Cáncer en mujeres: “La peor decisión es no ir al médico”. Expertas destacan el valor del autocuidado y la detección temprana

En Colombia y el mundo, el cáncer sigue siendo una de las principales causas de muerte entre mujeres. Particularmente, el de mama y el de cuello uterino lideran las estadísticas como los tipos más frecuentes. Sin embargo, los avances médicos, el acceso a información clara y una cultura del autocuidado pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte. Así lo dejaron claro expertas, pacientes, artistas y funcionarias durante el foro ‘Eres Mujer: poder, prevención y vida’, organizado por Foros Semana el pasado 28 de mayo.

El evento fue un espacio para reflexionar sobre los desafíos persistentes en la prevención, detección y tratamiento del cáncer en las mujeres, así como una plataforma para visibilizar las barreras estructurales, sociales y emocionales que impiden un abordaje efectivo de la enfermedad. Desde la salud pública, pasando por las emociones, hasta la moda como medio de concientización, las voces reunidas en el foro coincidieron en que el primer paso hacia una mejor salud femenina es reconocerse, priorizarse y cuidarse.

El peso invisible del cáncer

De acuerdo con datos de Globocan (proyecto de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, IARC), en 2022 se reportaron más de 42.000 nuevos casos de cáncer de mama y cuello uterino en Colombia. Sin embargo, más allá de los números, hay historias de dolor, rezago institucional y abandono que siguen golpeando con más fuerza a quienes menos acceso tienen a servicios de salud. “Cuando una mujer es diagnosticada con cáncer, no solo enfrenta un tema clínico. También hay una carga emocional, económica y social muy fuerte que impacta a toda la familia”, explicó Devi Puerto Jiménez, coordinadora de Salud Pública del Instituto Nacional de Cancerología (INC).

El drama se agudiza cuando el diagnóstico llega tarde. Según la experta, más del 50 por ciento de los casos de cáncer de mama y cuello uterino en mujeres se detectan en etapas avanzadas, lo que reduce dramáticamente las posibilidades de tratamiento exitoso. Aunque existen factores de riesgo no modificables como la edad o la genética, muchos otros sí dependen de decisiones conscientes. “Cuando una mujer toma las riendas de su salud, evita el sedentarismo, el consumo de tabaco, alcohol y alimentos ultraprocesados, está empoderándose y dándole una oportunidad a la vida”, afirmó Puerto.

El miedo no puede paralizar

Uno de los aspectos más reveladores del foro fue la manera en la que se abordó el impacto emocional del cáncer. La actriz y psicóloga Marcela Carvajal compartió su perspectiva sobre el rol de las emociones en los procesos de salud: “El miedo es una emoción poderosa. Cuando te dan un diagnóstico, lo primero que sientes es miedo a morir, y si ese miedo te paraliza, dejas de ir al médico. Esa es la peor decisión”. Para Carvajal, aceptar las emociones, informarse y abrazar el proceso de tratamiento son pasos fundamentales.

Por su parte, Sandra Leguizamón, enfermera del Centro de Tratamiento e Investigación sobre Cáncer Luis Carlos Sarmiento Angulo, insistió en que el autocuidado debe ser una constante, adaptado a cada etapa de la vida. “La mamografía después de los 50 años, la citología desde los 25 y el autoexamen desde los 20 deben ser parte de la rutina”, recomendó. También enfatizó en que el cáncer sigue siendo una palabra estigmatizada que genera una sensación de peso abrumador, como “si te cayera un edificio encima”.

El autocuidado no es egoísmo

Una de las reflexiones más potentes del foro fue que muchas mujeres ponen su salud en pausa por atender a sus familias, trabajos u obligaciones sociales. Según cifras reveladas en el evento, el 73 por ciento de las mujeres en Colombia afirman no tener tiempo para cuidar de su salud. Esta realidad llevó a las panelistas a lanzar un mensaje claro: “El autocuidado no es egoísmo, es amor propio”, apuntó.

Carvajal lo resumió así: “Tengo una obsesión con el cuerpo, pero no desde lo estético, sino desde su conocimiento. Practicar yoga me enseñó a tener conciencia del presente y a entender cómo está funcionando. Me hago autoexamen cada mañana mientras me aplico crema. Eso también es normalizar la prevención”.

También habló de la importancia de armonizar vida personal, familiar y profesional: “Cuando haces lo que te gusta, todo vibra mejor. Las frustraciones personales se reflejan en problemas físicos. Y si tus hijos ven que tú cuidas de ti, ellos también aprenderán a cuidarse”.

Barreras que persisten

A pesar de los esfuerzos individuales y colectivos, el sistema de salud en Colombia aún presenta serias dificultades para garantizar una atención oportuna. Los procesos administrativos, las autorizaciones y la falta de cobertura siguen siendo obstáculos enormes, especialmente en zonas rurales o vulnerables.

“La mujer es cuidadora por naturaleza, pero no puede seguir siendo invisible ante el sistema. Necesitamos políticas que reconozcan su papel y que eliminen barreras para que se hagan chequeos, accedan a tratamientos y vivan”, señaló Devi Puerto.

Además, muchas mujeres desconocen los síntomas, no reciben información clara y no cuentan con seguimiento después de una sospecha clínica. Aunque se ha avanzado en la prevención del cáncer de cuello uterino con la vacunación contra el VPH y la detección temprana del cáncer de mama a través de la mamografía, es necesario seguir impulsando estos esfuerzos.

Así mismo, Anny Peña, diseñadora de Bera, destacó la importancia de visibilizar subtipos como el cáncer de mama triple negativo, que representa el 15 % de los casos y afecta sobre todo a mujeres jóvenes afrodescendientes. “No están solas y recuerden que el autocuidado no es egoísmo”, afirmó. A través de una colección inspirada en el Pacífico colombiano, presentada con Pivote, el Bogotá Fashion Week y MSD, llevó un mensaje de prevención y empoderamiento. Las modelos fueron mujeres que se están sanando o se sanaron de cáncer, mostrando fuerza, identidad y esperanza.

Decisiones con impacto

En el panel de mujeres tomadoras de decisiones, la secretaria de Salud del Valle del Cauca, María Cristina Lesmes, compartió algunos avances concretos en su departamento. “Estamos haciendo seguimiento individual a mujeres con cáncer, aumentamos los consultorios rosados y empezamos a aplicar pruebas de VPH a 40.000 mujeres de poblaciones con barreras históricas: indígenas, mujeres rurales, víctimas de violencia sexual y mujeres en ejercicio sexual pagado”.

La funcionaria destacó la importancia de un enfoque diferencial y territorial en las políticas públicas. “El cáncer no se previene solo con tecnología, sino con empatía, con voluntad política y con información. Hay que salir a buscar a las mujeres donde están, no esperar que lleguen al hospital”.

Innovación y alianzas

Johanna Ballesteros, gerente general de MSD Colombia y Ecuador, destacó el papel de la industria farmacéutica en la transformación del panorama oncológico. “En los últimos tres años, MSD ha invertido más de 42 millones de dólares en investigación clínica en Colombia, el 66 por ciento destinado a tratamientos innovadores contra el cáncer. Gracias a la investigación, hoy contamos una vacuna que previene el VPH, virus causante del cáncer de cuello uterino”, afirmó.

A nivel global, hay más de 8.000 moléculas en investigación con potencial para tratar enfermedades catastróficas. “En Estados Unidos se han evitado cerca de 4 millones de muertes por cáncer gracias a la prevención, detección temprana y tratamientos innovadores. En Colombia, según la Cuenta de Alto Costo, la mortalidad por cáncer ha bajado un 10 por ciento, pese al aumento en su prevalencia”, agregó.

Ballesteros resaltó tres pilares para enfrentar el cáncer femenino: innovación, educación y multiplicación del mensaje. Con la campaña Eres mujer, que tiene como imagen a cuatro actrices reconocidas de la televisión colombiana, MSD busca educar sobre factores de riesgo y la importancia del diagnóstico oportuno. “Detección temprana es sinónimo de vida”, dijo.

Finalmente, subrayó la importancia de las alianzas público-privadas, como Abrázame con la Liga Contra el Cáncer y la sinergia interseccional LaSOS para prevenir el cáncer de mama. “Si queremos llegar lejos, debemos unirnos. No podemos hacerlo solos”, sentenció.

Un llamado colectivo

El foro concluyó con un mensaje claro y compartido: la salud femenina no puede seguir siendo postergada. Es un asunto de derechos, de justicia social y de bienestar colectivo. “El autocuidado es salvar la vida, pero también cuidar de otras mujeres. Necesitamos más solidaridad, más comunidad y más sororidad”, expresó Marcela Carvajal en el cierre del evento.

Hoy, el reto es claro: lograr que el cáncer se convierta en una oportunidad de vida en la que la información, el diagnóstico oportuno, el acceso al tratamiento y el autocuidado marquen la diferencia.