¿Se debe pagar la revisión de gas si se vive en arriendo?

La revisión técnica de gas es un procedimiento que tiene como objetivo garantizar que las instalaciones de gas en los hogares sean seguras y estén en buen estado, para evitar riesgos de accidentes o fugas.

Esta inspección es obligatoria y debe realizarse de manera periódica en todos los inmuebles que utilicen gas como fuente de energía, ya sean residenciales, comerciales o industriales. Sin embargo, surge la duda sobre quién debe asumir el costo de este servicio cuando se vive en una propiedad en arriendo.

La ley colombiana establece que la revisión técnica de gas es responsabilidad de los usuarios finales del servicio, es decir, de los habitantes de la vivienda, independientemente de si son propietarios o arrendatarios.

La obligación de realizar esta obligación y de garantizar que el gas esté funcionando correctamente recae sobre quien está haciendo uso del servicio. Esto significa que, si vive en arriendo, es probable que le toque pagar por la misma.

Sin embargo, el artículo 11 de la Ley 820 de 2003, que regula el arrendamiento de inmuebles en Colombia, establece que el arrendador es responsable de garantizar que la vivienda esté en condiciones de habitabilidad y de realizar las reparaciones necesarias en las instalaciones del inmueble, lo que podría incluir las de gas.

Por lo tanto, la distribución de la responsabilidad entre arrendador y arrendatario puede variar dependiendo de los acuerdos establecidos en el contrato de arrendamiento.

En algunos casos, el arrendador puede incluir en el contrato que los costos de la revisión de gas corren por su cuenta, ya que se trata de una obligación relacionada con la infraestructura del inmueble. Sin embargo, en otros contratos, este gasto puede ser asumido por el arrendatario, especialmente si el contrato no especifica lo contrario.

Por otro lado, en cuanto al proceso de revisión de gas, esta es realizada por empresas certificadas que vigilan las instalaciones de gas y entregan un informe sobre su estado.

En caso de que la prueba revele fallas, es importante que se realicen las reparaciones correspondientes para evitar multas o sanciones por parte de las autoridades, además de prevenir riesgos como explosiones o intoxicaciones por monóxido de carbono.

Las personas que viven en el predio deberán guardar el certificado que es entregado por los inspectores, esto con el objetivo de evitar inconvenientes a futuro y certificar el buen funcionamiento de todos los dispositivos que cuentan con gas natural.