Con estas obras Colombia quiere desatrasarse en temas de infraestructura vial.
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Túneles, punta de lanza en las obras de infraestructura del país

Ambiciosos proyectos de ingeniería que atraviesan la compleja geografía colombiana son la estrategia para conectar el territorio colombiano. Conozca cuáles son las grandes obras.

28 de mayo de 2021

Cuando se cuenta con una geografía compleja como la de Colombia, con diferentes pisos térmicos y texturas duras y espesas, la distancia y la conectividad entre los sitios de producción y los puertos se hace interminable, por no decir imposible: 93 por ciento de la carga del país se traslada por vía terrestre, y deben cumplirse los tratados de libre comercio firmados con diferentes países.

Sin embargo, además de los viaductos, los túneles se convierten en las mejores alternativas de infraestructura que, fuera de acortar los tiempos de recorrido, bajan los costos de operación vehicular, traen un mayor bienestar para las comunidades aledañas, y mejoran la seguridad vial y la conectividad entre las regiones.

“Sin dejar de mencionar que ofrecen a los corredores viales una reducción en el impacto ambiental y la estabilidad de la obra civil ante catástrofes”, sostiene Antonio José Rodríguez, presidente de la Asociación Colombiana de Túneles y Obras Subterráneas (Actos).

Ante esto, el país –el único de Suramérica al que lo atraviesan tres cordilleras de los Andes– decidió darles capital importancia a estas obras desde hace dos décadas cuando los Gobiernos de turno comenzaron a incluirlas en sus planes de desarrollo: no solo se han transformado las vías, sino que se contrataron cerca de 110 kilómetros de túneles.

Uno de ellos, quizás, el más controvertido y complejo por su difícil topografía, es el túnel de la Línea o del Cruce de la Cordillera Central, del que se empezó a hablar desde 1920, pues se comenzaron a definir los trazados de Calarcá a Cartago con la idea de acortar la vía Bogotá-Buenaventura. Pero, luego de varios intentos, solo hasta 2009 se le dio el encabezamiento necesario hasta lograr, después de casi 12 años de construcción, la entrega de la mayor parte de las 60 obras que lo componen: 30 kilómetros de doble calzada entre Cajamarca y Calarcá, 25 túneles (entre ellos el de II Centenario o Darío Echandía, que es el mismo de la Línea), 31 viaductos y tres intercambiadores viales, cuya inversión alcanzó 2,9 billones de pesos.

Según Juan Esteban Gil, director del Invías, “Este proyecto, del que se entregarán los trabajos pendientes antes de que culmine el primer semestre de este 2021, permitirá un ahorro, en costos de operación y logística, por más de 250.000 millones de pesos anuales, y conectará –de manera eficiente– el centro del país con los departamentos de Quindío y Valle del Cauca, por el que se traslada 30 por ciento de la carga de exportación”.