseguró el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, durante el Congreso de Camacol.

Las palabras de Cristo hacen referencia al proyecto de acto legislativo que modifica el Sistema General de Participaciones (SGP), la herramienta con la que el Gobierno irriga recursos de inversión en las regiones y que está en proceso de ser modificada en el Congreso, buscando que el caudal de esas transferencias pase del 23,8 por ciento al 39,5 por ciento a partir de 2027.

En lo técnico, el tema tiene tanto de largo como de ancho, más que todo con respecto a la adecuada transferencia de competencias a las gobernaciones y alcaldías para que puedan cumplir efectivamente con los objetivos de inversión, pero deja entrever que es una realidad que las diferentes regiones del país cada vez más requieren de proyectos que les permitan desarrollarse económica y socialmente.

Por supuesto, una de las principales condiciones para ello es una adecuada infraestructura. Precisamente, bajo la dirección de Francisco Ospina Ramírez, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) ha impulsado un portafolio de proyectos intermodales que superan los 50 billones de pesos. Destacan iniciativas como la ampliación del Aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla en San Andrés, el IP Aeropuertos del Suroccidente en Cali, además de proyectos carreteros como Villeta-Guaduas.

“Hemos impulsado proyectos innovadores en el actual cuatrienio, utilizando el mecanismo de Asociación Público-Privada (APP) para integrar soluciones perdurables en sostenibilidad social, ambiental, financiera y de gobernanza, creando modelos replicables en otras regiones del país”, destacó Ospina.

En cuanto al aporte económico, Bancolombia prevé que el PIB de obras civiles crezca un 11 por ciento en 2024, liderado por proyectos en los sectores de acueducto, telecomunicaciones e infraestructura energética, y para 2025 se estima un crecimiento del 2 por ciento. Aun así, según un reporte de la Ocde sobre Colombia, “la calidad de la infraestructura de transporte es deficiente, resultando en altos costos de transporte y limitada integración regional. Los proyectos de infraestructura deben priorizar la interconectividad de puertos, ríos, ferrocarriles y carreteras, y mejoras en la red de carreteras rurales para conectar las ciudades con sus áreas rurales”.

Al respecto, el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, hizo un llamado a “un modelo que dé mayor autonomía a las regiones para ejecutar proyectos que respondan a las necesidades locales. Además, el estado central debe disminuir, para que cada territorio haga lo que realmente le corresponde y sean más eficientes y exitosos”.

Verano destacó que el río Magdalena se convierte en una talanquera en la región Caribe: alguien que quiera vender ganado del Cesar a Sucre tiene que subir hasta Barranquilla y gastar tres horas más para llegar. “De ahí la necesidad de un puente aguas arriba”, dijo refiriéndose al Puente de la Hermandad (en estudios y por un valor de 366.000 millones de pesos).

Héctor Carbonell, director ejecutivo de la CCI Norte, destacó entre los proyectos viales a priorizar en la región la Ruta Caribe II (4,2 billones de pesos para 253 km, en riesgo por peajes no recaudados), la Ye de Ciénaga (217.000 millones de pesos, interconecta la Ruta del Sol III con la vía Santa Marta-Ciénaga), los dos viaductos en la ruta Ciénaga-Barranquilla (de 5,8 km y 4,8 km, por 700.000 millones de pesos, en espera de licencia ambiental), y la doble calzada en ese trayecto (por 2,5 billones de pesos, en etapa preoperativa).

En materia portuaria, el proyecto río Magdalena contempla una inversión de más de 2,02 billones de pesos para la compra de dos dragas, obras de encauzamiento y el plan de dragado para garantizar la navegabilidad del río. Por lo pronto, se adjudicó el mantenimiento del canal de acceso por 16 meses y 150.000 millones de pesos.

Con respecto a los aeropuertos en la región, se busca fortalecer la conectividad internacional y adelantar obras como la ampliación del aeropuerto Rafael Núñez de Cartagena, la construcción del nuevo aeropuerto internacional en Bayunca, y la conclusión de las obras en el aeropuerto Ernesto Cortissoz en Barranquilla.

Por su parte, la APP La Dorada-Chiriguaná busca la reactivación del transporte ferroviario y potenciará la estrategia intermodal y de eficiencia logística, conectando el puerto del Caribe con el centro del país y así reducir hasta un 20 por ciento los costos de transporte de carga, maximizando la integración multimodal.

En 2024, la ejecución de obras de infraestructura en Bogotá ha estado marcada por un enfoque renovado en la movilidad y el desarrollo urbano, bajo el marco del Plan Distrital de Desarrollo que contempla más de 113 proyectos de infraestructura que buscan mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y optimizar el sistema de transporte en la ciudad.

El metro es tal vez el proyecto más importante. Se prevé alcanzar el 99,7 por ciento de la etapa preoperativa para el primer tramo, que espera iniciar su marcha blanca en el segundo semestre de 2027. De la segunda línea se busca completar el 20 por ciento, que incluye el inicio del contrato de concesión y la contratación de la interventoría.

Desde la Alcaldía de Medellín señalan que el proyecto del metro de la 80 conectará la zona occidental de la ciudad de norte a sur, contribuyendo al mejoramiento de la calidad de vida de cerca de un millón de habitantes. Según un estudio de demanda realizado por el Área Metropolitana del Valle de Aburrá (AMVA), la construcción y operación de este tramo reducirá en promedio un 5 por ciento los tiempos de viaje en transporte público.

Parques del Río Norte, una iniciativa de construcción, renovación y recuperación del espacio público en el norte de la ciudad, busca mejorar la calidad de vida y aumentar el índice de espacio público por habitante.

“El 2024 fue retador en materia de infraestructura para la ciudad. En un ejercicio riguroso de análisis, planeación y ejecución, avanzamos acorde al plan de desarrollo Medellín Te Quiere, con un enfoque de ciudad que prioriza las necesidades de quienes la habitan”, manifestaron desde la administración de la ciudad.

Por su parte, la Gobernación de Antioquia prioriza la Nueva Vía al Mar-Túnel del Toyo, obra de 37,7 kilómetros. El primer tramo está a cargo del departamento y el distrito, con una longitud de 18,2 kilómetros (incluye los 9,7 kilómetros del túnel más largo de América, avance del 95 por ciento). El tramo dos tiene una longitud de 19,5 kilómetros y fue dividido en dos sectores, de los que el primero será cedido por la nación para su construcción.

La segunda obra es el Segundo Túnel de Oriente, que incluye el levantamiento del túnel Seminario 2 de 780 metros, construcción de 4,5 kilómetros vías a cielo abierto que comprende 12 puentes y viaductos, la finalización del túnel Santa Elena 2 (de 8,2 kilómetros terminando en Medellín), Así mismo avanza al 50 por ciento la construcción del intercambio vial José María Córdova, en la vía al aeropuerto.