¿Quién es el posible próximo James Bond?

En este momento sería un terrible espía, todo el mundo sabe quién soy”, aseguró Tom Hiddleston en una sesión de fotos para W Magazine, y no exagera. En la publicación, el actor se destapa sobre su rol creciente en Hollywood, su noviazgo con la archifamosa Taylor Swift y su exitoso papel en el drama televisivo The Night Manager (El infiltrado), basado en una novela del experto en intrigas de espionaje John Le Carré. También aprovecha la sesión para dejar en claro que luce espectacular de traje y en ropa interior.

No es un dios griego, no es Brad Pitt, pero su físico escultórico, sus ojos azules y su sonrisa han cautivado a la población femenina, mientras su recorrido actoral habla por sí solo. Ha dejada gratas impresiones en escenarios exigentes como las tablas del West End, los estudios de Hollywood, la televisión en su era dorada, y no sorprende que a ritmo veloz se acerque al ‘superestrellato’ que le representaría un papel como el de Bond.

Para la crítica, su papel en The Night Manager demuestra que Hiddleston le devolvería al 007 el matiz sutilmente seductor y británico que quedó sepultado por la fuerza de Daniel Craig. De hecho, se asegura que Hiddleston escogió estratégicamente ese papel para convencer a Barbara Broccoli, la productora de la saga, de ser el hombre indicado (como hizo Pierce Brosnan en su rol de Remington Steele). Hiddleston ya se ha reunido con ella y con el director Sam Mendes, y las casas de apuestas tomaron nota. Una en particular, Coral Bookmakers, canceló la apuesta al próximo Bond pues considera que ya es un hecho que Hiddleston será escogido. Si no lo fuera, por cuestiones del destino, Aidan Turner le sigue en segundo lugar mientras que Idris Elba y Damien Lewis han sido descartados.

The Night Manager fue transmitida en Colombia por la cadena AMC. Las críticas han sido supremamente positivas, y actúa junto a Hugh Laurie, el premiado actor de Dr. House que también elevó su perfil desde la televisión. Pero Hiddleston no creció en la pantalla chica. Surgió con roles secundarios en películas de Steven Spielberg (War Horse), Woody Allen (Midnight in Paris), mientras compartió escenas en las tablas londinenses con Kenneth Brannagh y Judi Dench. Empezó a ganar notoriedad masiva con personajes como Loki, el villano de Thor, y con roles protagónicos en películas de Jim Jarmush y Guillermo del Toro. También interpretó a Hank Williams, uno de los padres de la música country en Estados Unidos, un reto complicado para un británico pero no imposible para alguien formado en Eton College, Cambridge y la Royal Academy of Dramatic Art.

Estos días sonríe como quien sabe que llegó su cuarto de hora. Hollywood, medios, televisión, teatro, todos quieren un poco. Por eso, como si fuera otra rueda de su estrategia, y no se puede descartar que lo sea, Tom dio a los tabloides del mundo con qué llenar sus páginas. Historias de su romance con Taylor Swift, la diva más afamada del pop actual, son comidilla diaria de los paparazzi, y solo suman a su ascenso en la corte de la opinión pública. Pero esta puede ser un arma de doble filo. Mientras él, de 35 años, y su pareja rubia, de 27, se pasean por el verano romano, algunos comentaristas de medios, como Celia Walden del diario The Telegraph, piensan que el rol de Bond le exige un perfil más bajo que el que está alimentando. Para ella, con tanta aparición mediática Hiddleston puede estar echando a perder su oportunidad. Pero no bajará su marcha, pues aunque no cumpla su sueño de ponerse en los zapatos del 007, ha demostrado tener el talento y carisma para mantenerse en la conversación por largo rato.