Exmodelo Ingrid Karina confesó el trabajo que hacía en el Bronx para sobrevivir: “No me siento orgullosa”

A finales del año 2024, más exactamente en el mes de noviembre, se dio a conocer, a través de la tiktoker Andreiitha Moreno, el caso de Ingrid Karina, una mujer que encontró viviendo en las calles del Bronx en Medellín, y que luego de hablar con ella, reveló que en realidad, en el pasado, hizo parte de la agencia de modelaje Stock Models.

El caso de Ingrid tomó relevancia con el tiempo y a su vez, causó varias polémicas, pues en varias oportunidades se llegó a decir que el hecho de que estuviera en un centro de rehabilitación, fue un secuestro, de acuerdo a un psiquiatra que evaluó el caso en redes sociales.

Además, se desató un cruce de comentarios en TikTok entre su hijo Juan Antonio, quien maneja la red social de Ingrid, y el influencer Frank sin límites, quien estuvo presente en todo el proceso de recuperación de la exmodelo, mientras estuvo en Medellín.

El último altercado entre ellos dos se dio por la supuesta huida de Ingrid del centro de rehabilitación, por lo que su hijo subió un video explicando lo que realmente había pasado.

“Mi mamá se fue voluntariamente del centro de rehabilitación, no se fugó. Ella incluso antes de irse hizo una carta expresando las razones por las que se iba. Dejó la carta y se fue”, dijo Juan Antonio.

Ingrid Karina habla de su proceso de recuperación actual

Luego de esta polémica, se dio a conocer que Ingrid Karina continúa con su proceso de recuperación, pero en un centro psiquiátrico ubicado en la ciudad de Bogotá.

En el momento en el que debido a la situación, apareció Juan Antonio, él dijo que iba a crear una cuenta de TikTok para que cuando su mamá tuviera la fortaleza, contara todo y dejara registro de su proceso, lo cual está sucediendo.

Recientemente, la exmodelo subió un video en el que habló de su vida en el Bronx, cómo hizo para trabajar y subsistir en el lugar, mencionando algunas cosas de las que nunca se sintió orgullosa.

“Esta es la historia y se llama hago domicilios y no vuelvo. A algunos les va a dar tristeza, a otros les va a dar risa, a otros les va a dar rabia, a unos lástima, algunos me juzgarán, en fin, lo que sí les garantizo es que a todos les va a provocar alguna emoción”, empezó contando Ingrid.

De acuerdo con su historia, había personas que llegaban al lugar para comprar insumos, pero se veían consumidos por el miedo de entrar, y ahí es donde aparecía ella ofreciendo su servicio.

“Cuando llegaban esas personas yo gritaba ‘hago domicilios y no vuelvo’, entonces me decían ‘flaca, cuánto por un domicilio’, y yo les decía ‘lo que me quieran dar’, entonces pedían; ‘necesitamos un balde, una cremallera, eso cuánto sale’, yo les decía que 40 mil, me decían ‘tome 50 y lo que le sobre para usted’, me entregaban el dinero y yo no volvía”, contó.

El dinero que lograba recoger tenía tres objetivos, pagar una pieza para pasar las noches, comprar algo de comida, y “vicio”, pues de todas formas ella estaba inmersa en ese mundo como consumidora frecuente.

“Esta es una historia real de la que obviamente yo no estoy orgullosa, estaba totalmente hundida en esta adicción de la cual duraré en recuperación el resto de mi vida. Cuando uno está en ese estado no piensa en las consecuencias de sus acciones o cómo estas pueden afectar a otros. Les pido disculpas a las personas que pudieron resultar afectadas”, concluyó la exmodelo.