VIII Cumbre de Sostenibilidad
¿Cómo el Metro de Bogotá puede ayudar a enfrentar la crisis ambiental?
En la VIII Cumbre de Sostenibilidad, el alcalde Carlos Fernando Galán presentó sus apuestas para enfrentar la pérdida de ecosistemas, la presión hídrica y el deterioro de la calidad del aire, entre ellas una ambiciosa reducción de emisiones con el Metro como pieza clave.

Bogotá enfrenta una encrucijada ambiental. En menos de un año, la ciudad ha soportado incendios forestales, racionamiento de agua e inundaciones urbanas, síntomas de una urbe vulnerable al cambio climático y con rezagos históricos en planificación ecológica. Frente a este escenario, su alcalde, Carlos Fernando Galán, delineó una estrategia integral para cambiar el rumbo y no solo responder a la emergencia, sino anticiparse a futuros riesgos.
Su Gobierno, dijo, aumentó en 14 por ciento el presupuesto destinado al sector ambiente frente a otras administraciones, con una inversión acumulada de más de 1,3 billones de pesos durante el cuatrienio. Esta asignación transversal respalda las acciones descritas a lo largo de esta hoja de ruta y se complementa con recursos adicionales para proyectos estructurales, como la Ptar Canoas y el plan con el Fondo Verde del Clima.
En su mandato, Galán ha aumentado en 14 % el presupuesto destinado al sector ambiente.

1. Recuperar cerros y suelos estratégicos
Bogotá tiene más de 13.000 hectáreas en los cerros orientales, y la meta del Distrito es restaurar al menos el 10 por ciento de esta superficie: unas 1.300 hectáreas. Ya se han intervenido 939. Además, el Gobierno impulsa una herramienta innovadora de transferencia de derechos de construcción para avanzar en la restauración y adquisición de predios en la reserva Thomas van der Hammen. “La meta total es llegar a 2.145 hectáreas restauradas en Bogotá, incluyendo la cuenca del río Bogotá, los cerros orientales y la reserva Van der Hammen”, señaló Galán.
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2. Asegurar el agua del futuro
El Distrito avanza en un proyecto con el Fondo Verde del Clima para conservar 170.000 hectáreas y restaurar otras 10.000 en zonas estratégicas como Chingaza, Sumapaz, el corredor del Tunjuelo y el humedal El Tunjo. El plan incluye pactos con comunidades a fin de asegurar la restauración y conservación de estos ecosistemas.
La inversión sería cercana a 92 millones de dólares, y se espera su aprobación definitiva en la COP30, que se celebrará en Belém, Brasil, del 10 al 21 de noviembre de 2025. “No hay un proyecto similar en el mundo hoy”, aseguró el alcalde. El objetivo: mejorar la seguridad hídrica y reducir la dependencia del sistema Chingaza.
3. Reutilizar aguas residuales
Una de las innovaciones destacadas es el uso de aguas residuales tratadas para reducir el consumo directo del sistema de abastecimiento. La planta del Salitre ya produce entre 2 y 3 metros cúbicos por segundo de agua que podrían utilizarse para obras civiles o industriales. Además, el Distrito avanza en la Ptar Canoas, que tratará el 70 por ciento de las aguas residuales de Bogotá y generará entre 4 y 6 metros cúbicos por segundo de agua tratada. “Este será tal vez el proyecto ambiental más importante de Latinoamérica en los próximos años”, dijo Galán. La inversión será de cerca de 6 billones de pesos y tendrá impacto no solo en Bogotá y Soacha, sino en más de 200 municipios de la cuenca del río Bogotá y el Magdalena.
4. Reducir emisiones y mejorar el aire
El Gobierno distrital anunció que entrarán 364 buses eléctricos nuevos en los próximos 12 meses, sumados a otros 269 articulados y biarticulados eléctricos, lo que convertirá a Bogotá en la única ciudad de Latinoamérica con una flota de este tipo. También se fortalecerán las zonas urbanas de mejoramiento ambiental (Zuma) en el suroccidente de la ciudad. “El metro reducirá 171.000 toneladas de CO2 al año, equivalentes a sembrar 3 millones de árboles”, explicó el alcalde.
5. Viviendas verdes y planeación regional
El Distrito pretende llegar a 30.000 viviendas con sistemas de aprovechamiento de aguas lluvias y extender los sistemas urbanos de drenaje sostenible (Suds), ya operativos en 14 parques. Estas acciones apuntan a mejorar la gestión hídrica desde el ámbito doméstico y se ampliarán a nuevos sectores.
Por último, Galán insistió en la necesidad de avanzar en los lineamientos ambientales para la sabana mediante un trabajo conjunto: “Ese trabajo tiene que hacerse de forma coordinada, no de manera aislada”. Se trata, dijo, de construir un desarrollo territorial que garantice los derechos de la población, con participación de las comunidades, rigor ambiental y enfoque social.