David Bowie habría tenido aventuras sexuales con John Lennon y Mick Jagger

A pesar de que John Lennon es uno de los ídolos musicales sobre los que más se ha escrito, una reciente biografía publicada por la periodista Lesley-Ann Jones acaba de poner a la luz detalles inéditos de su vida sentimental.

Hasta ahora se conocía que el cantante fue un hombre atormentado, mujeriego y agresivo, pero esta nueva investigación incluye un picante y explosivo episodio de su intimidad: un amorío con su colega David Bowie.

Según lo relata la autora en Who killed John Lennon?, las dos estrellas se conocieron en 1974 en Los Ángeles. Para ese entonces el líder de The Beatles se encontraba en su “fin de semana perdido”, un periodo de dieciocho meses en los que se separó de su esposa Yoko Ono y se volcó con mayor intensidad a las drogas y el alcohol.

Durante ese tiempo, con el permiso de Yoko, convirtió en su amante a May Pang, su joven asistente, y pudo liberar a su “pansexual interior” con Bowie, de acuerdo con el libro.

La aventura no duró mucho, pero fue el inicio de una amistad que se conservó hasta el asesinato de Lennon en 1980. Tras el magnicidio, David estuvo muy cerca de la familia del cantante y cuando él murió, en 2016, Ono aseguró que para su hijo Sean era como perder a un segundo padre.

Pero John no fue la única celebridad a la que el hombre detrás de Ziggy Stardust (alter ego andrógino creado por Bowie) logró conquistar. En los años 1970, cuando la revolución sexual alcanzó su clímax, tuvo un apasionado romance con Mick Jagger.

Al regresar de un viaje en octubre de 1973, Angie Barnett, la esposa de Bowie, lo encontró metido entre las sábanas con el mítico vocalista de The Rolling Stones. En el fondo ella también deseaba al amante de su marido, que tenía fama de ser una bestia en la cama.

De hecho, tuvo la oportunidad de comprobarlo, pero lo arruinó todo porque le entró un ataque de risa mientras Mick la seducía. David, por el contrario, no tuvo ningún inconveniente al acostarse con Marianne Faithfull, la pareja de Jagger, según escribió Christopher Andersen en la biografía Mick: the wild life and mad genius of Jagger.

La relación entre Mick y David iba más allá de lo sexual. Se les vio en conciertos, hoteles y discotecas, y prácticamente vivieron juntos durante unos meses.

Organizaban desenfrenadas orgías e invitaban a las mujeres más cotizadas de la época, como la conejita Playboy Bebe Buell, quien en más de una ocasión recibió llamadas de los músicos para participar en sus bacanales.

Por su parte, la corista Ava Cherry los acompañó en varios tríos sexuales y aseguró que estaban obsesionados el uno con el otro. Tanto, que ella quedaba muy aburrida en esos encuentros, pues con frecuencia terminaba como una simple espectadora.