Cumbre de Sostenibilidad
Un futuro mejor: la economía descarbonizada y su impacto en las próximas generaciones
La transición hacia una economía descarbonizada se acelera por la crisis climática. Es por esto la importancia de este momento para definir nuevos modelos económicos sostenibles y crear un futuro mejor.
David Purkey, director regional para Latinoamérica del Instituto de Ambiente de Estocolmo, inició su conferencia explicando los impactos negativos que tiene la actual economía del carbón, entre los cuales se encuentran las emisiones de CO₂, la polución del aire y el agua, la fragmentación de comunidades, entre otros.
En la otra cara de la moneda, se puede ver cómo esta economía tiene beneficios que se pueden evidenciar en términos de energía, empleo, ingresos públicos y privados para el país.
Durante la conferencia, el director definió la sostenibilidad como “el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones”. Este desarrollo incluye el equilibrio entre el crecimiento económico, el medioambiente y el bienestar social.
Frente a las capacidades de futuras generaciones, Purkey aseguró que se presentan riesgos como “cambio climático, inundaciones, olas de calor, sequías e incendios forestales, que no son de un futuro muy lejano, ya que hoy en día se presencian muchos de ellos por todo el mundo”.
La Agencia Internacional de Energía planteó algunos escenarios de cómo pasar por esta transición sostenible, entre las cuales se encuentran:
- Steps o políticas declaradas: adoptar una idea de la dirección predominante del proceso del sistema energético.
- APS o compromisos anunciados: ilustrar en qué medida las ambiciones y los objetivos anunciados pueden lograr la reducción necesaria para lograr emisiones netas cero para 2050.
- NZE o cero emisiones netas para 2050: este escenario muestra un camino para que el sector energético global alcance cero emisiones netas.
Frente a los escenarios anteriormente mencionados, la mayor parte de la demanda del litio vendrá de los vehículos eléctricos. Cabe resaltar que la producción del litio viene de países como Australia, Chile y China.
Esto evidencia que mediante se implementan más de estos vehículos, la producción alcanzará otras partes del mundo como Argentina y Bolivia, que contienen altas reservas de litio, llamado así, “El triángulo del litio”.
El director explicó que frente a esta demanda inminente del mineral, se crea un contexto de autoconflicto: “El gobierno chileno quiere aumentar la producción de litio para poder responder a esta demanda global, pero esto para las comunidades locales genera un miedo al pensar que puede cambiar el balance hídrico y tener un impacto negativo en las lagunas”.
Purkey, con un doctorado en hidrología, comentó que frente al Salar de Atacama (Chile) se evidencia que los retos que se presentan son de la expansión incontrolada de la producción de litio, que tiene el potencial de cambiar el balance hídrico de la cuenca, también se destacó un cambio negativo para las actividades económicas, principales del pueblo atacameño.
Las oportunidades que el director mencionó son lograr una producción que de la mano de análisis científicos y procesos participativos reduzcan los cambios en el balance y, a su vez, generar espacios de negociación “para permitir un crecimiento económico que respete al medio ambiente y bienestar social”, puntualizó.
Finalmente, David Purkey compartió una serie de recomendaciones, “para un mundo más sostenible, donde yo creo que es importante resaltar las cosas positivas y dejar de ver las cosas negativas del cambio climático”. Sumado a esto, resaltó la importancia de aumentar la conciencia de la necesidad de hacer una transición energética, para evitar los impactos del cambio climático.