Felipe no murió nada contento con el retiro de Harry y Meghan como miembros activos de la familia real.
Felipe no murió nada contento con el retiro de Harry y Meghan como miembros activos de la familia real. | Foto: AP

Realeza

¿El príncipe Felipe excluyó a Harry de su testamento?

La fortuna personal del fallecido esposo de la reina Isabel se calcula en 42 millones de dólares.

28 de mayo de 2021

Pasado el duelo por la sensible desaparición de Felipe de Edimburgo, la prensa británica ha empezado a hablar de cómo repartió sus bienes.

La gran pregunta, por supuesto, es si le dejó algo a su nieto Harry, duque de Sussex, en vista de que su comportamiento en los meses previos a su partida no mereció su aprobación.

Aunque Felipe murió sin tener una clara dimensión de la gravedad de episodios tan candentes como la entrevista que los duques de Sussex le dieron a Oprah Winfrey, se cree que él sabía que su nieto estaba poniendo en serios aprietos a La firma, como él mismo llamaba a la monarquía.

Ello no debía ser para nada de su agrado, pues toda la vida fue un convencido de que los miembros del clan real debían poner siempre los deberes con la institución por encima de sus condiciones personales.

Aun así, fuentes allegadas a palacio han revelado que el duque de Edimburgo no tuvo en cuenta la rebeldía de Harry a la hora de testar y él recibirá su herencia, al igual que sus otros siete nietos.

“Él no era la clase de persona que castigaría a un nieto por portarse mal. Era muy justo, imparcial, amoroso y no cultivaba resentimientos”, aseguró el informante.

Eso sí, la prensa local sostiene que el príncipe le dejó la mayor parte de su caudal a la reina.

Los príncipes Carlos, Ana, Andrés y Eduardo, hijos de Felipe, se repartirán su biblioteca de 13.000 volúmenes. Aquí, el día de su sepelio, en abril pasado.
Los príncipes Carlos, Ana, Andrés y Eduardo, hijos de Felipe, se repartirán su biblioteca de 13.000 volúmenes. Aquí, el día de su sepelio, en abril pasado. | Foto: AP

Así mismo, repartió pertenencias personales de acuerdo con los gustos y afinidades con sus herederos.

A Lady Louise de Windsor, su nieta menor, le legó su colección de coches a caballo, ya que fue la que más mostró interés por esta afición de su abuelo.

Los medios también han subrayado el gesto de agradecimiento que Felipe tuvo con tres hombres que, si bien no son de su familia, si fueron sus fieles servidores.

Se trata del brigadier Archie Miller-Bakewell, su secretario privado; William Henderson, su paje; y su valet Stephen Niedojadlo.

El infidente le reveló a The Sun que Felipe arregló sus asuntos con tiempo, con el cuidado de que su patrimonio no fuera a parar al fisco por cuenta de impuestos de herencia, algo de lo que no era muy partidario.

Igualmente, sabedor de que su fin se acercaba, se aseguró de expresarles su gratitud a otros colaboradores o personas que contaban con su afecto a través de pequeños detalles.

Por ejemplo, continuó el tabloide londinense, apenas regresó del hospital, pocos días antes de su deceso, sacó tiempo para autografiar fotos suyas enmarcadas y dejárselas como recuerdo a esos allegados.

En esos días, recibía 11 libras de sueldo como miembro de la Royal Army.

Se recuerda también que, en la entrevista que dio para la televisión estadounidense, en 1969, dijo que no estaba en tan buenas condiciones, al punto que estaba contemplando vender un par de sus ponys para polo.

Al momento de su muerte, recibía casi 510.000 dólares anuales de la Sovereign Grant, o subvención soberana, que es el dinero que el Estado le paga a la reina Isabel para el cumplimiento de sus funciones.

No obstante, este dinero no era suficiente para el tren de Felipe, quien, como se sabe, era uno de los miembros más activos de la familia real, y la reina cubría el resto.

Lo más seguro, dicen los observadores, es que él haya hecho su caudal gracias a inversiones en acciones y en costosas obras de arte.

Todo ello, vale aclararlo, se suscribe al campo de las especulaciones y filtraciones de personas cercanas la casa real, dado que después de 1910, cuando murió el rey Edward VII, los Windsor dejaron de hacer públicos sus testamentos.

Se sabe, eso sí, que son muy tajantes en su idea de dejar sus fortunas en familia.