¿Qué documentos se necesitan para firmar un contrato de arrendamiento?

Arrendar un predio en Colombia es un proceso que implica varios pasos legales y administrativos, que buscan garantizar la seguridad tanto para el arrendador como para el arrendatario.

En este contexto, es fundamental que ambas partes cuenten con la documentación adecuada para formalizar el contrato de arrendamiento, así como para cumplir con las normativas establecidas por la ley colombiana.

En primer lugar, tanto el arrendador como el arrendatario deben estar identificados correctamente. Para ello, el arrendador debe presentar una fotocopia de su cédula de ciudadanía o de su NIT (si es persona jurídica), lo cual servirá como prueba de su identidad y capacidad para firmar el contrato.

Por su parte, el arrendatario también debe presentar su cédula de ciudadanía o su documento de identificación, según sea el caso (si es extranjero, el pasaporte o cédula de extranjería).

Otro de los papeles imprescindibles es el comprobante de la titularidad del inmueble que se va a arrendar. El arrendador debe presentar la escritura pública del predio o, si es propietario de una propiedad horizontal, el certificado de tradición y libertad actualizado del inmueble.

Este documento es crucial, ya que valida la propiedad y garantiza que el arrendador tiene derecho sobre el predio. Si el inmueble es arrendado por un intermediario, como una inmobiliaria, también se debe presentar un contrato de mandato que acredite la relación entre el propietario y la inmobiliaria.

Además, se requiere una certificación de paz y salvo de los servicios públicos que correspondan al predio. El arrendador debe demostrar que no existen deudas pendientes por servicios de energía, agua, gas o cualquier otro servicio esencial. Esto es necesario para evitar que el arrendatario se haga responsable de pagos atrasados generados por el propietario anterior.

En cuanto al arrendatario, suele ser común que se solicite un conjunto de garantías para proteger los intereses del arrendador. Una de las garantías más frecuentes es el codeudor solidario o fiador.

Este requisito consiste en la firma de una persona que se compromete a pagar las rentas en caso de que el arrendatario no cumpla con sus obligaciones. El fiador también debe presentar su cédula de ciudadanía y, en algunos casos, evidencia de su capacidad económica, como una certificación de ingresos o extractos bancarios.

En algunos casos, se puede requerir un depósito en efectivo, conocido como “garantía de arrendamiento”, que generalmente equivale a un mes de renta. Este depósito está destinado a cubrir posibles daños al inmueble o impagos de la renta, y debe ser devuelto al arrendatario al final del contrato, siempre que no haya perjuicios.