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¿Vuelve el fantasma del apagón? Expertos analizan los riesgos de la crisis energética en Colombia
La energía es uno de los motores para el desarrollo del país. Sin un plan de acción claro y decidido, el impacto de una crisis en el sector podría ser irreversible, afectando la economía, la calidad de vida y el futuro de millones de colombianos.

Colombia enfrenta un panorama crítico en materia energética, con riesgos de racionamiento y apagones que podrían tener un impacto devastador en la economía y la estabilidad del país. La falta de pago de subsidios por parte del Gobierno, la incertidumbre en el sector y las decisiones políticas han llevado a un escenario preocupante, según expertos que participaron en el webinar ‘Crisis energética, ¿para dónde vamos?‘, organizado por SEMANA y BIA Energy.
Desde el apagón del año 1991, el sistema eléctrico nacional inició un proceso de fortalecimiento que permitió al país superar su vulnerabilidad en la prestación del servicio y lograr seguridad energética. Se incrementó la capacidad hasta consolidar un sistema de interconexión eléctrica nacional que abastece a Colombia y le permite exportar energía a países vecinos como Ecuador. Esto representó un avance considerable luego de la denominada ‘hora Gaviria’, cuando la falta de planificación y una mala administración llevaron al país a racionamientos que afectaron gravemente la economía y la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, hoy se vuelve a advertir sobre un posible apagón si no se toman medidas urgentes.
¿El apagón ya es una realidad?
Camilo Sánchez, presidente de Andesco, fue contundente al afirmar que el apagón no es solo una amenaza futura, sino una realidad que ya ha afectado a algunas regiones. “Hace un mes, 40.000 colombianos en Puerto Carreño estuvieron tres días sin electricidad debido a la falta de 1.600 millones de pesos. Ahora, más de 22.000 familias en el departamento de Boyacá se quedarán sin gas porque no hay recursos para garantizar el servicio”, advirtió.
A esta situación se suma la deuda del Gobierno con el sector, que supera los 2,8 billones de pesos en subsidios y más de 1,2 billones en deudas de administraciones locales. Para Sánchez, la falta de pago está asfixiando financieramente a las empresas y comprometiendo la continuidad del servicio. “Si no actuamos ahora, la crisis podría expandirse a Huila, Chocó, La Guajira y muchas otras regiones del país”, alertó.
El costo de un apagón
Natalia Gutiérrez, presidenta de Acolgen, expuso el impacto económico de un eventual apagón. “Colombia podría perder entre 1,5 y 2 puntos del PIB si se materializa un racionamiento severo. Hoy, la economía depende completamente de la energía: transacciones bancarias, trabajo remoto, educación virtual y hasta la conservación de alimentos en cadenas de frío estarían en jaque”.
Gutiérrez recordó el caso de Ecuador, donde en enero pasado los apagones de hasta 14 horas diarias afectaron la vida cotidiana, la economía y la salud de la población. “Sin energía, la cadena de frío se rompe y los alimentos se descomponen. En Ecuador, esto provocó problemas de salud en niños y adultos mayores”, ejemplificó.
Caminos hacia la solución
Sebastián Ruales, CEO de BIA Energy, resaltó la importancia de empoderar a los usuarios mediante la tecnología. “Debemos modernizar la infraestructura de medición para que los ciudadanos puedan tomar decisiones informadas sobre su consumo energético. Con herramientas digitales, inteligencia artificial y aprendizaje automático, podemos reducir el impacto de la crisis y optimizar el uso de la energía”.
Ruales también alertó sobre la regulación excesiva y la falta de incentivos para el sector privado. “El problema no es solo económico. Se está frenando el espíritu emprendedor del país. Si seguimos centralizando y sobrerregulando, eliminamos la posibilidad de innovar y generar soluciones reales”, concluyó.

Corregir el rumbo
A pesar de la situación crítica, los líderes del sector expresaron su disposición para trabajar con el nuevo ministro de Minas y Energía, Edwin Palma. “Le hemos planteado la urgencia de ampliar la generación de energía y garantizar condiciones para la inversión. El ministro debe apoyarse en la experiencia técnica del sector para evitar una crisis mayor”, sostuvo Gutiérrez.
Por su parte, Sánchez destacó que Palma tiene el reto de corregir decisiones previas que han puesto en jaque la estabilidad del sistema. “Es fundamental que se respeten los compromisos financieros y se promueva un debate basado en la técnica y no en la ideología. Si no se toman medidas urgentes, la crisis se profundizará”, sentenció.