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La conservación “ya no es filantropía”: hoy impulsa el desarrollo en los territorios

Empresas, comunidades y propietarios rurales están transformando la conservación en una nueva economía. Los créditos verdes desde el territorio impulsan proyectos con impacto ambiental, social y económico.

7 de junio de 2025, 4:03 a. m.
Campesinos, dueños de predios, inversionistas y empresas se articulan en torno a la conservación y protección de tierras.
Campesinos, dueños de predios, inversionistas y empresas han encontrado en la conservación de tierras una oportunidad para el desarrollo económico. | Foto: iStock

Colombia, por su riqueza natural y el compromiso de múltiples actores, empieza a explorar un nuevo camino: convertir la biodiversidad en una oportunidad económica. Los créditos asociados a su protección les permiten a las empresas compensar su huella ambiental mientras comunidades y propietarios rurales reciben ingresos por cuidar sus territorios. No se trata solo de cumplir una norma, sino de transformar el cuidado ambiental en un modelo productivo con impacto social, económico y ecológico.

“Estamos en el mejor momento. Lo más difícil ya lo hicimos: arrancar”, afirmó María Fernanda Wilches, CEO de Fundación Cataruben, organización que ha trabajado en más de 650.000 hectáreas de conservación y producción sostenible en predios privados del país. “Hoy los dueños de la tierra tienen convicción en la conservación, la industria está dispuesta a moverse, el mercado responde y los estándares de certificación están sobre la mesa. Ya no es una idea lejana, es una realidad que empieza a consolidarse”.

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El reto más inmediato, según Wilches, es concretar el primer crédito formal de biodiversidad. “Todo el mundo dice: ‘Sí, me interesa’, pero aún falta materializarlo. Cuando logremos cerrarlo con una empresa y se vincule a su estrategia de sostenibilidad, los demás van a decir: ‘Sí se puede, vamos para adelante’”, apuntó.

Las cifras de Cataruben reflejan una realidad que avanza: más de 1.000 propietarios han decidido conservar bosques, humedales, sabanas o páramos como parte de un nuevo modelo productivo. “Cada uno tiene su historia”, contó Wilches. “Campesinos que sueñan con enviar a sus hijos a la universidad gracias a estos proyectos, grandes empresas que destinan sus predios ociosos a la conservación, pequeños productores que cambian su visión del territorio”. La Orinoquía, donde comenzaron las primeras experiencias, es uno de los epicentros, pero hay historias en todas las regiones del país.

Más de 1.000 propietarios han decidido conservar bosques, humedales, sabanas o páramos como parte de un nuevo modelo productivo | Foto: Gobernación de Boyacá

Uno de los elementos que le dan legitimidad a esta herramienta es la construcción colectiva. “En las mesas de gobernanza del proyecto se sientan los cuatro actores: el dueño de la tierra, quien pone el músculo financiero, quien compra los créditos y quien desarrolla el proyecto. Todos aportan, todos se transforman y todos entienden que el éxito depende del diálogo y la confianza”, destacó Wilches.

Este modelo, además, permite cambiar el paradigma de la compensación ambiental. Ya no se trata solo de cumplir una norma, sino de generar impacto real en los territorios, con beneficios económicos y sociales para sus habitantes. “La conciencia está cambiando tanto en los propietarios como en las empresas. Esto ya no es filantropía ni responsabilidad social, es una forma de hacer economía desde la conservación”, insistió la CEO de Cataruben.

Joaquín Caraballo, director de Waste2Worth Latam, coincidió en que el camino está trazado, pero no exento de retos. “El sector se mueve y es líder en Colombia. Pero falta que se convierta en un ecosistema realmente integrado. A la inversión de impacto le falta madurar en temas como economía circular, por ejemplo, y atraer mucho más capital corporativo”, señaló el vocero de la organización especializada en impulsar modelos de negocio sostenibles que conviertan residuos en valor económico y ambiental.

La VIII Cumbre de Sostenibilidad, ‘Territorios sostenibles’, organizada por Foros Semana con la invitación de Riopaila Castilla, el apoyo de Banco GNB Sudameris y L’Oréal Groupe, y la alianza del Instituto Humboldt y Tetra Pak, será un espacio fundamental para debatir estas oportunidades y desafíos. La cita es el 15 de julio de 2025 en El Cubo Colsubsidio de Bogotá desde las 8:00 a.m.

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